En la magia de nuestra mente podemos crear escenarios maravillosos. La clave para que se realicen estos sueños es convertir el pensamiento en acción. Normalmente, sabemos lo que queremos e inclusive sabemos qué tenemos que hacer para conseguirlo. La diferencia entre lograr lo que más deseamos y dejarlo como una linda reflexión es aplicar Acción al Pensamiento.
“Si lo puedes soñar, lo puedes hacer.” ~ Walt Disney
No tiene porqué ser tan difícil. Mientras que pensar en todos los pasos necesarios para alcanzar un objetivo puede ser agobiante, no tiene porqué ser tan complicado. Para dar Acción al Pensamiento es importante concretar los pasos necesarios para emprender el camino. Basta con un papel y una pluma para plasmar las pautas y comenzar el proceso. Para obtener lo que nuestra mente imagina, debemos tener disciplina, claridad y perseverancia.
Es imprescindible ser disciplinados para arrancar nuestro motor interno. Es mucho más fácil quedarnos en la fantasía de lo que podría ser, en vez de proceder a hacerlo realidad. Jugar el juego de “¿Qué tal si?” sólo nos dirige a “¡No será para mí!” Podemos hacer excusas o podemos ser disciplinados tomando acción porque las dos cosas no se pueden hacer a la misma vez.
Entre más claro estén nuestros objetivos, más fácil será lograrlos. ¿Cómo sería un juego de fútbol sin arco o un juego de basquetbol sin cesta? Sin una meta clara y bien definida es difícil lograr lo que nuestra mente crea. Una persona puede preguntar “¿Cuánto falta para llegar?” a lo que podemos indagar, “¿Hasta dónde quieres llegar?” Si contestan, “No sé,” podemos responder, “¡Entonces ya llegaste!” En su manera especial y jocosa Yogi Berra dijo:
“Si no sabes a dónde vas, llegarás a otro lugar.”
Para no “llegar a otro lugar” es fundamental tener mucha claridad en lo que más deseamos.
Cuando ya estamos encaminados hacia lo que queremos, tenemos que ser perseverantes para no quedarnos varados en la vía. Napoleón Hill, un experto en el desarrollo personal, expresó:
“La gran mayoría de la gente exitosa ha logrado su éxito más grande un paso más allá de su fracaso más grande.”
Si todo fuera tan fácil, todos tuviéramos todo lo que quisiéramos en este instante. Para lograr cosas “grandes” tenemos que actuar en “grande”. Solemos buscar el camino de menos resistencia porque es más fácil. Por esta misma razón, destacarnos y ser una estrella en la oscuridad en vez de uno más del montón requiere de mucha tenacidad al momento de poner Acción al Pensamiento.
La diferencia entre soñar y lograr suele ser la acción que tomamos para aterrizar nuestra imaginación y plasmar un plan contundente para alcanzarlo. Nuestras mentes son máquinas maravillosas que pueden crear imágenes increíbles sobre lo que podemos tener y experimentar. Los que logran lo que quieren son los que primero crean su deseo ardiente en su mente y luego ponen Acción al Pensamiento.
∞ Rob McBride ∞
LL II 45