En este momento de mi vida, tu has impactado mi mundo, de una forma que casi no podría describir. Tus semillas y el resto de lo que viene contigo han llenado mi vida de matices de colores que no pensaba existían, y si lo sabía, ya los había olvidado.
Quizás, ni aún tu mismo que eres la herramienta perfecta para producir todo esta, te puedas imaginar cuanto influyes en los demás, o al menos en una vida, como la mía.
Lo que se siembra, de la forma como lo haces, trae un resultado extraordinario, yo con una paciencia “impaciente” espero y soy testigo de lo que haces.
Gracias!
Awilda Castillo