Caminante, son tus huellas
el camino, y nada más;
Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante, no hay camino
sino estelas en la mar.
~ Antonio Machado
Desde la primera vez que escuché la canción Cantares, por Joan Manuel Serrat, que incluye la letra de este bello poema, me quedé enamorado de la imagen que el poeta pinta con sus palabras.
“Caminante no hay camino, se hace el camino al andar”.
¿Dudas por un minuto que el camino recorrido es el resultado de las huellas que has dejado?
Mientras que no tenemos la posibilidad de decidir dónde comenzamos la vida, sí podemos determinar donde terminamos; aunque por supuesto, no como vaya a terminar. Para muchos, por alguna razón, les llega como una sorpresa que somos el resultado de todo lo que hemos hecho; y también de lo que no.
Es fácil criticar y decir como deberían ser las cosas. Más difícil es tomar los pasos necesarios para llegar a donde queremos llegar.
El lugar a donde termines llegando en la vida, no depende de tus padres, de tu colegio, de tu raza o color de piel, ni siquiera de donde naciste. Existen personas en diferentes partes del mundo que han logrado éxitos fabulosos, sin tener la presencia de sus padres, haber asistido a un buen colegio, ser de una raza y color específico, o haber nacido en un lugar privilegiado. Y como el ave Fénix, han logrado levantarse en medio de la cenizas para lograr hacer mucho con poco.
Vuelvo y repito…
No determinas dónde naces, pero sí adonde llegas.
El camino tomado ayer y los pasos que diste en él, te han llevado a donde estás hoy. De la misma manera, tus pasos de hoy te llevarán a donde estarás mañana. En vez de culpar a las circunstancias por la estación de vida en la que te encuentras, mejor determina los pasos que darás hoy, porque son esas huellas las que van construyendo el camino hacia donde quieres llegar. Cuida tus pasos de hoy porque determinan tu destino mañana.
∞ Rob McBride ∞
LL IV 12