Lunar Letter / Del Dicho al Hecho

Decimos que del dicho al hecho, ¡hay un buen trecho! Es sumamente fácil decir lo que debemos hacer, mientras hacerlo no es tan simple. He cerrado muchos de mis eventos con las mismas palabras del Sr. Al Batt,

“Es fácil sentarse y darse cuenta, lo difícil es levantarse y ¡tomar acción!”

Normalmente sabemos lo que debemos hacer. Por ejemplo, la mayoría de nosotros comenzamos un nuevo año con muchas metas. Sabemos que debemos ser más constantes, debemos realizar más ejercicio y en general sabemos lo que tenemos que hacer para lograr nuestros objetivos. Entonces, ¿cuál es la diferencia entre cerrar la brecha del trecho y quedarnos al otro lado?

La respuesta, aunque muy sencilla, ¡no es nada fácil! Hay que tomar acción. Tomar el primer paso hacia aquello que más deseamos. Si nuestra meta es perder 10 kilos de peso, ¿es factible hacerlo en un mes? Aunque es posible, no es ni lo más saludable ni lo más recomendable. Estos “kilos de más” no llegaron de un día para otro. Lo más probable es que fueron el resultado de un mordisco más de la cuenta durante varios años ¡combinado con una gran falta de movimiento! El primer paso entonces es no comer tanto y ¡comenzar a moverse! Parece ser fácil hasta que nuestra barriga pide más y quedamos adoloridos cuando hacemos ejercicio.

Para emprender cualquier camino tenemos primero que dar un paso. En el caso que nuestro objetivo sea un viaje, podemos realizar una llamada a una agencia de viajes o si se trata de ir al gimnasio, ponernos los zapatos de goma, agarrar nuestras llaves y salir de la casa. Cualquier objetivo puede ser reducido a una serie de acciones que nos dirigen a donde más deseamos.

Por otra parte, es posible que estos pequeños pasos no nos lleven a las puertas de nuestro objetivo. Curvas y obstáculos acechan en el camino. Debemos de tener bien claro nuestro objetivo y un deseo ardiente para perseverar cuando se trabe el trayecto.

Cualquier profesión u oficio tiene un objetivo primordial. El escritor escribe. El gerente gerencia. El vendedor vende. ¡El zapatero zapatea! Frecuentemente complicamos todo y nos engañamos realizando una serie de actividades de menos importancia para convencernos que estamos trabajando hacia lograr nuestro objetivo. Las palabras, “¡Estoy demasiado ocupado!” ya forman parte integral de nuestro léxico. Tenemos que cumplir con lo esencial para alcanzar nuestros objetivos. No es la actividad en sí, sino la acción decisiva hacia lo que más deseamos lo que marca la diferencia.

No es lo que sabemos sino aquello que hacemos con lo que sabemos lo más importante. Si le preguntas a cualquier persona, ¿qué debes de hacer para tener éxito?” lo más probable es que enumere una lista extensa de actividades para tal fin. Tomar acción necesaria para realizarlas no es tan fácil.

Los que se quedan en el camino, no son necesariamente “flojos,” sino que carecen de un deseo ardiente que quema por dentro y la dedicación de hacer constantemente lo que debe hacerse. Del dicho al hecho, hay un buen trecho, ¡toma acción hoy para quedar satisfecho!

∞ Rob McBride ∞
LL II 20

 

Lunar Letter / En el Ojo del Huracán

En el ojo del huracán encontramos una paz y una tranquilidad impresionante. Mientras que el viento y la lluvia del huracán ocasionan desastre y destrucción, en el ojo del huracán vemos lo azul del cielo y reina la calma.

Como si estuviéramos en el ojo del huracán, ¿es posible mantener la calma en medio de la crisis?

No es nada fácil. Enfrentamos situaciones de desafío a diario con el dinero, la inflación, el dolor, el amor, la preocupación, la enfermedad e inclusive la muerte. Cada día nos despertamos y encontramos una aventura donde estos elementos y muchos más nos acechan para despistarnos de nuestro rumbo y nuestros deseos.

Podemos ver a nuestro alrededor y saber que existen personas que logran mantenerse ecuánimes en situaciones de desafío. Mientras que todos tenemos diferentes experiencias y aprendizajes, todos podemos ubicarnos en el ojo del huracán y así lograr mantener la calma en medio de la crisis. Podemos ajustar la forma en que vemos los acontecimientos de cada día para lograr mejores resultados. No es lo que acontece, sino cómo manejamos lo que acontece lo más importante.

El hambre, la violencia y el odio son elementos que han existido por millones de años. Si bien hay acciones que podemos realizar para disminuir la incidencia de estas trágicas realidades, lo más probable es que ninguno de nosotros las vayamos a erradicar por completo a corto plazo.

Para imaginar cómo sería estar en el ojo del huracán manteniendo la calma en medio de la crisis, podemos visualizarnos sentados en posición de indio con nuestros ojos cerrados. Estamos situados en el medio de toda la turbulencia que nos envuelve. No nos molesta el ruido ni la conmoción a nuestro alrededor. Sabemos que la vida es como es y no como debería ser. Comprendemos que aunque sea posible influir sobre nuestro entorno, no podemos cambiar todo para conformar con nuestros gustos y deseos.

Somos parte de esta realidad que llamamos vida y a la vez no responsables de todo lo que ocurre. Podemos observar lo que acontece en vez de simplemente reaccionar ante ello. Hemos sido entrenados desde niños a tomar “las riendas” de nuestras vidas y ser responsables de nuestras circunstancias. Ciertamente es importante actuar de una manera que sea consistente con nuestros valores y principios. Sin embargo, sucederán cosas en la vida que van más allá de nuestro alcance e influencia.

Cuando nos damos cuenta que todo en la vida es pasajero, podemos ver lo que acontece en nuestro día a día de una forma distinta. Todo está en proceso de cambio y nada perdura para siempre. Todo simplemente es como es. Por más fea o bonita que puede ser una situación, sabemos que con el tiempo cambiará.

La ley de la “impermanencia” afirma que nada permanece igual para siempre. Por más difícil o placentera que sea una experiencia, cambiará con el tiempo. Lo que podemos hacer es dar nuestro mejor esfuerzo para actuar acorde con nuestras creencias y deseos. Lo único que está 100% garantizado en la vida es que, “este momento también pasará…”

∞ Rob McBride ∞
LL II 32

 

Lunar Letter / Momentos

La vida está hecha de momentos…

Momentos mágicos que nos hacen estremecer con placer y que forman una parte integral de la existencia.

Momentos que se convierten en las películas de la mente y que pueden ser accedidas las 24 horas al día para anclarnos en aquellas experiencias que confirman lo maravilloso que es estar en este trayecto increible que llamamos vida

Momentos cotidianos que constituyen una gran cantidad de nuestros minutos, horas y días. Momentos que pueden pasarse por desapercibidos si no estamos prestando atención a cada instante; el vuelo de un pájaro, el color intenso de una flor, el aire invisible que nos da vida

Momentos de éxtasis cuando se para el mundo y entramos en un estado donde nada nos puede tocar o tumbar. Momentos que vienen cuando menos los esperamos y que luego quedan como un remanente de un sueño sensacional que anhelamos repetir con todo nuestro cuerpo y nuestro ser.

Momentos maravillosos que nos hacen sonreír ampliamente y reír tan fuerte que nos duele el estómago. Momentos que dejan su huella en nuestra experiencia, fortaleciendo lazos con las personas con quienes tenemos el gusto de compartirlos y creando relaciones que pueden perdurar toda la vida.

Momentos de inspiración que nos permiten volar con las águilas y durante los cuales pareciera que todo lo que hacemos sale bien. Momentos cuando estamos conectados con el universo y fluimos naturalmente con todos los cambios normales e imprevistos que constituyen la naturaleza de la vida.

Momentos increíbles que nos quitan el aire y la sorpresa de lo perfecto que es la vida en su misma imperfección. Momentos cuando una tormenta arrasa con todo lo que está en su camino y la subsecuente regeneración de vida y abundancia en el mismo lugar donde antes no quedaba absolutamente nada.

Momentos de alegría que alimentan el alma y que verifican que la felicidad debe ser la regla en vez de la excepción. Momentos que nos transportan emocionalmente a otro lugar y que nos abren las puertas para ser felices con lo que tenemos y donde nos encontramos en cada instante, aun sabiendo que siempre podemos mejorar.

Momentos para arriesgarnos con valentía con el fin de lograr lo que más deseamos y pintar un cuadro grandioso que representa lo que somos. Momentos para dar un salto al vacío con energía sabiendo que en el camino podemos realizar ajustes para obtener exactamente lo que queríamos.

Momentos de descanso cuando retomamos nuestras fuerzas y disfrutamos plenamente del placer de simplemente ser, sin sentirnos obligados a siempre estar ocupados. Momentos para saborear el sol, sintiendo su calor y reflexionando sobre el trabajo arduo que paradójicamente nos permite disfrutar de cada instante.

Momentos para pensar en lo maravilloso que es cada segundo, minuto y hora que va pasando como arena por nuestros dedos mientras el mundo sigue dando vueltas. Momentos para ser agradecidos por el privilegio de estar vivos sabiendo con certeza que ¡este momento es el más intenso de nuestra vida y… se va en un instante!

∞ Rob McBride ∞
LL II 19

Lunar Letter / ¿Pa’ mi Qué?

Cuando William Faulkner recibió el premio Nobel expresó lo siguiente:

“La obligación del autor es asistir al hombre a perdurar, levantando su corazón y recordándole del valor, de la esperanza, del orgullo, de la compasión, de la piedad y del sacrificio que han sido la gloria de su existencia.”

¿Mis mensajes levantan tu corazón?

¿Te dan esperanza y valor para perdurar?

La pregunta que constantemente da vueltas en nuestra cabeza cuando escuchamos a alguien o leemos algo es, ¿Pa’ mí Qué? Es importante tomar esto en cuenta cuando nos comunicamos con los demás porque si no lo hacemos, los perdemos.

Cuando comenzamos una conversación con una persona, ¿Cuál es el enfoque que le damos? Si nos orientamos a lo que le interesa a la otra persona tendremos mejores resultados a que si nos concentramos en lo que nosotros queremos. Todos debemos valorarnos como la persona más importante del mundo. Cuando somos honestos con nosotros mismos y cuidamos nuestros pensamientos, podemos cuidar a nuestros seres queridos.

Así que todos nos debemos de estar preguntando, “¿Pa’ mí Qué? Si no lo hacemos, nuestros sueños y deseos serán abandonados en una marea infinita de información. Cuando reconocemos que no estamos siendo egoístas sino realistas al preocuparnos por nuestro propio bienestar, abrimos las puertas para que los demás también lo hagan.

Es clave preguntar a los demás cuáles son sus intereses para que se sientan bien. “PoQueQue QuiDoCo CuaCua,” es el nombre que he dado a la técnica. Por ejemplo, un escritor puede preguntar lo siguiente:

¿Por Qué leen mis lectores?
¿Qué les gusta leer?

¿Quiénes son?
¿Dónde leen?
¿Cómo leen?

¿Cuándo leen?
¿Cuál es su interés?

El objetivo de cualquier profesión y trabajo es ayudar a los demás para que logren lo que ellos quieren. Un doctor provee mejor salud, un abogado da respuestas a situaciones legales, un asesor financiero proporciona consejo para aumentar el capital, un asesor de seguros suministra soluciones para proteger bienes, una tienda abastece productos para mejorar la calidad de vida y un supermercado distribuye comida para sobrevivir.

Me encanta recibir comentarios de mis lectores. Aquellos que son positivos e inspiradores me dan impulso para seguir escribiendo. Aquellos que me dan dirección y consejos me dan la oportunidad para mejorar lo que hago. Le doy gracias a todos porque me permiten proveer mensajes que responden a la pregunta, “¿Pa’ mí Qué?”

Cuando nos comunicamos con los demás podemos orientar nuestra atención a lo que es más importante para ellos. Cualquiera que sea nuestra actividad o donde sea que vivamos, dependemos de los demás para lograr nuestros sueños y deseos. Cuando nos dirigimos a lo que los demás quieren y necesitan, como si fuera magia logramos lo que nosotros mismo queremos y necesitamos.

∞ Rob McBride ∞
LL II 18

 

Lunar Letter / Una Ñapita

A todos nos encanta una ñapita. Recibir un poco más de lo esperábamos crea emociones que nos hacen sentir maravillosos. Dar una ñapita a nuestros clientes, pacientes, contribuyentes, usuarios, amigos y/o familiares genera dividendos que van mucho más allá de lo que podemos imaginar.

La palabra ñapa viene del lenguaje Quechua y se define como ayuda, aumento o añadidura. Una ñapita puede venir en forma de un beneficio económico como también de una acción o intención.

“Prometer mucho y dar algo más,” es una frase que he tenido presente desde el año 1989 cuando la escuché por primera vez en un taller conducido por Joel Weldon. Cuando logramos cumplir con la promesa de dar un excelente producto o servicio y luego damos un poco más, la competencia que suele ser una pesadilla para los demás se convierte en una fuente de nuevas oportunidades para nosotros.

Para los que han asistido a mis eventos, saben que a menudo entrego una pelota de rebote para afirmar la idea de, “Es el Rebote lo que nos Lleva al Tope.” Esta es “la ñapa” que a mí me encanta dar. Es mi forma de difundir mi mensaje a la mayor cantidad de personas posible. Cuando llegan a su trabajo o a su casa jugando con la pelotita, se puede abrir un espacio para una conversación donde ellos compartan la idea con otros: “Todos podemos rebotar por lo menos una vez más.” He tenido el placer de compartir mis ideas con más de 7,000 personas en diferentes eventos. ¡Esto significa que hay muchas pelotas rebotando por ahí! Frecuentemente encuentro personas que me preguntan, “Aunque no me acuerdo de tu nombre, tú eres la persona de la pelotita, ¿verdad?”

Si hay algo que podemos agregar que tiene un valor económico, ¡maravilloso! Si no es el caso, hay muchas maneras que podemos dar una ñapita.

A continuación unos ejemplos:

Ofrecer una idea más de lo que se espera.

Reconocer a todos con una sonrisa sincera.

Utilizar un lenguaje que sea comprensible para todos.

Crear un ambiente positivo siendo abierto y comprensivo.

Aprender y utilizar los nombres de las personas para saludarlas.

Dejar notas y recados indicando lo importante que es una persona para nosotros.

Realmente escuchar lo que nos dicen en lugar de pensar constantemente en lo que vamos a responder.

Llamar a clientes, amigos y familiares en sus cumpleaños, aniversarios y momentos cuando están pasando por desafíos.

Ofrecer un caramelo a las personas que entran a la tienda diciendo, “Este es un regalo para usted. Si puedo ser de utilidad, ¡favor avisarme!”

Dar un abrazo fuerte cuando sea posible y apropiado. En lo personal, yo necesito por lo menos ocho abrazos al día, ¡solamente para mantenimiento!

El cielo es el límite y la creatividad apremia. Lo importante es hacerles saber a los demás lo valiosos que son porque la necesidad más grande que todos tenemos es que nos valoren y que nos tomen en cuenta. Cuando le damos una ñapita a los demás, le proveemos un regalo extraordinario.

∞ Rob McBride ∞
LL II 17

 

Lunar Letter / Podando Excesos

Como una planta que requiere cariño para crecer y florecer, nosotros también necesitamos un cariño de vez en cuando. Un árbol que tiene ramas y hojas muertas tiene que ser podado para canalizar la energía que lo sustenta. De la misma forma, nosotros también podemos Podar Excesos en nuestras vidas para optimizar nuestros recursos.

¡Es importante destacar que no siempre hace falta podar! De hecho, podar una planta saludable puede matarla. Si estamos recibiendo todo lo que deseamos y en la cantidad que queremos, ¡No hace falta hacer absolutamente nada! Aún así, en la gran mayoría de los casos, existen excesos que podemos podar para alcanzar la vida que más deseamos.

¿Cuáles son los excesos que se pueden podar en tu vida?

La respuesta de cada quien será distinta y todos somos diferentes. Nuestros hábitos pueden generar o restar poder y energía. Quitar una hoja muerta de una planta es como Podar Excesos de nuestra vida. En ambos casos creamos espacio para progresar y prosperar.

Una de mis más importantes lecciones de vida vino de mi madre. Me decía, “Robbie, la gran mayoría de las cosas en la vida no son ni buenas ni malas. La manera en que las manejamos es lo que les da sentido. La moderación ante todo nos permite disfrutar más de cada momento.”

Mientras que puede haber una cantidad ilimitada de excesos, para algunos uno de estos “Excesos” podría ser el trabajo. Si bien todos tenemos que trabajar, esto no nos debe de tomar el 100% de nuestro tiempo. La actividad económica que nos sustenta nos permite disfrutar de nuestro entorno. Aún así, demasiado trabajo podría convertirse en un hábito que resta importancia de otras partes vitales de nuestra vida.

Sin embargo, para otros un “Exceso” podría ser demasiado descanso. Si estamos siempre descansando vendrá un momento cuando no tendríamos tiempo siquiera para descansar un poco. De todas maneras relajarse y recargar las pilas es tan importante como trabajar y producir.

¿Cómo utilizas cada momento de tu día?

Un ejercicio valioso consiste en evaluar exactamente lo que hacemos en cada instante durante varios días. Anotar las actividades que realizamos y el tiempo requerido para cada uno ¡suele ser revelador! Una de las quejas más frecuentes es, “¡No tengo tiempo para nada!” Mientras que esto parece ser el caso, el tiempo es igual para todos y no existe nadie que tiene más tiempo en un día que otro.

Cada día tenemos el regalo de 1.440 minutos. Como cualquier otro regalo, depende de nosotros lo que hagamos con ese “presente.” Lo podemos colocar en una gaveta y desperdiciarlo o sacarlo y utilizarlo. Aunque es común pensar que no tenemos tiempo, siempre podemos tomar 5, 10 o 20 minutos para realizar ejercicio, llamar a un amigo o efectuar cualquier otra actividad que provee energía y dirección a nuestro destino durante el día.

No es el “tiempo” en sí lo que nos falta sino los “Excesos” que frecuentemente ocupan nuestros días, semanas y meses. Podar Excesos crea espacio para lograr lo que más queremos en nuestra vida. El tiempo marcha en su camino constante. Determinar lo que más deseamos y luego enfocarnos en las actividades que nos dirigen hacia esos objetivos, asegura vivir una vida de intención y no de frustración.

∞ Rob McBride ∞
LL II 16

 

Lunar Letter / Es sus Marcas, Listos, ¡Accion!

¿A dónde?

¿Por qué?

¿Cómo?

Éstas son preguntas que nos pueden guiar hacia lo que más deseamos. Tanto para una persona como para una compañía responder estos interrogantes es necesario para colocarse en su marca, estar listo y tomar acción. Son pasos que definen dirección, crean caminos contundentes y dan ímpetu para movilizarnos con decisión.

¿A dónde vamos y hacia dónde queremos ir? Ésta es la primera pregunta que debemos hacernos para colocarnos “En la Marca.” A nivel personal, intuitivamente sabemos la respuesta. Si estamos realmente contentos con nuestra situación, podemos seguir en la misma dirección. Si no estamos encaminados a donde queremos estar, es importante definir lo que más deseamos. Puede ser algo material o emocional que quizás requiera un ajuste. Es diferente para todos y por lo tanto la respuesta será diferente para cada quien. Yogi Berra lo expresa de esta manera, “Si no sabemos a donde vamos, llegaremos a otro lugar.” Para no llegar a “otro lugar,” es importante estar “En la Marca.”

La viabilidad de una compañía también depende de que esté “En su Marca.” Sin dirección la organización pasará a ser noticia de ayer y tanto los dueños como los empleados serán afectados adversamente. Mientras que suelen ser los directores y dueños de una empresa quienes definen la misión, son los que trabajan allí los que le dan cuerpo y vida. A menos que todos trabajen para un bien común, todos resultarán haciendo algo diferente ya que no sobrevivirá la organización.

Con la dirección bien definida precisamos la razón del “por qué” debemos tomar esta vía y así, estar “Listos” para seguir adelante. ¿Por qué debemos cambiar nuestra dirección cuando no estamos logrando lo que deseamos? Si aún no existe, crear un deseo ardiente que echa chispas por dentro nos energiza para mantener nuestro objetivo bien enfocado. Tanto a nivel personal como organizacional, un excelente “por qué” es vital. El ser humano tiene una creatividad y capacidad impresionante para hacer lo que tiene que hacer cuando tiene un fuego que arde por dentro dándole impulso hacia delante. Una compañía que vibra con un fuerte “por qué” tiene socios en vez de empleados que trabajan para lograr algo mucho más grande que una simple venta o cumplir con una tarea. Solidifica y crea un esfuerzo capaz de enfrentar cualquier adversidad.

Con dirección y convicción determinamos el “cómo” vamos a lanzarnos con “Acción.” ¿Cómo podemos lograr lo que anhelamos? En algunos casos es evidente. Si queremos perder peso hay que comer menos y hacer más ejercicio. Si queremos mejorar nuestro estado emocional debemos mejorar los patrones que utilizamos para interpretar lo que nos acontece. Cuando existen empleados dentro de una compañía que solamente piensen en ellos mismos hace falta un hilo que una a todos y así hacer una pieza de tela que forma un equipo de trabajo. Por ejemplo, si queremos aumentar nuestra rentabilidad, tenemos que proveer mejor servicio y calidad para obtener y mantener a nuestros clientes o usuarios.

Para seguir adelante con energía y emoción lo más importante no son necesariamente las respuestas que le damos a los acontecimientos de la vida y del trabajo sino nuestra interpretación de los mismos. Cuando mejoramos nuestra capacidad de plantear preguntas poderosas nos colocamos “en nuestras Marcas” para estar “Listos” y luego tomar “Acción” con determinación para lograr lo que más deseamos.

∞ Rob McBride ∞
LL II 15

Lunar Letter / Vuelto un 8

¿Alguna vez te has vuelto un 8?

Yo paso la gran mayoría de mi tiempo “Vuelto un 8”, aunque quizás no de la forma como podrías estar pensando. Muchos tenemos un número favorito, en mi caso es el número ocho. Éste es un número que se repite en mi vida de muchas diferentes maneras. Estoy convencido que si mi número favorito fuera otro, pasaría lo mismo.

Nuestra mente crea nuestra realidad y nosotros nos convertimos en lo que pensamos. En este instante el número ocho se vuelve a manifestar en mi propia realidad. Estamos en el mes 8 del año 2008 y este ejemplar del Lunar Letter es el número 64 (8 x 8). Hace cinco años comencé a escribir el Lunar Letter, el cual comenzó con una chispa de interés y ahora se ha convertido en un hábito que me permite tocar a miles de personas cada mes.

Las olimpiadas en Beijing comenzaron el 8 del 8 del 2008 a las 8:08 PM. A pesar del calor al principio del mes de agosto en la China, decidieron comenzar las olimpiadas en esta fecha por la importancia del número 8 en su cultura. Números de teléfono y placas de automóviles que contienen muchos 8 son muy codiciados y se venden por mucho dinero en este país. El número 8 para los chinos es el número de la suerte y significa prosperidad.

La publicación de mi tercer libro, es otro evento que resalta la importancia del ocho en estos momentos de mi vida. Éste se llama, 44 in a Row, 44 to Go donde expreso mi deseo de vivir hasta los 88 años con salud y energía. Aunque no sé si llegue a esta edad, lo tengo como mi norte. Además, al escribir estas palabras, tú ya lo sabes, ¡así que no me queda otro remedio que cumplir con mi palabra, dando mi mejor esfuerzo!

Frecuentemente son las cosas pequeñas que hacen una gran diferencia en nuestras vidas. Por ejemplo, realizar una llamada telefónica, asistir a una conferencia o tomar el tiempo para compartir con un amigo. Estas pequeñas cosas pueden ser el inicio de algo grande. No es lo que sabemos, sino lo que hacemos con lo que sabemos lo más importante.

Un número en sí realmente no tiene mucha importancia. Es cuando nosotros le otorgamos poder que se vuelve importante. Lo mismo ocurre con nuestros pensamientos. Tenemos miles y miles de pensamientos cada día, la gran mayoría vienen y van sin influir mucho sobre nuestro trayecto. Es cuando le damos importancia a nuestras ideas que logramos ir lejos con ellas.

En vez de dejar que pase el tiempo podemos pasar el tiempo pensando en lo que podemos hacer para disfrutar más de la vida. No todo es bueno, bonito y bello, sin embargo, podemos comenzar a ver lo que sí es bueno, bonito y bello en nuestro entorno. La vida es increíble y se convierte en algo interesante cuando nos tomamos el tiempo para observar las cosas pequeñas que en su conjunto crean esta realidad que llamamos vida.

Espero que estés vuelto un 8 con más frecuencia pero no con la preocupación y la incertidumbre del futuro; sino con la misma prosperidad y suerte que los chinos le dan al número 8. Por cierto, si tumbas dos ochos y enlazas uno con el otro, tienes dos signos de infinidad entrelazados. Para ti amigo lector del Lunar Letter, te deseo una infinidad de rebotes.

∞ Rob McBride ∞
LL II 14