Nuestro Clima por Dentro

¿Has notado alguna vez que llevamos nuestro propio clima por dentro?

A veces nos sentimos brillantes y soleados, otras tenues y sombríos. El clima exterior puede influir, y a menudo lo hace en la forma en que nos sentimos por dentro, pero este no es necesariamente el caso, ni tiene por qué serlo.

Hay días en los que nos despertamos con ánimo, celebrando el día y listos para trabajar; y otros cuando todo lo que realmente queremos hacer es cubrirnos la cabeza con la cobija y quedarnos en cama. Muchas circunstancias influyen en nuestro propio clima interno, incluyendo nuestra salud, nuestras emociones, el clima afuera y el clima dentro de quienes nos rodean. Es más, podemos pasar de sentirnos verdaderamente fabulosos a absolutamente terribles en un instante.

¿Qué hay detrás del clima que tenemos dentro?

¿Por qué es tan variable y qué podemos hacer para mejorarlo?

Similar al clima exterior, el nuestro está en un estado de cambio constante. La presión barométrica indica cambios en el clima, para bien o para mal. Así también nuestros propios pensamientos y emociones indican hacia dónde se dirige nuestro clima interno.

Todos tenemos diferentes detonadores que afectan cómo nos sentimos. Algunas personas pueden hacer daño a otras, engañar, robar y tal vez incluso matar a otras, sin sentir ni una gota de remordimiento; mientras que otros estarán destrozados durante días por causa de una pequeña discusión. Algunos de nosotros podemos cambiar nuestro clima interior en un abrir y cerrar de ojos, mientras que otros dan muchas vueltas tambaleados a su voluntad.

Ninguno de nosotros somos iguales. No hay una respuesta sencilla que funcione para todos. Sin embargo, ofrezco algunas ideas para optimizar tu propio clima por dentro:

Llena tu mente con ideas y pensamientos positivos.

Comprende que solo porque está lloviendo afuera, no hace falta llorar por dentro.

Toma en cuenta que por terrible que sea tu clima interior, la esperanza se renueva con cada nuevo día.

Haz ejercicio y come bien para dar a tu cuerpo la energía que necesita para optimizar tu propio clima interior.

Rodéate de personas que son soleadas por dentro, ofreciéndoles algo de nuestro sol cuando están abrumados.

Decide ser un termostato, siendo el dueño de tu propio clima; en lugar de un termómetro, no más reflejando la temperatura del ambiente.

A medida que cambia el clima exterior, también el medio ambiente cambia. Después de la lluvia viene el sol, después del invierno viene el verano, después de la oscuridad viene la luz. Quizás nosotros también podamos aprender a comprender que las lecciones más duras de la vida a menudo traen consigo las lecciones más importantes.
Si bien esto es mucho más fácil decirlo que hacerlo, podemos influir positivamente en nuestro clima interior. El viento, la humedad y la temperatura afectan el clima exterior. Cuando nos damos cuenta de que nuestra salud, nuestras emociones y, sobre todo, nuestros pensamientos, crean nuestro propio clima interior, podemos manejar mejor nuestro clima para que sea brillante y soleado, en vez de oscuro y sombrío.

∞ Rob McBride ∞
26 de mayo de 2021
LL V 12

¿Tienes un Problema?

Si es así, ¡tengo una solución!
Podría ser tan sencillo como 1, 2, 3 …

Si eres como la mayoría de las personas, no tienes un problema, tienes muchos. A menudo, nuestro único deseo es de no tener ningún problema, pero son inherentes a la vida. ¿Alguna vez has pensado en esto?

Las únicas personas que no tienen problemas son las que están muertas. Sin embargo, si realmente lo pensamos, ellos también tuvieron problemas, sólo que cuando murieron, probablemente se los dejaron a otro. ¿Habrá algún momento en tu vida en el que no tengas que pagar las facturas del teléfono y de la electricidad, o en el que no tengas que reponer la comida que acabas de comer?

Muchos de nosotros somos adictos a las listas de “Quehaceres”. Escribimos todo lo que tenemos que hacer y de alguna manera creemos que lograr cada elemento en la lista hará que nuestros problemas desaparezcan, ¡y los de la lista sí se van! Pero tan rápido como nos ocupamos de un conjunto de problemas, ¿te has dado cuenta cómo surgen otros?

Siendo este el caso, tener problemas significa una cosa. Significa que estamos vivos y, sin duda, ¡este es un gran comienzo! Por lo menos parece mejor que la alternativa. Así que alégrate de tener problemas, porque el día en que no los tengas probablemente será el día en que le pases los tuyos a otro.

En cuanto a los problemas en sí, siempre hay una solución. Puede que no nos guste o que no estemos dispuestos a implementarlo, pero hay una manera de resolver cualquier problema que podamos tener. No es necesariamente “fácil” de resolver, pero en la gran mayoría de los casos hacerlo es un proceso bastante “sencillo”. Sigue estos pasos para encontrar soluciones a tus problemas:

1) Ocúpate: no te quedes por ahí sentado, triste y abandonado, pensando en lo que está mal, ocúpate de averiguar cómo arreglarlo. Si necesitas hacer una llamada, házlo; si es necesario implementar un cambio, impleméntalo; si no sabes lo que debes hacer, busca alguien que lo sepa. No esperes a que el problema desaparezca porque rara vez lo hace y es probable que la situación se empeore antes de mejorarse.

2) Se útil: la mayoría de las cosas que hacemos en la vida involucran a otras personas. Para la mayoría de nosotros, no es posible vivir por mucho tiempo sin depender de alguna manera de los demás. Por ejemplo: si tu problema es no tener suficiente dinero, piensa en cómo puedes ser útil a los demás para generar lo que necesitas. Todo el mundo tiene una variedad de necesidades. Si tu necesidad es un flujo de caja adicional, simplemente necesitas encontrar algo que puedas hacer para satisfacer las necesidades de otros y estarás bien encaminado para resolver tu problema de no tener suficiente dinero.

3) Se agradecido – Esto parece ser un hecho, pero en muchos casos no lo es. Nos apresuramos a quejarnos del clima, de nuestros dolores y molestias, o de lo que no nos gusta de nuestros clientes y vecinos. Es muy fácil encontrar cosas que están “mal” en nuestra situación actual, pero cuando vas por ese camino, da un giro, cambie de dirección y comienza a enumerar todas las cosas que están “bien” en tu vida. ¿Estás respirando? Va uno. ¿Y tu corazón, está latiendo? Va otro… Creo que podrás ver hacia donde voy. Cuando comenzamos a observar nuestro entorno inmediato, generalmente hay una lista increíblemente larga de cosas por las cuales podemos estar agradecidos.

Toma cada día uno a la vez. La ciudad de Roma no se construyó en un día y, si bien muchos problemas pueden resolverse en un período de tiempo relativamente corto, otros demoran más. No te desanimes cuando se acumulan los problemas. Toma uno a la vez haciendo lo que puede ser hecho con cada uno estando ocupado, útil y agradecido. ¡Si lo haces, podrías resolver tus problemas tan sencillo como 1, 2, 3!

∞ Rob McBride ∞
4 May 2021
LL V 11

Juventus – Una Fuente de la Juventud

¿Alguna vez has pensado en cuánto dinero se gasta para lucirnos más joven? Hay muchos que se someten a cirugías, dietas radicales y entrenamientos asesinos en un intento de quitar algunos años de su apariencia. Pero me pregunto, ¿deberíamos preocuparnos por cómo nos vemos o cómo nos sentimos?

Sin duda, un bisturí puede hacernos ver mejor en un instante, pero ¿cuánto durarán los resultados? Lo mismo puede decirse de las dietas y el ejercicio, que a menudo se olvidan rápidamente una vez obtenidos los resultados deseados, o en otros casos, que se dejan a un lado si no funcionan de inmediato. A largo plazo, ¿no tiene más sentido modificar nuestro estilo de vida y nuestros hábitos, no solamente para vernos mejor, sino para sentirnos mejor?

En un vuelo por avión a principios de la década de 1990, conocí a un hombre atlético y fuerte que tenía casi 80 años. Él me explicó las virtudes de un programa de ejercicio que él había practicado desde que estaba en la Fuerza Real Aérea Canadiense que se llama los Cinco Ejercicios Básicos (5BX del RCAF). Desde aquél entonces, he realizado estos ejercicios. y otros, casi todos los días. La única excepción fue durante un período de tiempo entre 2018 y 2020, cuando después de resbalarme y caer, me lastimé la espalda. Debido al dolor, justifiqué el no hacer ejercicio, primero por unos días, pero que luego en lo que se convirtió en semanas y meses. Si bien quizás tenía una buena excusa, mi falta de realizar ejercicio afectó no solamente mi nivel de energía, sino también mi estado de ánimo.

Tenía lo que Zig Ziglar llama el “Pensamiento Apestoso”. Estaba letárgico y me encontré moviéndome como un viejito. Hace aproximadamente un año, decidí ver si podía encontrar algunos ejercicios que me ayudaran a fortalecer la espalda y, afortunadamente, encontré varios. Después de varias semanas de hacerlos y trabajar ciertos músculos, mi espalda se fortaleció y ya no me dolía como antes. Varios meses después, me di cuenta de que no había vuelto a mi rutina diaria de ejercicios, así que me propuse hacerlo. Desde entonces, mis niveles de energía han aumentado y mi actitud en general también se ha mejorado.

Mejor aún, mi nueva rutina de ejercicio ahora incorpora varias cosas que me gustan. Yo lo llamo Juventus. Además de ser el nombre de uno de los equipos de fútbol más famosos del mundo, también significa joven o juvenil (proveniente de la antigua diosa romana llamada Juventa). Mi rutina consiste en lo siguiente:

  • Radio Gold Instrumental (mañana)
  • Mi Música Aleatoria (tarde)
  • 32 movimientos de Roga Yoga (incluyen Yoga, Tai Chi, calistenia e incluso algo de baile y tocar guitarra en el aire, si la música es buena y lo merece)
  • 5 Ritos Tibetanos (un ritual implementado a diario de cinco movimientos del libro “The Eye of the Revelation”)
  • 3 movimientos adicionales de estiramiento
  • Semillas del Éxito (una serie de citas que he memorizado de diferentes fuentes)

Puedes hacer clic en cualquiera de los enlaces anteriores para ver ejemplos de cada uno. Si bien me parece que casi cualquier tipo de ejercicio funcionará, a mí me gusta esta combinación.

Nuestro estilo de vida, con todas sus comodidades, ha llevado a muchos a ser perezosos y sujetos a la obesidad. En cuanto a una dieta adecuada, hay muchas opiniones y cada una puede ser muy convincente. Algunos promueven dietas ricas en proteínas o carbohidratos. Otros afirman que ser vegano o vegetariano es el camino correcto. El que a mí más me gusta, que también he puesto en práctica desde principios de la década de 1990, se llama la Antidieta.

Independientemente del ejercicio o de la dieta que decidamos seguir, lo más importante es tener una rutina que funcione para nuestro cuerpo y nuestro ritmo de vida. No es necesario hacer el ejercicio en un gimnasio y la mejor dieta no siempre es para perder peso. Se dice que caminar enérgicamente es uno de los mejores ejercicios y una dieta que consiste en todos los alimentos puede proporcionar resultados fabulosos (siempre y cuando se combina correctamente y se come con moderación).

Si tienes sobrepeso o bajo peso, y/o tienes problemas para mantener tu energía, la buena noticia es que puedes comenzar un programa de ejercicio y dieta hoy que te permita sentir un poco mejor mañana mismo. Descubre qué tipo de ejercicio es el más placentero para ti y cuál es la dieta más te conviene. Cuando lo hagas, puedes comenzar no sólo a verte más joven, sino más importante, a sentirte mejor.

∞ Rob McBride ∞
28 Feb 2021
LL V 10

Pequeños Hombres por Dentro

¿Alguna vez has considerado cuántas cosas hace nuestro cuerpo sin que siquiera lo pensemos?

El corazón late, los pulmones respiran y el resto de nuestro cuerpo hace lo suyo a medida que realizamos nuestras acciones diarias. Me parece fascinante cómo se hace todo esto. Somos capaces de caminar erguidos sin caernos, comer y digerir nuestra comida, la mayor parte del tiempo sin darnos cuenta de todo lo que nuestro cuerpo hace para realizar las tareas más simples. Sin embargo, todo esto se hace de alguna manera, generalmente sin nuestro conocimiento.

Propongo que debemos tener pequeños hombres por dentro que se encarguen de todas estas cosas. ¿Te acuerdas de la biología? Supongo que estos pequeños hombres en realidad se llaman células, pero para mí ciertamente parecen un montón de trabajadores moviéndose en un esfuerzo coordinado con un sólo objetivo: mantenernos vivos y bien.

Sabemos que tenemos muchos tipos diferentes de células. A veces trabajan en armonía una con otra, y otras en oposición. Algunas de nuestras células mantienen nuestras funciones vitales, otras están en el cerebro, controlando virtualmente todos nuestros pensamientos y acciones. Otras están en el torrente sanguíneo y otras en la piel. Cada una de éstas células está en un proceso constante de evolución y cambio; muy similar al proceso de nuestra propia vida. A medida que nacen nuevas células de las existentes, las más antiguas mueren o ya no son viables. A través de todo este magnífico concierto de acción entre nuestras células, somos en gran parte inconscientes de todo lo que está sucediendo, pero su canto continúa por dentro 24 horas al día, 7 días a la semana, cuando estamos despiertos y cuando dormimos, desde el día en que nacemos hasta el día en que morimos.

Imagino que son trabajadores, cada uno perteneciendo a una parte diferente del cuerpo. Algunos de nuestros pequeños hombres están en los órganos vitales, asegurando que cada uno siga haciendo lo suyo. Muchos de ellos están en el cerebro, probablemente conformando distintos comités para nuestras emociones, acciones y otras funciones básicas. Otros trabajan en la superficie del cuerpo, formando barreras protectoras contra intrusos y luchando contra enemigos, a su vez promoviendo la coagulación de la sangre para evitar que nos desangremos si nos cortamos con algo.

Cuando consideramos todo lo que los pequeños hombres por dentro hacen por nosotros, ¿no crees conveniente hacer nuestro mejor esfuerzo para mantenerlos saludables, permitiéndoles hacer mejor su trabajo? ¿No es la comida que comemos, las cosas que bebemos, el aire que respiramos y los pensamientos que guardamos lo que les da a nuestros pequeños hombres los “nutrientes” que necesitan para funcionar a su máximo rendimiento?

Me parece que a menudo complicamos demasiado los asuntos de la salud. Si hemos aprendido algo en nuestra existencia aquí en el planeta, es que parece haber un gran esquema dirigiendo todo que proporciona a cada ser vivo lo que necesita para sobrevivir.

En nuestro caso, la comida, el agua, el aire y los pensamientos son lo que nuestros pequeños hombres necesitan para prosperar. Si bien no siempre es posible, ¿qué tal si nos alimentamos con cosas que crecen del suelo, vuelan, nadan o andan caminando por ahí? ¿Es necesario ingerir tantos químicos?

Cuando tratamos nuestros cuerpos como si fueran templos, ejercitándolos y sólo permitiendo que entren cosas buenas, nuestra capacidad para combatir las enfermedades físicas y mentales, como también la negatividad, se vuelve mucho más fuerte que si los llenamos con tanta basura y propaganda.

∞ Rob McBride ∞
29 de enero de 2021
LL V 9

APAGA las Notificaciones

ENCIENDE la vida.

Detente, mira y escucha al mundo que te rodea, hay tanto que ver, sentir y experimentar.

¿Has notado cómo nuestros teléfonos son tan insistentes en darnos notificaciones?

Vienen a nosotros de muchas diferentes formas, cada una diseñada para llevarnos a un lugar diferente y, a menudo, en una dirección diferente. Las telecomunicaciones y las redes sociales se han convertido en un almacén de información, donde nosotros somos la mercancía. Somos desglosados, categorizados y empaquetados en cómodas cajas, listos para ser utilizados en una campaña publicitaria.

Hoy en día podemos estar hablando de algo un minuto y en un instante estar recibiendo un anuncio para comprarlo. ¡El Gran Hermano está mirando! George Orwell no estaba muy lejos con algunas de sus predicciones, excepto que en lugar de ser monitoreado para ser recompensado o castigado; nuestros hábitos y movimientos están siendo rastreados para vendernos cualquier cosa. Dondequiera que miremos hay algo más para comprar, una nueva promoción, una nueva idea o un enfoque diferente.

Quizás esto no sea algo malo, después de todo, si nos venden lo que queremos, quizás nos ahorre tiempo. Sin embargo, a veces parece que lo electrónico de nuestro mundo puede llegar a ser demasiado. Estamos constantemente inundados de ofertas para comprar algo o hacer una nueva inversión. Entre la radio, la televisión, los teléfonos y las vallas publicitarias, somos bombardeados con ofertas, cada una compitiendo por nuestra atención y, en última instancia, deseando nuestro dinero o participación en algo.

Si bien es difícil apagar el aluvión visual de información a medida que avanzamos en nuestro camino, podemos controlar nuestra “exposición electrónica”. Podemos tomar control de lo que vemos en el teléfono en vez de ser controlados.

Podemos hacer lo siguiente:

Primero, y lo más importante, simplemente APAGUE todas las notificaciones en tu teléfono, excepto aquellas que son de vital importancia, como pueden ser las llamadas telefónicas. Tan pronto como lo hagas, te garantizo que sentirás una fresca sensación de alivio, libre de las campanas y silbidos que antes te acompañaban en todo momento. En lugar de mirar constantemente al teléfono cada vez que hace un sonido, puedes hacer algo más importante con tu vida que seguir un enlace tras otro que te lleva y te guía.

Mi segunda sugerencia es establecer una parte del día cuando estés ENCENDIDO al mundo y otra en la que estés APAGADO. Me gusta estar encendido de 8 am a 8 pm, ya que la mayoría de lo que tengo que realizar puede ser hecho durante esas horas. De 8 pm a 8 am, a veces tengo el teléfono encendido, pero generalmente me alejo de las redes sociales y los mensajes, utilizándolo sólo para escuchar música, tomar fotografías o ver películas.

¿Cuánto tiempo te lleva revisar tus mensajes y las redes sociales por la mañana en tu teléfono?

Si eres como muchas personas, es lo primero que haces. En lugar de comenzar el día con tu teléfono, ¿qué tal comenzar el día leyendo un buen libro, hablando con tu pareja o simplemente tomando una taza de café mientras contemples el amanecer del día?

Esto puede sonar bien, excepto que quizás quieras darle los buenos días a alguien especial en otro lugar del planeta. Si es el caso, ¡házalo! Quizás incluso puedas tomar una “taza de café” virtual con ellos. Enciende el teléfono, llámalo o inclusive haz una llamada por video si es posible. Pero después de hacerlo, ¿hay algo más que puedas hacer en lugar de pasar por las interminables historias, publicaciones, tweets y correos electrónicos que se han convertido en una parte tan importante de nuestras vidas?

A menos que tengas alguna información vital que estés esperando a primera hora de la mañana, ¿qué tal si le des un descanso a la mente por un rato antes de encender el teléfono, decidiendo tú, cuando quieres comenzar tu “día electrónico”, en lugar de hacerlo automáticamente al despertar?

Nuestros teléfonos son vitales para mucho que hacemos y debemos utilizarlos para ser más productivos, pero sin que nos usen. En lugar de dejar que sean ellos los que dicten cuánto tiempo les dedicamos y qué hacemos con ellos; que seamos nosotros los maestros en lugar de los esclavos. En vez de levantar automáticamente el teléfono cada cierto tiempo para ver que ocurrió en el mundo después del último sonido, puedes decidir cuándo tomarlo y cuánto tiempo dedicarle.

Hay mucho que ver, sentir y experimentar en el mundo que nos rodea. Es imposible ser apreciada de la misma manera a través de una pequeña pantalla en un dispositivo móvil. Tómate el tiempo para detenerte, mirar y escuchar al mundo que te rodea APAGANDO las notificaciones y ENCENDIENDO la vida.

∞ Rob McBride ∞
30 dic 2020
LL V 8

El Gran Guille

Algunos lo llamaban papá, otros esposo, tío, jefe, compañero, amigo, padrino o pana.

Para mí, era ¡mi gran pana Guille!

Él fue una de las primeras personas que me recibieron en Caracas
Él fue quien siempre estaba ahí cuando lo necesitaba
Él fue de los pocos que cumplía con su palabra
Él fue de los que quería llegar a tiempo

Ahora que el Gran Guille no está en el plano físico con nosotros, me parece que él aún no se ha ido del todo de los afortunados que nos quedamos.

Afortunados de haber conocido a una persona, que si bien no era perfecta, fue un ejemplo digno de seguir. Para quienes le conocimos, no dejaba de asombrarnos la “chispa” que tenía para identificar y expresar lo que ocurría en un determinado instante en pocas palabras.

Fueron tantos buenos momentos con él y su familia, que recordarlo me dibuja una sonrisa en el rostro. Los viajes a la playa, a la montaña y más allá. Momentos de felicidad como fueron cumpleaños, graduaciones y las bodas, así también los momentos difíciles, tales como la llegada de la muerte y otras situaciones complicadas. El Gran Guille estaba ahí siempre listo con unas palabras acertadas, una sonrisa de picardía o un gesto de complicidad.

Cuando caminaba por la calle, saludaba a la gente con gentileza, respetando a cada quien independiente de su estrato social. Podía conversar con las personas de una posición alta y de la misma manera con los que no tenían techo. Si tenía algo que decir, lo decía y ya, dejando que el otro interpretara su mensaje como mejor le pareciera.

El Gran Guille trabajaba bien y se ganó el respeto de aquellos con quienes interactuaba, tanto por parte de sus jefes, como también de los quien estaban bajo su mando, que en momentos eran muchos. Él logró mantener el orden dentro del caos dirigiendo a su equipo de trabajo, tal como el notable Dudamel dirige una gran orquesta.

El Gran Guille se vestía bien y era muy cuidadoso con su apariencia, aunque también sabía ponerse cómodo y relajado dependiendo del lugar, pasando de la formalidad a la comodidad con facilidad. Era un hombre que se sentía en casa en casi cualquier lugar.

Era astuto y hacía los negocios fácilmente. Aunque seguramente en uno que otro no obtuvo la ganancia esperada, en la mayoría de los casos parece que el resultado era positivo. Sin embargo, la carga constante que implicaba cuadrar las cuentas y su lucha contra una situación cada vez más difícil, fue quizás el inicio de su final.

Puedo recordar con gratitud el haber compartido muchas cosas con el Gran Guille, entre ellas:

Viajar en lancha a los Cayos de Morrocoy
Pasear por las grandes Pampas de Argentina
Esquiar en las Montañas Rocallosas de Colorado
Estar sentado en casa viendo cualquier deporte en la tele
Ir al Ávila para comer un sanduche de pernil o quizás ir a otro lado
Estar perdido la ciudad, y llamarlo porque sabía que él sabía la vía correcta
Jugar un partido de tenis casi todos los domingos en el parque
Resolver problemas con él porque era su especialidad
Estar juntos en momentos importantes
Pasar ratos juntos donde sea

Mientras que hay muchas diferentes maneras de recordar a una persona cuando se ha ido de esta realidad ya conocida por nosotros hacia otra aún desconocida. Elijo recordar las excelentes calidades del Gran Guille que lo hacía tan especial para tantos de nosotros.

¡QEPD mi pana!

∞ Rob McBride ∞
20 Feb 2020

Lunar Letter / Al Borde de la Perfección

Mientras que merece la pena esforzarnos en llegar a la perfección de algunas cosas, otras no justifican dicho agravante. La matemática, la ciencia y la ingeniería son áreas que se benefician al acercarse lo más posible al estándar perfecto de cada una de sus ramas.

Este anillo que me dió mi gran amigo Mark Skotchdopole es “Al Borde de la Perfección”

Sin embargo, muchas veces nos estresamos demasiado intentando alcanzar “la perfección” pudiendo esto llegar a ser hasta contraproducente. El perfeccionismo puede convertirse en una obsesión que nos domine. Veamos varias ejemplos de las cosas cotidianas en los que estar al “borde de la perfección” puede ser la mejor opción.

La Limpieza: ¿Te has dado cuenta que las labores de la casa parecen nunca terminar? El polvo, la ropa sucia y las cosas en general suelen reproducirse exponencialmente. ¿Tiene sentido asegurarnos que nuestro hogar esté inmaculado antes de hacer cualquier otra cosa? De ser así, posiblemente no lograríamos más nada no solo para ese día, sino quizás por semanas o tal vez meses, dependiendo de cuan diligentes o no, hemos sido anteriormente con la limpieza.

En vez de tratar de tener todo perfecto, podemos tender la cama, limpiar por donde “pasa la reina” y fregar los platos. Es increíble como unas pocas tareas bien hechas pueden transformar el ambiente y hacerlo presentable, aun cuando no sea del todo perfecto. Llega el momento, sin duda, cuando hace falta limpiar a fondo, pero en el día a día podemos realizar tareas sencillas de mantenimiento permitiendo que nuestro hogar se vea bien; aunque haya algo de polvo en las esquinas. Luego podemos aprovechar el tiempo que nos queda para salir y hacer lo que tenemos pendiente, o bien tomar una buena siesta, en vez de pretender exterminar todo el polvo del planeta.

Las Ventas: No hay duda de que vender bien es un arte, y perfeccionar las estrategias para llevarlo a cabo podría tomarnos toda la vida. He visto algunos vendedores que pasan tanto tiempo perfeccionando su táctica que jamás llegan a salir y hablar con un cliente potencial. Es importante y necesario conocer bien lo que se vende, sus beneficios y la mejor manera de presentarlo; sin embargo, en mi experiencia el vendedor que habla con más personas en un día a pesar de que su presentación esté algo “imperfecta” tiene mayor probabilidad de cerrar alguna venta, que quien se queda en la oficina asegurándose de ser “perfecto” para luego salir a vender.

Las Relaciones Personales: Somos seres emocionales dentro de un cuerpo imperfecto. Mientras que el ser humano es increíble, se nos recuerda con frecuencia nuestra imperfección al enfermarnos y no sentirnos bien, o de alguna manera ser limitados por nuestras propias emociones. En vez de tratar de complacer a todas las personas, todo el tiempo; propongo que invirtamos nuestro mayor esfuerzo en las personas que realmente son importantes para nosotros.

Podemos relacionarnos amablemente con los demás, pero ¿realmente vale la pena el tiempo y el esfuerzo adicional invertido en esmerarnos para que todos estén contentos con lo que hacemos? Aun cuando hagamos todo cuanto podamos por complacer a los que amamos, es muy posible que alguna vez nos quedemos cortos. Eso no significa que somos malas personas, sino que confirma nuestra condición humana.

Aprender a dejar el perfeccionismo puede impactar de manera positiva tanto nuestra propia existencia como la de aquellos que comparten con nosotros. Cuando nos damos cuenta de la aplicación universal del concepto de Ying y Yang —que existe algo malo en un todo que es bueno y algo de bueno en un todo que es malo—, podemos abrazar el hecho de que estar al borde de la perfección muchas veces es de las mejores opciones que tenemos, independientemente de donde estemos.

∞ Rob McBride ∞
LL IV 50

Lunar Letter / Etapas

Mientras que hay diferentes maneras de analizar la vida, ésta se puede dividir en tres etapas que la marcan. Mi manera de verlas es la siguiente:

  • Nos Prepararnos
  • Producimos
  • Disfrutamos y Gozamos

La transición de una a otra fase, no suele ser una linea que podamos divisar con toda claridad, aunque puede llegar el caso de que así sea. Cuando nos graduamos de bachillerato y salimos del colegio; cuando egresamos de pre o post grado en la universidad, o cuando terminamos de prepararnos en alguna especialidad u oficio; frecuentemente damos por culminada nuestra etapa de Prepararnos.

Así comienza luego, la etapa Productiva de nuestra vida, donde empezamos a realizar aquello para lo cual nos preparamos, aunque hay casos en que se estudia una cosa y se termina ejerciendo otra. Algunos son doctores y otros bailarines; unos ejercen como abogados y otros como ingenieros; existe una gran cantidad de individuos que son obreros, hay casos con un sueldo fijo, otros con trabajo a destajo; hay personas que barren las calles, y alguien tiene que botar la basura. Por otro lado, deben existir personas que gobiernen, y resguardan la seguridad. Todos hacemos algo en la vida.

En algún momento, quizás sin darnos cuenta, llega la etapa de Disfrutar y Gozar de todo lo que hemos hecho en las primeras dos etapas. Esto necesariamente, no tiene que ver con la jubilación, sino más bien con una nueva perspectiva de ver el trabajo, dándole otra luz. Cuando disfrutamos lo que hacemos más que del dinero que proviene de dicha actividad, damos paso a la tercera etapa de la vida. A este periodo muchos le denominan los Años de Oro, porque pueden ser llenos de mucha riqueza, tanto económica como emocional.

Si seguimos pensando en estas fases, encontramos lo siguiente:

Irónicamente cuando somos más jóvenes, en la etapa de Prepararnos, con frecuencia queremos salir de la escuela al mundo con mucha prisa. Años más tarde, nos damos cuenta que es ese el tiempo de nuestra vida en que solemos ser más libres ya que normalmente no tenemos grandes responsabilidades. Quizás no debemos estar ansiosos por “botar a nuestros hijos de la casa” tan rápido, sino darles herramientas para que se defiendan bien. Tal vez sería mejor asegurarse de que escojan hacer en la vida algo que sea de su agrado y que además tenga la posibilidad de proveerles los recursos que les hagan falta.

Obviamente, algunos hacen exactamente esto y me parece bien, porque en muchos casos, nuestro bienestar podría bien depender de nuestros hijos, aunque no siempre es el caso. Hagamos lo mejor para que estén bien preparados para la vida antes de que se embarquen en la etapa Productiva.

En esta segunda etapa Productiva, hay muchas personas actuando como simples robots para llegar a la fase final. En muchos lugares del mundo esto significa trabajar desde que terminar nuestros estudios, hasta tener 60 o 70 años, y así jubilarnos con la esperanza de quizás recibir dicho ingreso. En otros lugares del mundo se jubilan con más antelación, aunque sus desafíos suelen ser parecidos.

¿Por qué debemos esperar tanto tiempo para pasar a la última etapa de Disfrutar y Gozar lo que hemos hecho en las otras?

Cuando amamos lo que hacemos y eso nos apasiona, ¡podemos comenzar a Disfrutar y Gozar poco después de haber entrado en la segunda etapa!

Claro que es mucho más fácil entrar en esta última fase si ya no poseemos deudas y tantas obligaciones, pero no es imprescindible. Cuando nos levantamos por la mañana y estamos a gusto con lo que nos toca hacer, ya sea saliendo a trabajar o quedándonos en casa, podemos ya estar bien encaminados, acelerando el proceso.

No hace falta permanecer 40 o 50 años en un trabajo sin salida que odiamos, solo para jubilarnos y luego de todo eso, al fin, tener unos “buenos años”. Es preferible, que desde nuestra juventud busquemos hasta encontrar aquella actividad que estaríamos dispuestos a realizar, aun sin paga; y luego encontrar a quien nos pague bien por hacerlo.

La tercera fase de la vida para Disfrutar y Gozar no se trata de jubilarnos y quedarnos inertes viendo la televisión, o meciéndonos en una hamaca sin hacer nada todo el día; sino en levantarnos cada día y dar lo mejor que podamos en la etapa que estemos, sin supeditar esto a una edad determinada. Al final y al acabo, la edad es un simple número, no un estado emocional.

∞ Rob McBride ∞
LL IV 49