Si ha asistido a mis conferencias y talleres o que han recibido mis Lunar Letters, sabe que he tratado con diferentes formas de superar dificultades a través de mi lema, “Es el Rebote lo que nos Lleva al Tope.” Recientemente conocí a dos personas que se han dedicado durante muchos años a investigar las características de las personas que logran superar las situaciones más difíciles en la vida. Sus nombres son el Dr. Al Siebert de los EEUU, autor del libro The Resiliency Advantage y la Dra. Claudia Riecken del Brasil, autora del libro SobreViver: Instinto de Vencedor. Recientemente hicimos un intercambio de libros y quedé fascinado de haberles conocido por su dedicación en el tema que me ha apasionado durante muchos años.
Sus investigaciones y formas de abordar el tema han prendido luces en mi dando un nuevo significado a las ideas que he explorado y que no lograba expresar con la misma claridad y precisión. Por ejemplo, he intuido que no es posible ni saludable tener una actitud totalmente positiva 100% del tiempo. Para utilizar la analogía que he compartido con miles de personas, la vida es como una pelota que rebota. A veces estamos arriba y a veces estamos abajo.
A través de sus estudios y sus conversaciones con centenares de personas los Doctores Siebert y Riecken confirmaron que una de las mejores formas de superar dificultades no es tener una actitud positiva todo el tiempo. Mientras que esto contradice lo que muchos hemos aprendido, ellos encontraron que los que son más flexibles y superan situaciones de adversidad son los que logran ver la realidad de una situación adversa con todo lo que ella implica. El Dr. Siebert explica: es como tener dos llaves de agua, una caliente y otra fría. Aunque es sabroso sumergirse en un baño de agua caliente de positivismo y esto nos puede dirigir a conseguir excelentes soluciones, a veces es necesario tumbarse dentro de un baño de agua fría para enfrentar la realidad de la situación y proceder con cautela.
Con este nuevo conocimiento del trabajo de los Doctores Siebert y Riecken, tengo plena confianza y una multitud de ideas para llevar “El Rebote” a través de las Américas. He confirmado que lo más importante no es donde estemos en un momento determinado del ciclo de la vida, sino nuestra capacidad de rebotar por lo menos una vez más, porque…
¡ Es el Rebote lo que nos Lleva al Tope !
¿Alguna vez en su vida ha tenido una excelente idea que se le ha quedado en el camino?
Cualquier proyecto requiere de un primer paso. Perder peso es una función de comer menos y realizar algún tipo de ejercicio. Escribir un libro requiere escribir la primera palabra, la primera frase, el primer párrafo y la primera página. Sin la primera página, el libro se nos queda en el camino. Cualquier proyecto o deseo grande puede ser cortado en pedazos pequeños.
La vida es como un juego y cada mañana cuando nos levantamos, lanzamos los dados. A veces pegamos un doble seis y otros doble uno. Sin importar el resultado que sea, lo más importante no es lo que la suerte nos trae sino nuestra reacción, respuesta y reflexión sobre la misma.
Supongamos que en un momento de descuido, alguien choque nuestro carro por detrás, mientras esperamos que se mueva el tráfico. Indudablemente es una situación desafortunada y molesta. Implica una serie de eventos que no esperábamos que influirán el ritmo y tono del día. En fin, una mala jugada para comenzar el día.
Lo maravilloso de ser “un ser humano” es que podemos escoger como se desarrollará el día de acuerdo a lo que nosotros pensamos y hacemos al respecto. Todos somos humanos y lo más natural es que tengamos una reacción de disgusto e inclusive de agresividad. “¿Por qué se descuidó? ¡Ahora se echó a perder mi día por completo!”
Las plantas pueden sobrevivir con el agua y el sol. Cuando las cuidamos y les damos abono resplandecen e irradian su fenomenal potencial. De la misma forma nosotros podemos sobrevivir con el agua y la comida. Cuando alimentamos y sustentamos nuestra mente, cuerpo y espíritu con nutrientes resplandecemos e irradiamos nuestro fenomenal potencial.
Si nos sentimos bien donde estamos y como estamos en este instante, es probable que ya hayamos abastecido el abono que tanto nos hace falta en nuestras vidas y si esto es el caso, estamos bien encaminados. Al contrario, si estamos, sin energía y sin ánimo para seguir adelante, la mejor opción es tomar acción hoy para crear cambios positivos mañana.
Todos tenemos algo especial para hacer en este mundo, un don especial. No es igual para todos y no hay un solo camino para conseguirlo. Hay muchos que pasan la vida entera sin encontrarlo y hay otros que lo encuentran en el momento menos esperado.
Si por lo contrario, todavía no hemos encontrado nuestro don especial o sabemos qué es y no sabemos cómo utilizarlo, este mensaje nos puede ser útil. Nuestra mente crea nuestra propia realidad. La actitud con la cual enfrentamos al mundo determina nuestros resultados y nuestra felicidad. Sembrar semillas con una excelente actitud da fruto a excelentes resultados. Sembrar semillas con una pésima actitud da fruto a pésimos resultados. Sembrar semillas de maíz dará una mata de maíz y jamás dará una mata de coco.
A cción: Crear el hábito de actuar y seguir adelante.
Cada día podemos escoger entre estar en la cima del mundo viendo hacia abajo o estar en un abismo endeudados con el deber.Frecuentemente, nuestro trabajo se convierte en una obligación, una necesidad con la cual perduramos día tras día. Podemos bañarnos en el fresco rocío de un nuevo amanecer o ahogarnos en una pesadez que nunca termina.
Se ha dicho, “Nuestra actitud determina nuestra altitud.” Mientras que una excelente actitud no es suficiente para lograr cualquier cosa que queramos en la vida, nos permite obtener mejores resultados de los que obtendríamos con una pésima actitud. Nuestra situación actual es una función de nuestras circunstancias y decisiones. Mientras que las circunstancias pueden ser fuera de nuestro control, nuestras decisiones dirigen nuestro destino y nuestra dirección.
Aún laborando en un trabajo que no sea el de nuestros sueños, podemos dar lo mejor de nosotros mismos y seguir adelante. Tomar el primer paso suele ser el más difícil. Para dar inicio a lo que deseamos, tenemos que estar dispuestos a aventurar más allá de nuestra zona de confort y estirarnos un poco más allá de nuestro alcance.
Podemos estirarnos más allá de nuestro alcance. Lo que está a la mano; lo fácil y lo frecuente no exige mucho esfuerzo. Ser valiente con nosotros mismos es tomar riesgos e ir un poco más allá de lo que es cómodo y común. Cuando exijamos más de nosotros mismos que de cualquier otra persona, automáticamente comenzamos a crear el destino que más deseamos.
En vez de aguantar, sufrir o simplemente tolerar un acontecimiento arduo, podemos surgir y mejorar como resultado de ello. Cuando estiramos un poco más allá de lo común y lo corriente, establecemos una base firme para que vuele nuestra imaginación y nuestra creatividad.
Lo que no se hace en este momento puede quedarse en el olvido para siempre. Este instante es el mejor momento para realizar proyectos que sean fundamentales para nuestro progreso y nuestro desarrollo.
Ideas comunes abundan; mientras que las ideas realmente extraordinarias posiblemente llegan una sola vez. Podemos utilizar técnicas específicas para potenciar la energía del momento y así permitir que una idea florezca hasta convertirse en una propuesta espectacular. El día a día genera un sinfín de rutinas que obstaculizan momentos mágicos de la profunda inspiración.
Después de apreciar los frutos de esta idea, según va el cuento Schwab le pagó a Lee $25.000 dólares, que al comienzo del siglo XX, ¡era una suma extraordinaria!