La tan nombrada “libertad financiera” es un objetivo que muchos anhelan y pocos logran.
¿Por qué hay tan pocas personas que logran este gran objetivo?
El problema no suele ser el nivel educativo, o la capacidad de generar dinero, sino más bien, guarda una estrecha relación con la falta de planificación. Si no planificamos nuestra salud financiera est
amos a la deriva en cuanto a las circunstancias de la vida. En cambio, cuando tenemos un plan y alcanzamos la libertad financiera, los inconvenientes que suelen hacer tambalear a otros se convierten en apenas piedras en el camino para nosotros.
Mientras que hay muchas definiciones para la libertad financiera, vamos a utilizar la siguiente:
“La libertad financiera es la habilidad de hacer lo que quieres hacer, donde quieres hacerlo y con quienes lo quieres hacer.”
Considerando esta definición, es sencillo lograr la libertad financiera, pero no es nada fácil. Toma determinación, perseverancia y tiempo. No es común lograrse de un día para otro, aunque por supuesto, siempre hay excepciones.
A continuación, tres pasos hacia tu libertad financiera:
Paso 1: Págate a ti mismo. Antes de pagar a los demás, págate a ti mismo. Lo normal es pagar los servicios básicos (electricidad, teléfono, agua, gas) así como otros pagos que hacemos sin pensarlo dos veces, sin embargo el pago que no es considerado por muchas personas, aún cuando es muy importante, es el pago a uno mismo. La sugerencia es, que dicho pago corresponda al 10% de todo lo que has generado. ¿No crees merecerlo? O ¿piensas que es muy poco? Si eres muy bueno en lo que haces, ¡págate un poco más! Al principio puede parecer imposible, pero una vez establecido el hábito de apartar para ti mismo 10% de cada pago recibido, pronto verás que podrás manejar las otras obligaciones, ya sea reduciéndolas o ganando más dinero. Es así de sencillo.
Paso 2: Utiliza un Profesional. Cuando se trata de invertir tu dinero, elige a un profesional adecuado para apoyarte en el proceso. Debe ser un experto, no cualquier persona. Para verlo mejor, hazte la siguiente pregunta: ¿Pedirías que tu mejor amigo te solucionara un problema de plomería si él no es plomero? ¡Por supuesto que no! Entonces ¿por qué le pedirás consejo acerca de cómo manejar tu dinero, si él no es un profesional? Cuando estés listo para invertir tu dinero, busca un experto en el área en la que quieras incursionar. Es decir, si quieres invertir en diamantes, encuentra alguien que tenga amplios conocimientos en joyas y piedras preciosas; si quieres comprar bienes raíces, busca un experto en el sector inmobiliario; si quieres adquirir acciones, busca un profesional especialista en inversiones, en la bolsa o similares. Tomar consejo de una persona indebida con el dinero que has ahorrado con tanto esfuerzo, puede ser un error muy costoso.
Paso 3: Invierte en ti mismo. Después de ahorrar lo suficiente para cubrir una emergencia inesperada, comienza a invertir en ti mismo. ¿Cómo hacerlo? Adquiere tu propia vivienda, dispón recursos para educación y superación personal. Selecciona entre varias, la mejor oportunidad para mejorar tu capacidad de hacer lo que amas, ya que cuando amas lo que haces, serás feliz. Una cosa viene con la otra, así que encuentra lo que amas y luego invierte tu tiempo y dinero para ser la mejor versión que puedes ser de ti haciendo lo que amas. Al lograrlo, jamás tendrás que volver trabajar otro día en tu vida; ya que el dinero vendrá de forma natural a través de lo que consideras placentero.
La mayoría de las personas no planifican fracasar, más bien fracasan en no planificar. Lograr libertad financiera no se trata de tener un monto acumulado de dinero en el banco. Se trata de utilizar tus recursos financieros para manejar necesidades a corto y largo plazo. Pagarte a ti mismo, utilizar profesionales e invertir en ti mismo te permite hacer lo que quieres hacer, donde lo quieres hacer y con quienes lo quieres hacer y esa es la libertad financiera.
∞ Rob McBride ∞
LL IV 18