La vida se parece mucho a un enorme reloj de arena que representa el tiempo. Dentro de él, podemos ver todo el tiempo que ha pasado antes de nosotros en la parte inferior, y todo el tiempo que queda por llegar en la parte superior.
Somos un solo grano de arena en este reloj de tiempo y se podría decir que nuestra vida comienza cuando pasamos por el estrecho cuello de él. A medida que nacemos, somos guiados primero por una caída brusca donde la gravedad nos lleva. Al llegar a la parte inferior, nos movemos y nos deslizamos un rato, antes de llegar al descanso; donde a menos que alguien dé vuelta al reloj de arena, permaneceremos hasta el final de los tiempos.
Considere también que absolutamente todo, bien sea animado o no, también es como un reloj de arena. La computadora en la que ahora escribo, los bolígrafos y el papel a mi lado, junto con todos los que he conocido y conozco, también están sujetos a un comienzo y un final.
¿Alguna vez has considerado que todo es como su propio reloj de arena?
¿Será que cuando tenemos hijos creamos otro reloj de arena que de alguna manera también contiene parte de nosotros?
¿Qué pasa con un maestro que ha sido particularmente influyente a sus alumnios o un vecino que ha sido útil a otros?
¿Qué pasa con un ser querido que se ha ido pero que con frecuencia viene a la mente con sus palabras de sabiduría y consejos, a pesar de haber fallecido?
¿Podría ser esto de alguna manera lo que se entiende por eternidad?
¿Podría ser que mientras la gente piense sobre nosotros que nuestro propio reloj de arena de alguna manera se da vueltas una y otra vez?
Ciertamente, no conozco las respuestas absolutas a estas preguntas, pero como todos, puedo reflexionar sobre nuestra propia existencia. Si hay una verdad universal entre la mayoría de las religiones y la política, es que las buenas acciones cosechan recompensas positivas.
Quizás cada vez que hacemos una buena acción, somos recompensados con un poco más de arena en nuestro propio reloj de arena y por cada mala acción se nos quita algo. Aunque personalmente este escenario no me parece que sea lo más probable.
Así también de donde vinimos hace tiempo, así seguramente algún día para allá volveremos a ir. De cenizas a cenizas y de polvo a polvo, es lo que se dice. Personalmente, a mi me parece que todos podemos ser simplemente un pequeño grano de arena en el gran reloj de arena de la eternidad.
Aun así, por tan pequeños que podemos ser en el gran esquema de existencia, podemos dar lo mejor para aprovechar al máximo cada momento que nos toca en nuestro propio reloj de arena.
∞ Rob McBride ∞
20 Sep 2021
LL V 15