Lo primordial en la vida no son los altos y bajos que experimentamos en un momento determinado sino nuestra reacción a ellos. Nuestra capacidad de Rebotar de situaciones complicadas y crear nuestro propio camino determina nuestra dirección y nuestro destino.
Ser “Rebotado” también puede significar ser rechazado o haber fracasado. A primera vista, pareciera ser que los diferentes alcances de la palabra Rebotar son incongruentes. Al profundizar, vemos que están en armonía. Ambos refieren a nuestra habilidad de seguir con paso firme a pesar de obstáculos.
Los más exitosos en la vida, logran lo que otros solo sueñan. Aprenden y avanzan a pesar del rechazo y del fracaso. Mientras más los “Rebotan”, más fuertes se hacen. Ellos se recuperan y Rebotan de ser “Rebotados” por su increíble confianza en si mismos y la seguridad de sus habilidades. Convierten amenazas y fracasos en oportunidades para crecer.
Son muchos elementos que influyen sobre el vaivén de la vida y nuestra capacidad de Rebotar y surgir de los momentos más difíciles. Nuestra ubicación en nuestro propio ciclo del Rebote es uno de los factores más destacados. Al igual que la mar, a veces estamos en oleaje alto o bajo. En oleaje alto, nuestra capacidad de Rebotar y recuperarnos se amplifica, mientras que en oleaje bajo, nuestra capacidad de ver y comprender lo sucedido positivamente es más complicado.
Una de las ideas falsas de la motivación es que podemos sentirnos siempre en alto y motivados. Hay momentos cuando nos sentimos desanimados, no importa lo que hagamos o lo que nos digan, no hay forma de Rebotar en ese instante. Tampoco es razonable pensar que nunca podemos sentirnos desanimados. Si nunca experimentamos dolor y desconsuelo, es imposible sentir excitación y pasión.
Todo lo que ocurre tiene su razón. Cuando nos sentimos desinflados, en vez de molestarnos con nosotros mismos, o con los que quieran que nos sintamos milagrosamente bien y motivados de un momento a otro, podemos decirles:
– No me molestes, estoy en la parte baja de un Rebote, ¡pero regresaré!
Estar en armonía y congruencia con nuestras emociones respecto a lo que suceda en nuestro entorno, es tal vez uno de los desafíos más difíciles en la vida. Aprendemos desde niños, que no siempre es prudente demostrar nuestras emociones. A menudo reprimimos nuestros sentimientos más intensos tanto en lo positivo como en lo negativo.
Cuando nos sentimos desanimados, lo esencial es recordar que podemos Rebotar. Cuando estamos en la cresta de la ola debemos regocijarnos en el resplandor y la energía del momento. A su vez, es prudente estar preparado para cualquier cambio que requerirá un Rebote de un momento desalentador.
Cuando logramos Rebotar de los ciclos negativos de la vida y recuperarnos del desánimo y desaliento de la derrota, logramos llegar a la euforia del éxito.
∞ Rob McBride ∞
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