Durante esta época del año muchos reflejamos en lo que ocurrió el año pasado y planeamos lo que deseamos para el año que viene. Pensamos hacer más ejercicio, perder peso, trabajar con más empeño y alcanzar nuevos objetivos.
Frecuentemente, viene siendo un ejercicio que hacemos mentalmente durante los días libres que tenemos entre la navidad y el año nuevo. Tenemos las mejores intenciones y cuando estamos creando nuestro año ideal, suena fácil y nos llenamos de euforia. Regresamos al trabajo y comienza de nuevo nuestra rutina, en muchos casos parece ser que nos estamos levantando después de una noche de haber comido y tomado demasiado. El “ratón” con el que nos despertamos suele estar acompañado con el trabajo que se nos ha acumulado después de nuestra ausencia. Pensamos, “¡Qué locura! ¿Qué estaba pensando cuando hice estas nuevas metas?” Si no acompañamos nuestras metas y nuestros objetivos con acción, es probable que pase a ser nada más y nada menos que un sueño.
¿Cuáles son los pasos que podemos tomar para asegurar que no sea un ejercicio que repitamos el próximo enero?
En muchos casos ya sabemos las respuestas. Casi todos hemos leído o escuchado los pasos que debemos tomar para establecer metas. Sabemos que deben ser alcanzables, que debemos escribirlas, dividirlas en pasos definidos y tomar acción. Acción, en muchos casos, es la diferencia entre lograr lo que queremos y proponer de nuevo los mismos objetivos el año que viene.
¿Qué podemos hacer para crear metas concretas y definitivas con un plan de acción?
1) Escribir nuestros objetivos y nuestras metas
No hay nada más poderoso que escribir nuestros objetivos y nuestras metas en un papel. Nuestra mente es una máquina maravillosa y podemos crear ideas fantásticas pero hasta que las pongamos en blanco y negro siguen siendo solo un sueño. Cuando vemos lo que queremos por escrito, nuestras metas adquieren otra dimensión. Facilita que ajustemos, modifiquemos y analicemos lo que queremos lograr.
2) Fijar una fecha para lograr lo cometido
Cuando determinamos una fecha para lograr nuestros objetivos y nuestras metas, la mente comienza a trabajar. Empezamos a fijar conscientemente e inconscientemente los pasos necesarios para llegar a la meta en el tiempo estipulado. Si compartimos el objetivo y la fecha con otra persona es aún más poderoso. Cuando realizamos este ejercicio siempre habrá alguien que nos dice, “Entonces, ¿Qué pasó con lo que habías prometido?”
3) Establecer los pasos a tomar
No importa lo difícil que puede parecer el camino, siempre podemos establecer los pasos a tomar. Suele ser que los primeros pasos son los más difíciles. Es como un bebé que está aprendiendo a caminar. Después de que logran los primeros pasos, ¡no los podemos parar! El primer paso podría ser efectuar una llamada, escribir una carta o un correo electrónico. También podría ser involucrar una investigación para tener más detalles sobre lo deseado. Cuando fijamos lo que tenemos que hacer es como si tuviéramos una receta para lograr el objetivo. Sin esta receta puede ser que lleguemos a la meta pero aumentamos la posibilidad de éxito cuando seguimos los pasos propuestos.
4) Tomar acción
Podemos escribir nuestros objetivos, fijar una fecha y establecer los pasos a tomar pero sin acción nos quedamos estancados. Muchos objetivos que se postergan para el año que viene son la víctima de la inacción. Creamos un plan infalible pero no logramos ejecutarlo. Es un hecho que si no tomamos acción dentro de 24 horas de haber establecido una meta, la probabilidad de lograrla disminuye considerablemente.
5) Perseverar
Lograr un objetivo o una meta suele involucrar el establecimiento de nuevos hábitos y rutinas. Es una tarea difícil. Todos tenemos una forma habitual de enfrentar el día. Normalmente, involucra enfrentar problemas y desafíos en nuestro trabajo o nuestra casa. Cuando agregamos otra pieza al rompecabezas que llamamos vida se complica todo. Tenemos que tener la fuerza de voluntad para tomar un paso más y seguir el camino hacia nuestros objetivos. Estudios científicos han comprobado que toma un promedio de 21 días para establecer un nuevo hábito y solamente cinco días para perderlo. Enfrentar los desafíos y perseverar en la adversidad han sido las características más destacadas en las personas que han logrado iniciativas importantes en su vida.
Finalmente debemos soñar y creer en nuestra capacidad de crear. Anatole France dijo:
“Para lograr cosas grandes, debemos no solo actuar sino soñar.
No solo planear sino también creer.”
Todos tenemos las herramientas y los conocimientos para lograr nuestros objetivos y nuestras metas. Si escribimos en blanco y negro lo que queremos, fijamos una fecha para lograrlo, establecemos los pasos a tomar, tomamos acción y perseveramos en los momentos más difíciles, lograremos todo lo que deseamos y queremos.
∞ Rob McBride ∞
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