Ahora me doy cuenta que recibo de la vida lo mismo que entrego. La vida es un bumerán y me devuelve lo que doy. Si quiero más, sólo tengo que dar más.
Ahora me doy cuenta que las cosas no siempre son como quiero, ni son siempre como parecen. La vida está llena de una serie de contrastes y lo que antes me parecía bien, ahora me parece mal y viceversa.
Ahora me doy cuenta que los seres humanos estamos llenos de emociones y lo que con frecuencia nos influye, es lo que sentimos en vez de lo que tiene sentido. Cuando sentimos amor en el corazón y la mente, viene una magia de repente.
Ahora me doy cuenta que hay ciertas cosas que no son negociables y que nunca pueden ser cambiadas. Mi palabra es mi honor y no hay nada más importante que honrar mi palabra, dada a los demás y a mí mismo.
Ahora me doy cuenta que la vida no tiene que ser tan difícil y que tendemos a complicarla más de lo necesario. Aunque vivir no requiere ninguna habilidad especial, vivir una vida digna es el resultado de pinceladas diarias que añadan color a nuestra obra de arte.
Ahora me doy cuenta que lo que una vez pensé que podría ser, posiblemente no será y lo que jamás imaginaba ahora forma parte de mi realidad. Mientras que algunas visiones se van, otras sin falta vendrán.
Ahora me doy cuenta que no hay nada que puedo hacer para rescatar una palabra ya pronunciada. Lo mejor es pedir perdón de corazón, sabiendo que con humildad podemos subir otro escalón.
Ahora me doy cuenta que es mejor ser un original que nadie entienda, en lugar de una copia que todo el mundo alabe. Mientras que formar parte del colectivo es lo más normal, ser uno mismo nos permite ser especial.
Ahora me doy cuenta que si hay algo mal con el mundo, tal vez ese mal tiene que ver conmigo. El mundo gira en su perfección imperfecta y si hay alguien que necesita arreglo, tal vez sea yo quien lo requiera.
Ahora me doy cuenta que mientras conocemos a muchas personas, somos bendecidos si tenemos uno o dos amigos verdaderos. Algunos vendrán, otros se irán, por mí parte me quedo con aquellos que siempre están.
Ahora me doy cuenta que siempre hay algo más por saber. Sea cual sea mi parte en este maravilloso mundo, me doy cuenta que si de hacer se trata, yo lo haré todo para ver y experimentar lo que pueda ser posible.
Ahora me doy cuenta que no hay nada que debo temer. Cada cosa que me pase, tendrá alguna solución. Y si ésta no es la que yo quiero, ahora me doy cuenta, que lo mejor que puedo hacer, es hacer lo mejor que pueda.
Ahora me doy cuenta que simplemente soy quien soy.
Haciendo lo mejor que puedo hacer.
∞ Rob McBride ∞
LL III 38