Lunar Letter / Un Rebote Reventado

Aunque todos tenemos la capacidad de rebotar de los desafíos más difíciles en la vida, a veces este rebote se revienta por circunstancias fuera de nuestro control. La vida es como el rebote de una pelota, a veces estamos arriba y a veces estamos abajo. Lo más importante no es donde estemos en un momento determinado sino nuestra capacidad de rebotar por lo menos una vez más.

Nuestra capacidad de rebotar es el resultado de nuestra experiencia, preparación, perseverancia y actitud. Entre más dificultad hayamos enfrentado y superado, más fácil será rebotar y seguir adelante. Aún así, a veces hay acontecimientos en la vida que revientan nuestra capacidad de rebotar y crear nuevos caminos.

Los que me conocen o han estado conmigo en algún evento saben que utilizo el ejemplo del rebote de una pelota para ilustrar y explicar mis ideas. Recientemente conseguí la pelota “perfecta.” Era una pelota de fútbol tradicional de blanco y negro. Estaba feliz con mi compra y emocionado para utilizarla. El día antes de un evento la llené de aire. Al día siguiente se había reventado.

Mi primera reacción fue dársela a mis perros Sneaky y Rascal como juguete. Lamenté la situación y pensé en el dinero que había “botado para un rebote reventado.” Antes de darle la pelota a mis “chamos,” le saqué el aire y justo antes de dársela se me ocurrió una idea. En algún momento u otro todos hemos estado “reventados” por una circunstancia o acontecimiento. En los desafíos más difíciles parece que no hay solución, ni salida.

La tripa dentro del balón no se encontraba rota, sino deformada cuando el cuero del balón se venció debido a la presión del aire. Después de haberle sacado el aire, observé el hueco que quedaba en el balón. Se me ocurrió que este hueco es exactamente lo que sentimos cuando tenemos nuestro rebote reventado. Perforé unos agujeros alrededor del hueco grande y con una trenza reparé el hueco. Luego llené el balón de aire y como si fuera magia, ¡recuperó su rebote!

Encontramos situaciones parecidas a mi experiencia con la pelota cuando pasamos por un desafío desagradable. Primero “reventamos” y nuestro ser parece deformarse en una explosión de emociones. Luego queda un hueco que deja un vacío que no nos permite rebotar inmediatamente de la situación. Con el tiempo y frecuentemente con la ayuda de amigos u otras personas podemos remendar poco a poco el hueco que haya quedado después del acontecimiento. Aún así, todavía falta “aire” para poder inflar nuestro “balón” y regresar definitivamente de la parte más baja del rebote.

Es imprescindible tomar el tiempo necesario para recuperarnos de un Rebote Reventado. Podemos buscar el apoyo de personas que nos ayuden a reparar el hueco que queda después de un cataclismo emocional. Para subir y seguir adelante es fundamental encontrar y mantener una excelente actitud positiva que nos de un impulso para remendar definitivamente el vacío creado.

Después de haber reparado e inflado nuestra capacidad de rebotar nunca estaremos iguales. La cicatriz de lo que haya pasado quedará siempre como un recordatorio de lo acontecido. A su vez, podemos utilizar esta misma experiencia para fortalecernos y saber que siempre tenemos la capacidad de rebotar por lo menos una vez más de cualquier dificultad porque es el Rebote lo que nos Lleva al Tope.

∞ Rob McBride ∞
LL II 28

Lunar Letter / No te Preocupes, Sé Feliz

En 1988 Bobby McFerrin tomó la frase, “No te preocupes, sé feliz,” de Meher Baba y la convirtió en una canción que logró el puesto #1 en la lista de los “Billboard Hot 100” en los Estados Unidos.

¿Es posible no preocuparse y ser feliz?

Sí es posible y la prueba es que todos ya lo hemos hecho en algún momento de nuestras vidas. Establecer un patrón que nos permite ser feliz en vez de preocuparnos, nos da impulso a tomar acción efectiva para influir y determinar nuestro destino.

¿Por qué nos preocupamos?

Aunque cada situación es diferente, suele ser la falta de algo. Expresémoslo en términos de “No Tener” algo. Si estamos preocupados por salir mal en un examen, es porque “No Tenemos” suficientes conocimientos. Si estamos preocupados por una cuenta pendiente, es porque “No Tenemos” suficiente dinero. Si estamos preocupados por una entrevista, es porque “No Tenemos” suficiente preparación. Si estamos preocupados por lo que acontece al pasar de esta realidad que llamamos vida a otra realidad aún desconocida, es porque “No Tenemos” certeza de lo que vaya a ocurrir.

¿Cómo podemos ser felices?

Mientras que la gama de posibilidades es infinita, tiene que ver con “Tener” algo. Estamos felices porque “Tenemos” un buen conocimiento que nos permite obtener una buena calificación en un examen. Estamos felices porque “Tenemos” dinero para pagar nuestras deudas. Estamos felices porque “Tenemos” la preparación necesaria para lograr excelentes resultados en una entrevista. Estamos felices porque “Tenemos” nuestra fe de lo que pueda pasar cuando salgamos de esta realidad que llamamos vida.

Es posible no preocuparse y ser feliz al enfocarse en lo que “Tenemos” en vez de lo que “No Tenemos.” Si estamos preocupados por salir mal en un examen, podemos enfocarnos en el cerebro que “Tenemos” y en la capacidad que “Tenemos” para aumentar nuestros conocimientos. Si estamos preocupados por una cuenta pendiente, podemos enfocarnos en las piernas, brazos, mente y creatividad que “Tenemos” para ganar dinero. Si estamos preocupados por una entrevista podemos enfocarnos en la experiencia que “Tenemos” y el sentido común que “Tenemos” para prepararnos mejor. Si estamos preocupados por la muerte, podemos enfocarnos en la fe que “Tenemos” o en este instante que “Tenemos” o en los recuerdos lindos que “Tenemos” o en los hijos que “Tenemos” o en las relaciones positivas que “Tenemos” o en la magia que todos “Tenemos” en este instante.

En una frase, “La vida no se mide por el número de respiraciones que tomamos, sino por los momentos que nos sacan el aliento.” Estos momentos vienen de lo que “Tenemos” en vez de lo que “No Tenemos.” No te preocupes, ¡sé feliz porque todos “Tenemos” muchísimo!

∞ Rob McBride ∞
LL II 27

Lunar Letter / Puntos de Luz

No todo en la vida es bueno, bonito y barato. Surgen desafíos y desacuerdos con mucha frecuencia. Es conveniente tener un mapa que nos permite fluir y construir en vez de resistir y desistir con lo que acontece en nuestras vidas. Puntos de Luz tiene como base fundamental el hecho de que nadie es “perfecto” y el excelente libro Los Cuatro Acuerdos de Don Miguel Ruiz que propone una maravillosa manera de vivir.

SOY AMABLE: En cualquier situación podemos lograr mucho más siendo amable. Aunque puede ser que nos sintamos agredidos o heridos por lo que los demás puedan decir o hacer, siempre lograremos más siendo amables que siendo combativos. Si vamos a ser amables con los demás, comencemos siendo amables con nosotros mismo. Si nos equivocamos, lo mejor es darnos el permiso de ser “imperfectos” y seguir adelante sin ese golpeo mental que puede ser tan devastador.

FLUYO CON TODO: Cuando algo ocurra que nos saque de nuestros sentidos podemos darnos cuenta de lo siguiente. El primero es que nadie es “perfecto” y como tal dirán y harán cosas que no nos gustan. Eso no implica que sean “malas” personas, sino que tienen otra percepción del mundo que no coincide con la nuestra. El segundo es que el mundo no es como creemos que debería ser sino, es como es. En vez de resistir contra los acontecimientos de la vida simplemente podemos fluir con ellos de la misma forma que un río sigue su rumbo a pesar de los obstáculos que enfrenta.

CONFIRMO PERCEPCIONES: Algunos de los desacuerdos más serios tienen que ver con nuestras percepciones. “¡Pensé que ibas a venir!” podríamos reclamar a un amigo que nos deja embarcado. Una simple confirmación hubiese podido evitar el desacuerdo. Lo que nosotros pensamos no siempre es lo que otra persona está pensando y es casi imposible acertar siempre lo que está ocurriendo en la mente del otro. De la misma manera es conveniente confirmar datos importantes. Por ejemplo, podríamos decir, “¡Pensé que teníamos un periodo de gracia para que nos cortaran la luz!” A lo que viene la respuesta, “¡Pensaste mal chamo!” Cuando confirmamos percepciones y datos importantes evitamos desacuerdos e inconveniencias.

DOY MI MEJOR ESFUERZO: Cuando damos nuestro mejor esfuerzo, podemos dormir bien sabiendo que hicimos todo lo posible. Es importante saber que nuestro mejor esfuerzo varía dependiendo del día, nuestro ánimo y nuestra salud. Si por alguna razón no damos nuestro mejor esfuerzo en un momento determinado, podemos ir directamente al primer punto de luz y ser amable con nosotros mismos sin un golpeo mental que de poco sirve.

APRENDO DE TODO: La vida consiste de una variedad de diversas experiencias. Algunas son momentos mágicos que nos quitan el aliento. Otras son devastadoras que nos sacan de nuestros sentidos. Podemos aprender de absolutamente todas ellas. Aprendemos mucho de lo que nos gusta y solemos aprender hasta más de lo que no nos gusta aunque ¡puede ser que tengamos que aprender más de lo que realmente quisiéramos! Lo importante es aprender de todo.

La vida está compuesta de momentos. Estos momentos no son ni buenos, ni malos, ni feos… simplemente son lo que son. Podemos vivir una vida con más emoción e intención sin tanta consternación y tribulación cuando somos amables, fluimos con todo, confirmamos percepciones, damos nuestro mejor esfuerzo y aprendemos de todo.

∞ Rob McBride ∞
LL II 26

 

Lunar Letter / Imagina una Vida

Imagina una vida donde tomas acción con energía.

Imagina una vida donde tienes mucha confianza en ti mismo.

Imagina una vida donde eres tremendamente tenaz en todo lo que haces.

Imagina una vida donde tomas iniciativa para lograr tus sueños.

Imagina una vida donde eres tolerante a lo que no te gusta.

Imagina una vida donde eres útil para las demás personas.

Imagina una vida donde tienes un deseo ardiente.

Imagina una vida donde logras fluir y no resistir.

Imagina una vida donde ríes a la vida en vez de llorar.

Imagina una vida donde te adaptas fácilmente al cambio.

Imagina una vida donde te sujetas a tus principios para tomar decisiones.

Imagina una vida donde eres curioso para saber más sobre lo que estás haciendo.

Imagina una vida donde vives cada día con pasión y determinación.

Imagina una vida donde rebotas rápidamente de la adversidad.

Imagina una vida donde implementas tu plan de acción.

Aunque parezca difícil imaginar una vida donde todos elementos forman parte de nuestra realidad, ¡es posible lograr lo que más deseamos!

“¿Cómo es posible?” podrías estar preguntando.

Es difícil ser la persona “perfecta” que integra todas las cualidades que “debe” tener una “buena” persona. Lo que si es posible es determinar lo que más deseamos y enfocarnos en esta cualidad.

Por ejemplo, si determinamos que lo más importante en nuestras vidas es el amor, lo único que hay que hacer es dar mucho amor. Aunque no todos nos devolverán este amor, algunos si lo harán. Si determinamos que lo que más queremos en la vida es dinero y enfocamos todo nuestro tiempo en conseguirlo, lo haremos. Puede ser que falten otras cosas aunque el dinero no será una de ellas.

Podemos vivir la vida que soñamos e imaginamos. Lo único que tenemos que hacer es tener muy claro lo que realmente queremos y no dispersar nuestra energía en ideales inalcanzables. Cuando nuestro deseo está bien definido, el próximo paso es absorberlo e integrarlo en todo lo que hacemos. De esta forma dejamos de soñar e imaginar y comenzamos a vivir.

∞ Rob McBride ∞
LL II 25

 

Lunar Letter / Una Cuestión de Enfoque

Lograr lo que más deseamos en la vida es una cuestión de enfoque. Donde concentremos nuestra atención, recursos y actividad determina los resultados que obtenemos.

Aunque sabemos que esto es así, no siempre nos enfocamos en lo que más deseamos. Frecuentemente, el día a día con su turbulencia nos lleva a otros destinos. Como es el caso de navegar un barco en alta mar durante una fuerte tormenta, es imprescindible mantener nuestra mano firme en el timón para asegurar que no lleguemos a otro destino.

El viento de la vida sopla duro y a veces llega con la fuerza de un huracán. Por eso es común desenfocarnos de lo que más anhelamos. Un ejercicio sencillo y poderoso consiste en anotar todas las actividades y el tiempo necesario para realizarlas durante un día. Cuando analizamos los resultados, es común darnos cuenta que nuestro tiempo se disipa en actividades que no tienen nada que ver con nuestros objetivos.

La gran mayoría de nosotros tenemos claro lo que queremos en la vida. Cuando consideramos lo que hacemos, no siempre coincide con lo que aspiramos. Es allí cuando podemos cambiar nuestro enfoque y así asegurar los resultados que deseamos.

Sentarnos y dedicar un tiempo específico para lograr un objetivo no es nada fácil. Entre las demandas de nuestra familia, nuestro trabajo y los demás, ¿cómo es posible enfocarnos en una sola cosa?

La misma tecnología que ha sido responsable para aumentar la productividad de las personas y las organizaciones es ahora un obstáculo para lograr enfocarnos en una actividad específica. A cada rato viene un mensaje de texto, una llamada por teléfono, un mensajito por MSN Messenger, una solicitud para ser amigos de alguien por Facebook, una llamada referente a un pago inesperado y una infinidad de otras distracciones.

Si no lo cuidamos, nuestro tiempo se desliza por nuestros dedos cumpliendo los intereses de los demás. Si bien muchas de estas actividades crean placer y nuestro poder de comunicar con otro ser en cualquier momento es increíble, es importante preguntar, “¿A qué costo?”

Cuando estamos enfocados en satisfacer las necesidades de un cliente específico, generalmente lo logramos. Cuando estamos enfocados en realizar ejercicio físico, vemos los resultados en nuestro cuerpo y en nuestra energía. Cuando estamos enfocados en cortejar a una persona que nos interesa, logramos que nos presten más atención. Cuando estamos enfocados en realizar cualquier actividad, damos pasos gigantescos para su realización.

No es la vida, ni las demás personas que nos obstaculizan para lograr lo que más queremos. Es una falta de enfoque para dedicar el tiempo necesario para su obtención. La próxima vez que sintamos que la vida se nos desliza por los dedos como la arena del tiempo, apaguemos el celular, cerremos el correo electrónico y salgamos del Messenger. Así podemos tomar el timón de la vida y tomar acción para dirigir nuestra dirección porque lograr lo que más deseamos es una cuestión de enfoque.

∞ Rob McBride ∞
LL II 24

 

Lunar Letter / Hazlo Mal

Nos enseñan desde pequeños a “hacerlo bien.” ¿Qué tal si de vez en cuando lo “hacemos mal”?

Por más incongruente que suene, muchas veces es la mejor opción. Si lo puedes hacer bien, ¡hazlo bien! Si no, es preferible “hacerlo mal.”

Todo es difícil antes de que sea fácil. El valor de realizar una actividad no siempre viene en hacerla bien. Pensemos por un momento en cualquier actividad que hagamos bien. Puede ser nuestro trabajo, un deporte o un juego. Lo más seguro es que antes de “hacerlo bien” primero tuvimos que “haberlo hecho mal.”

En frente de un nuevo desafío, las dudas, las incertidumbres y los miedos están a millón.

¿Cómo lo hago?

¿Qué tal si no lo hago bien?

¿Qué tal si me hago el ridículo en el intento?

Éstos y otros pensamientos impregnan nuestra mente. Hay solamente dos alternativas. Levantarnos y tomar acción o quedarnos paralizados sin hacer nada.

No siempre es prudente realizar todo lo que se nos viene por la mente, porque también esto puede ser peligroso. Aun así, cuando se trata de una actividad que podría darnos un impulso importante hacia nuestros objetivos, ¡es preferible tomar acción y hacerlo mal, a no hacer nada!

Tomemos el ejemplo de un bebé que está comenzando a caminar. Lo hacen mal al principio. No esperamos que el bebé comience a caminar perfectamente bien antes de caerse varias veces. Como suele ser el caso, lo más importante no es caerse sino levantarse nuevamente porque ¡el rebote nos lleva al tope en muchas áreas de la vida!

En todo lo que emprendemos hay una curva de aprendizaje. Es posible aplanar esta curva familiarizándonos con lo que queremos lograr, aprendiendo de los errores de los que ya han logrado hacerlo bien para alcanzar lo que más deseamos. Podemos utilizar esta información para optimizar nuestros esfuerzos. Sin embargo, normalmente hacemos las cosas “mal” antes de hacerlas “bien.”

Hay muchos factores que influyen sobre nuestro deseo de iniciar una actividad. Las dudas sobre nuestra capacidad de hacerla bien, las incertidumbres sobre la forma correcta de realizarla y los miedos de lo que puedan decir los demás. Si bien estas emociones son parte de nuestra realidad y eventualmente nos pueden ayudar a sobrevivir un peligro, nos inhiben al momento de estirar un poco más allá de nuestro alcance.

“La intención de un hombre debería exceder a su alcance, ¿si no para qué existe el cielo… El objetivo, bien sea alcanzado o no, ¡hace grande la vida!”

~ Robert Browing ~

Cuando llegamos al final de este viaje maravilloso que llamamos vida, lo más triste es caer en una serie de preguntas que comiencen con la frase:

“¿Qué tal si hubiese…?”

Al tomar acción y hacer las cosas “mal” cuando no las podemos hacer “bien,” aprendemos de nuestros errores y mejoramos hasta hacerlas “bien.” Así que la próxima vez que te enfrentes con la decisión de hacer algo mal o no hacerlo, hazlo mal.

∞ Rob McBride ∞
LL II 23

Lunar Letter / Un Momento para Todo

Hay un momento para todo y todo tiene su momento…

Recientemente reflexionaba sobre los acontecimientos de la vida. Me dí cuenta que normalmente los calificamos como “buenos” o “malos,” “correctos” o “incorrectos.” Mientras analizaba el significado de cada uno, concluí que no hay ni buenos ni malos; correctos ni incorrectos sino una gran gama de tonalidades grises.

Dependiendo de las circunstancias lo que es “bueno” puede ser “malo,” y lo que es “malo” puede ser bueno. En otros momentos lo que es “correcto” puede ser “incorrecto” y lo que es “incorrecto” puede ser “correcto.”

Con frecuencia exclamamos, “¡No quiero que esto ocurra!” No concuerdo con esta angustia porque hay un momento para todo y todo tiene su momento. En base a esta idea comencé a escribir juegos de palabras que fluían de mi mente a mis dedos.

Tiempo para trabajar,
tiempo para jugar…

Tiempo para retar,
tiempo para aceptar…

Tiempo para vivir,
tiempo para morir…

Tiempo para confiar,
tiempo para dudar…

Tiempo para estar solo,
tiempo para compartir…

Tiempo para celebrar,
tiempo para felicitar…

Tiempo para reír,
tiempo para llorar…

Tiempo para yin,
tiempo para yang…

Tiempo para avanzar,
tiempo para permanecer…

Tiempo para hablar,
tiempo para escuchar…

Tiempo para volar,
tiempo para arrastrar…

Tiempo para ser,
tiempo para no ser…

Tiempo para comer,
tiempo para digerir…

Tiempo para agitar,
tiempo para calmar…

Tiempo para crear,
tiempo para destruir…

Tiempo para enseñar,
tiempo para aprender…

Tiempo para dar,
tiempo para recibir…

Tiempo para mí,
tiempo para ti…

Tiempo para simplificar,
tiempo para complicar…

Tiempo para soñar,
tiempo para actuar…

Tiempo para proyectar,
tiempo para reflejar…

Tiempo para ganar,
tiempo para perder…

Tiempo para triunfar,
tiempo para fracasar…

Tiempo para escribir,
tiempo para leer…

Tiempo para nutrir,
tiempo para ser nutrido…

Tiempo para ser extrovertido,
tiempo para ser introvertido…

Tiempo para fluir,
tiempo para cambiar…

Compartí la idea en mi blog y una amiga me dijo, “Rob, ¡este es parecido a lo que dice en La Biblia!” Lo que pensé que había creado tan espléndidamente ¡había sido expresado elocuentemente hacía miles de años.

Hice una búsqueda en el Internet de la frase:

“Tiempo para vivir, tiempo para morir.”

Encontré el libro de Ecclesiastes 3: 1-8

Hay un momento para todo y un tiempo para cada cosa bajo el sol:
Un tiempo para nacer y un tiempo para morir,
Un tiempo para plantar y un tiempo para arrancar lo plantado;
Un tiempo para matar y un tiempo para curar,
Un tiempo para demoler y un tiempo para edificar;
Un tiempo para llorar y un tiempo para reír,
Un tiempo para lamentarse y un tiempo para bailar;
Un tiempo para arrojar piedras y un tiempo para recogerlas,
Un tiempo para abrazarse y un tiempo para separarse;
Un tiempo para buscar y un tiempo para perder,
Un tiempo para guardar y un tiempo para tirar;
Un tiempo para rasgar y un tiempo para coser,
Un tiempo para callar y un tiempo para hablar;
Un tiempo para amar y un tiempo para odiar,
Un tiempo de guerra y un tiempo de paz.

¡Las palabras se salieron de la pantalla mientras las leía! Tomé La Biblia y leí el libro completo de Ecclesiastes. Las siguientes palabras se grabaron en mi mente mientras bailaban frente a mis ojos. Ecclesiastes 1: 9-10

Lo que fue, eso mismo será; lo que se hizo, eso mismo se hará: ¡no hay nada nuevo bajo el sol!
Si hay algo de lo que dicen: “Mira, esto sí que es algo nuevo”, en realidad, eso mismo ya existió muchísimo antes que nosotros.

Mientras leía, me enfrenté con una verdad antigua, probada y evidente. El conocimiento es universal. Las ideas que vienen de otros y de mí son simplemente ideas del universo que fluyen a través de nosotros.

Puedes estar preguntando, “¿Cuál es la relevancia de todo esto para mi vida y por qué es importante?”

Mientras escribía las frases de “Un Momento para Todo,” me di cuenta que estas analogías son infinitas. Podemos tomar cualquier emoción, pensamiento o acontecimiento y al colocarlo junto a su opuesto, encontramos que hay Un Momento para Todo.

La próxima vez que estés pasando por un momento difícil recuerda que ese es el instante preciso para esa emoción, pensamiento o acontecimiento. Está sucediendo justo cuando tiene que ser. La pregunta que debemos postular es, “¿Qué puedo aprender de este momento?” en vez de, “¿Por qué tengo que pasar por este momento?” Ya sea “bueno” o “malo,” “correcto” o ¿incorrecto,” hay un momento para todo y todo tiene su momento.

∞ Rob McBride ∞
LL II 22

Lunar Letter / 2,22% Para Ti

Todos tenemos las mismas 24 horas en un día, un total de 1.440 minutos. La manera en que utilizamos este tiempo determina si seremos actores o espectadores de la vida. Hay un momento para todo y todo tiene su momento. Cuando analizamos concientemente lo que hacemos y como lo hacemos, aumentamos nuestra capacidad de lograr nuestros objetivos.

Mientras tengamos poco control sobre la cantidad de tiempo que toman ciertas actividades, podemos incrementar la calidad que otorgamos a cada uno. Todos tenemos cierta libertad con nuestro tiempo aunque solemos decir, “¡No tengo tiempo para nada!”

Para dirigir tu destino, propongo que tomes 2,22%, equivalente a 32 minutos de tu tiempo, e invertirlo directamente en ti. 2,22% es una pequeña diferencia que te permite cosechar grandes resultados.

¿Qué puedes hacer durante 2,22% de tu tiempo para marcar esta gran diferencia?

Menos mal que me preguntaste, ¡porque tengo la respuesta! Aunque sea muy simple, no es nada fácil. Sugiero que tomes 2,22% de tu tiempo para realizar algún tipo de ejercicio. Ya casi puedo escuchar el suspiro de angustia a través de mi pantalla mientras lees estas palabras. “¡Cualquier cosa pero no ejercicio!” puedes estar pensando.

Podemos hacer excusas o podemos levantarnos y tomar acción. Todos sabemos que deberíamos realizar más ejercicio, pocos realmente hacemos algo al respecto.

“¿De dónde vienen los 32 minutos?” preguntarás.

He diseñado un programa de ejercicio que utiliza el número “ocho” como una base. Consiste de 32 movimientos diferentes. Contempla ocho respiraciones por minuto durante cada movimiento. En total son 256 respiraciones durante los 32 minutos. Puedes ver mi sobrino David Martín haciendo una versión corta con dos respiraciones por movimiento y que toma ocho minutos aquí:

Nuestra respiración nos alimenta con oxígeno y energía todos los días. Dedicar tiempo para concentrarnos en nuestra respiración y hacer actividad física nutre nuestro cuerpo con gotas de bienestar todos los días.

Haz tu 2,22% de la forma que más te convenga. No es mi manera, ni mis 32 ejercicios lo más importante. Lo fundamental es tomar el tiempo todos los días para promover tu salud corporal y mental a través del ejercicio. Toma 2,22% Para Ti cada día para asegurar que seas actor en vez de espectador de tu vida.

∞ Rob McBride ∞
LL II 21