Los canales de comunicación y el seguimiento que realizamos afectan nuestra capacidad de aprender y retener información. En un reciente estudio científico, el psicólogo William Glasser descubrió que retenemos:
10 % de lo que leemos
20 % de lo que escuchamos
30 % de lo que vemos
50 % de lo que vemos y escuchamos
70 % de lo que DISCUTIMOS
80 % de lo que EXPERIMENTAMOS
95 % de lo que ENSEÑAMOS
Adicionalmente, un estudio de la Universidad de Stanford estableció que después de escuchar una idea una sola vez que olvida un 68% de lo que escucha en 48 horas y un 90% en 30 días.
El desafío principal del aprendizaje es tomar acción para solidificar la importancia que tendría esta en nuestro desempeño profesional y personal. Es común leer un libro, escuchar a una persona o participar en un evento y luego dejar de hacerle un seguimiento adecuado para asentar lo aprendido.
He creado un plan de entrenamiento que establece parámetros concretos que precisan y clarifican lo aprendido. Lo he llamado “Aprendizaje Retensivo”, el cual comienza desarrollando un comportamiento específico que queremos reforzar o modificar. Posteriormente trabajamos en módulos para estimular e incitar a los participantes a discutir, experimentar y enseñar las herramientas adquiridas
El “Aprendizaje Retensivo” profundiza el proceso de conocimiento fijando los comportamientos deseados y estableciendo nuevas conductas. De esta forma logramos influir sobre las rutinas y hábitos que forman parte del día a día de los individuos.
Hay libros, conferencias y talleres que presentan ideas increíbles para una mejor forma de vida. Sin un seguimiento programado y preciso las ideas se quedan cortas. “Aprendizaje Retensivo” instituye un plan de acción que crea una forma concisa y contundente de crear cambios de comportamiento.
∞ Rob McBride ∞
LL I 22