Lunar Letter / Aparece y Lúcete

Todos queremos lo mejor que ofrece el mundo. Una pareja que nos agrada y nos consiente. Un trabajo que nos rete y que nos brinde oportunidades. Una vida llena de alegría y ausente de tristeza.

Mientras que la vida no siempre es “bella, bonita y barata”, nosotros podemos dar lo mejor de nosotros para aprovechar al máximo esta realidad que llamamos vida. Mientras que todos queremos “más y mejor”, no siempre estamos dispuestos a dar más de nosotros para recibirlo.

Recientemente fui contactado por una compañía que quería establecer una relación comercial y ofrecer mis servicios como autor y conferencista. Mientras que creo que la oportunidad podría ser interesante, me parece que ellos se beneficiarían más en el negocio que yo, así que si voy a invertir el dinero que sugieren pero de otra manera. No obstante su interés me hizo reflexionar en cuánto deseamos ser “encontrados”. Como autor he soñado con el día que alguien “me encuentre” y que me diga…

“¿Dónde has estado toda mi vida Rob? ¡Menos mal que te encontré!”

En esa espera de ser “encontrado” podemos esperar toda una vida. Queremos que nos encuentre una pareja ideal, una compañía que nos valore y que nos pague bien o alguien que simplemente nos quiera de la manera como queremos ser queridos.

¿Pero es realista pensar que alguien nos va a “encontrar” si no hacemos nada para ser “descubiertos”?

¿Es lógico pensar que nuestro príncipe azul nos va a encontrar mientras que estamos en la casa viendo televisión?

¿Es lógico imaginar que nuestro jefe se va a dar cuenta que somos empleados dignos de más responsabilidad y remuneración si no hacemos nada para merecerlo?

¡Obviamente la respuesta en los tres casos es un contundente NO!

Para ser encontrados tenemos que Aparecer y Lucirnos…

No queda otra opción. Si queremos encontrar al amor de nuestra vida, tenemos que estar dispuestos a estar en un lugar apropiado para que nos encuentren. Si no vamos al baile, no vamos a bailar. Si no damos lo mejor de nosotros en el trabajo seguiremos siendo simplemente uno más del montón.

Tampoco es suficiente simplemente “Aparecer.” Si vamos al baile pero nos sentamos en un rincón sin hablar con nadie, iremos solitos a casa tal cual como vinimos. Si no nos destacamos en el trabajo, puede ser que recibamos el “quince y último” durante un tiempo; pero cuando se den cuenta que no estamos aportando nada especial, seremos de los primeros en irnos cuando las cosas se pongan difíciles. Por eso es mejor ser parte de la solución que del problema.

El que nunca se atreve a hacer nada, nunca tendrá nada…

Si no nos atrevemos a conocer a alguien que nos parezca interesante, nuestra posibilidad de conocerlo será nada más de un sueño dorado. Si no tenemos el valor de opinar y agregar valor a nuestro trabajo, quedaremos como un mueble que puede ser descartado en cualquier momento.

Cuando el temor de fracasar sea menor a la alegría de vencer, podemos ir más allá de lo que hemos imaginado que es posible. La vida no escoge quien va a vivir feliz, somos nosotros mismos los que determinamos nuestra felicidad. Cuando aparecemos y lucimos somos tomados en cuenta para poder aprovechar todo lo bello que ofrece la vida.

∞ Rob McBride ∞
LL III 12