La vida es como un juego y nuestra felicidad depende de cómo la jugamos. Si la jugamos bien, estaremos felices; pero si la jugamos mal, nos quedaremos bien tristes.
Si nos atrevemos a “jugar” el juego de la vida, podemos buscar y encontrar las mejores estrategias que nos permitan mejorar nuestro desempeño en ella.
Tomemos un ejemplo parecido, pero diferente, de una idea que se llama “Toma Diez para Ganar” de mi amigo y mentor Joel Weldon. En mi versión del juego, la mayor puntuación es de 20 puntos y la menor es 0. Se requieren 10 puntos para “aprobar” y por debajo de 10 significa “reprobar”. En una relación de 2 personas, el máximo que cada una puede aportar es de 10 puntos, lo que representa el 100% de su esfuerzo y por el contrario, 0 puntos es el mínimo, e indica que no hubo ningún esfuerzo de su parte.
Así como la vida, nuestros estados de ánimo tienden a ser cíclicos. Dependiendo de cómo nos sentimos, nuestro aporte puede variar cada día. Algunos días, nos sentimos excelentemente bien y podemos dar mucho; otros días nos sentimos mal, y cualquier esfuerzo nos resulta cuesta arriba.
¿Quieres “ganar” en cualquier relación con otras personas? ¡Bienvenido al equipo! No es fácil, pero si sencillo. Sólo se requiere un mínimo de 10 puntos entre los participantes.
Tomemos el ejemplo de un estudiante y un maestro. Sin embargo, podríamos aplicar este ejemplo a muchas otras relaciones entre las cuales podemos mencionar: vendedor-cliente, jefe-empleado, esposo-esposa, padre-hijo, así como también cualquier otra situación de la que se involucran más de una persona.
Sigamos con el ejemplo inicial. Si tenemos un excelente estudiante, quien constantemente da entre 80 y 90% de su potencial, conjuntamente con un maestro que aporta un porcentaje similar, veremos constantemente que juntos “pasarán la prueba” con excelentes notas (entre 16 y 18 puntos en total).
Del mismo modo, ocasionalmente, este mismo estudiante y su maestro puedan tener óptimos días donde ambos logran aportar 100% de su esfuerzo y juntos pueden conseguir una nota “perfecta”. Son esos “instantes” poco comunes los que particularmente me gusta llamar “Momentos Mágicos”. Son aquellos que acontecen cuando todo parece ser “perfecto”.
Siguiendo el mismo ejemplo, la otra cara de la moneda sería que tanto el estudiante, como el maestro traigan menos de 50% de su potencial. En este caso, no hay duda que fracasarán y reprobarán.
Mientras que hay muchos diferente escenarios posibles, hay algo bien cierto en todos; entre más damos de nosotros mismos, más oportunidad tendremos de “ganar”.
¿Por qué es importante y qué podemos hacer con esta información?
Para aumentar nuestra probablidad de “ganar” podemos aprender a utilizar los “trucos” y técnicas del juego de la vida que nos permite aumentar nuestra probabilidad de “ganar”. Veamos algunos de los más relevantes:
- Aprender más sobre lo que hacemos
- Optimizar nuestro aporte a cualquier situación que involucra a otras personas
- Obtener y mantener una excelente actitud positiva hacia la vida para mantener una buena perspectiva frente los desafíos que encontraremos en el camino.
- Relacionarnos con personas que tengan como estilo de vida dar su mejor esfuerzo y que aprenden de sus experiencias.
En cualquier encuentro que tenemos con otras personas, tenemos dos opciones. Podemos dar nuestro mejor esfuerzo o no hacerlo. Con la primera aumentamos nuestra probabilidad de “ganar” y en la segunda lo más seguro es perder.
Jugar para ganar implica dar nuestro mejor esfuerzo cada vez que nos relacionamos con otras personas. Al involucrarnos con gente que hace lo mismo, no cabe duda que juntos podemos pasar la prueba.
∞ Rob McBride ∞
LL III 49