La energía es vida y nos comunicamos con el mundo de acuerdo a nuestro nivel de energía. Nuestra energía interna es una reflexión de nuestro bienestar físico y emocional. Cuando estamos físicamente y emocionalmente energizados controlamos nuestra dirección y nuestro destino. Cuando estamos físicamente y emocionalmente débiles, somos arrastrados sin rumbo por el mar del cambio.
Para crear energía en nuestro cuerpo tenemos que comer bien y hacer ejercicio. En teoría es fácil y lógico pero en la realidad es un desafío. Suele ser más conveniente comer mal y dejar de hacer ejercicio, que comer bien y hacer ejercicio. Un enfoque disciplinado para comer alimentos nutritivos y hacer ejercicio regularmente crea energía.
Desarrollar el hábito de comer abundantes frutas y vegetales es el primer paso para lograr un buen estado físico. La variedad de comida que tenemos como seres humanos es uno de nuestros placeres más destacados en comparación con cualquier otra especie en el mundo. Esta variedad frecuentemente nos lleva a consumir comida que genera satisfacción inmediata pero que a la larga no trae beneficios a nuestro cuerpo. Al crear un deseo de asimilar frutas y vegetales en nuestro régimen, adquirimos un estado físico más sano.
Ejercicio físico es inicialmente agotador y finalmente satisfactorio. La pereza es inicialmente satisfactoria y finalmente improductiva. Es fundamental recargar nuestros cuerpos para crear energía. La mejor forma de alcanzar esta meta es a través de un profundo sueño y no por la flojera. La actividad física vigorosa activa nuestro cuerpo y crea energía. Utilizar cada oportunidad durante el día para ejercitar nuestro cuerpo, genera y almacena energía para ser utilizado en otro momento.
Tomar tiempo de estirar nuestro cuerpo en la mañana, levantar un objeto en vez de arrastrarlo, caminar con ánimo a nuestro destino y utilizar los músculos de nuestro cuerpo; crea energía física. Son las cosas pequeñas que hacemos cada día que hacen una gran diferencia en nuestro nivel de energía.
Generar un estado emocional que crea energía positiva es más elusivo. Aprendemos a montar bicicleta, leer, escribir y sumar pero raramente como controlar nuestras emociones. Desarrollar energía positiva emocional frecuentemente es el resultado de nuestro diálogo interno.
Cuando nos decimos que las cosas son malas y van en peor, encontramos una forma de hacer realidad ésta profecía. Si, al contrario, nos decimos que las cosas no son como las queremos y tenemos el poder de crear soluciones positivas, también cumpliremos con el pronóstico.
Desde el momento en que nos levantamos por la mañana hasta que nos acostamos por la noche, nuestra mente esta constantemente analizando y evaluando información. Cuando damos poder concientemente a nuestro diálogo interno para concentrarse en soluciones en vez de problemas, energizamos positivamente nuestras emociones.
La energía física y emocional es el manantial de la vida.
∞ Rob McBride ∞
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