Gracias por acompañarme por aquí.
Hoy tengo un mensaje importante para ti.
“¿Estás hablando conmigo?” me preguntarás.
Te confirmo, es contigo con quien quiero hablar.
Me he dado cuenta de algo, y es que desde hace varios años, he escrito por muchas razones. Lo he hecho para obtener dinero y para hacerme un nombre; lo hecho por placer y otras veces ha sido más bien, como un deber. Pero ahora, en este instante cuando tú y yo estamos estrechamente conectados por este medio, a través del tiempo y la distancia, me doy cuenta que estas palabras aquí, las escribo por un motivo mucho más importante, y ese motivo eres…
T U
“¿Yo?” me preguntarás de nuevo.
Y, nuevamente te respondo, por supuesto que sí, es contigo con quien estoy hablando.
No es con tu vecino o con cualquier otra persona que va por tu camino. Esto, lo que escribo aquí, es para ti porque:
¡Es contigo con quien quiero hablar!
Con el tiempo me he dado cuenta que al otro lado de cada mensaje que emito, hay algo mucho más importante que el dinero o cualquier otra cosa, y ese “algo especial” eres tú. Si no fuera porque me lees, realmente no tendrá tanta importancia lo que hago.
Si has llegado hasta aquí en este mensaje, es porque te diste cuenta que, de verdad este mensaje es para ti. Siendo así, tengo un reto para ti que no va a ser fácil, pero si decides hacerlo, ¡Te prometo que tu vida cambiará!
Y lo mejor de todo es que será para siempre.
“¿Para siempre?” Me preguntarás, “¡eso suena costoso!”
A tus interrogantes solo puedo responder que: ¡Sí, podría ser para siempre!, y por otra parte, la inversión para lo que yo te propongo es tal vez la más importante, pero consiste en tu tiempo y no en tu dinero. No te pido ni un bolívar, dólar o euro. De estar de acuerdo con mi desafío, sólo tienes que hacérmelo saber, y por este mismo medio te daré la clave para seguir los pasos de lo que yo te propongo.
¿Estás dispuesto a invertir lo más valioso que tienes, en ti mismo?
Puede que sea la primera vez que me leas, o tal vez siempre lo haces. Puede que me
leías desde hace tiempo, y por cosas de la vida, te fuiste, y ahora regresaste. Cualquiera que sea el caso, te confieso que me da mucha alegría que estés aquí conmigo.
Si te atreves a seguirme en lo que te propongo, tendrás un aprendizaje muy especial. Lo que tengo pensado no eliminará los inconvenientes u obstáculos en tu camino, pero si te dará una manera más placentera de manejarlos, y lo más importante, serás otra persona después de haberlo hecho…
¿Te atreves?
¿Vienes conmigo?
∞ Rob McBride ∞
LL III 41