¡Cómo me he sentido identificada con tu escrito! Pues he estado en ambos lados de la moneda, he sido de los que promete y no cumple, y de los que les prometen y no les cumplen.
He prometido más que todo con horas, digo “Ok, me da tiempo de hacer estas cosas y luego paso por ti” y muy en el fondo sé que el tiempo no me alcanzará porque las cosas que debo hacer meritan dedicación. Pero, tampoco he tenido la intención de quedar mal con esas personas, y si, ciertamente me siento fatal cuando les quedo mal.
Tu escrito lo leí el domingo en la noche, ya ese día tenia una idea de lo que te quería responder pero quise tomar mas tiempo para poder analizarme, recordar las veces en las que he quedado mal y como me he sentido cuando me quedan mal también.
Sin embargo, ha cambiado algo en mi, para mejor. Desde que lo leí recuerdo ésto específicamente:
“La vida está hecha de acuerdos. Y si constantemente los estamos rompiendo, nuestras posibilidades de avanzar en la vida serán limitadas. Además, la mejor manera de aumentar nuestro autoestima es cumpliendo con nuestra palabra. Cada vez que cumplimos con nuestra palabra tenemos más confianza en nosotros mismos y los demás también confiarán en nosotros.”
¡Wow Rob! ¡Que asertivas esas palabras! Sinceramente, me marcaron, ahora en el trabajo cuando digo “Si, te puedo ayudar” o “Yo lo puedo hacer” considero seriamente los factores, estoy dando MI PALABRA y, ciertamente, tiene un valor IMPORTANTÍSIMO. Luego de hacer las promesas las cumplo inmediatamente y he notado que sí puedo hacerlo. Y me siento ¡increíble!
Es que ojalá pudiese ayudar a todos a sentir lo que estoy sintiendo.
Gracias Rob, por hacerme llegar tu escrito!
De ahora en adelante (te doy mi palabra), cada vez que me comprometa con algo, lo voy a cumplir. Y cuando no pueda/quiera seré sincera y diré que no, es mi palabra la que está en juego y debo darle el valor que se merece.
Por hacerme consciente de esto,
GRACIAS ROB!
Aura Curvelo.