La vida es cíclica y estamos en una montaña rusa de constantes emociones. Mientras viajamos por la montaña rusa de la vida, sentimos una variedad de emociones y sentimientos. Comenzando el viaje, estamos llenos de emoción y entusiasmo. Aprendemos y crecemos mientras iniciamos la subida de una pendiente fuerte que frecuentemente se interrumpe por vueltas inesperadas. Mientras estamos encaminados hacia nuestro objetivo, sentimos la excitación y el éxtasis de lo que está por venir.
Para muchos la culminación de nuestros estudios, bien sea del colegio, la
universidad o más allá, significa el logro de una meta increíble. Hemos llegado a la
cúspide de lo que hemos esperado durante mucho tiempo. Por supuesto es la realización de algo increíble. Sin embargo, es solamente el comienzo. Al estar en la cima, vemos el panorama de todas las posibilidades. Pensamos en todas las cosas maravillosas que nos ofrece la vida.
Es en este momento que nuestro camino por la vida toma otro significado. Sentimos la emoción de la velocidad mientras bajamos como un cohete por el otro lado de la pendiente que hemos subido. Las curvas vienen rápidamente mientras bajamos por momentos y eventos que nos dejan sin aliento. Algunos ríen y gritan, otros lloran y se lamentan.
Cuando llegamos abajo, percibimos una serie de emociones; alivio, excitación, emoción y anticipación. Empezamos a preguntarnos si el espectáculo ha terminado o si aún tenemos otra oportunidad de seguir en el rumbo maravilloso.
Nuestras vidas son como la montaña rusa con una excepción increíble. Tenemos un control extraordinario sobre la duración y la intensidad de los altos y bajos de nuestras vidas. Nunca sabremos cuando el espectáculo terminará, pero nuestro poder de rebotar en los momentos bajos intensifica nuestra experiencia y disfrute del camino.
Cuando el ciclo de la vida nos lleva abajo, tenemos que tomar una decisión. ¿Nos mantendremos abajo o rebotaremos para dar todo lo que está en nuestro poder? Todos tenemos el poder de dominar nuestros pensamientos lo que al final define nuestras acciones. Nuestra mente puede iniciar una nueva subida o puede perdurar en el por que.
Cuando aumentamos nuestra capacidad de aceptar los ciclos de la vida y rebotar de las situaciones más difíciles que encontramos, creamos el poder de determinar nuestro destino y dirección.
∞ Rob McBride ∞
LL I 10