¿Alguna vez te has preguntado porque algunas personas logran superar la dificultad con más facilidad que otras?
Así como una palmera que es sacudida por una tormenta hasta ser doblada, pero sin llegar a romperse, de esa misma manera nosotros también podemos aprender como hacerlo. A continuación unas sugerencias que te permitirán manejar la adversidad y crecer en el proceso:
- Sé consciente de que nada es para siempre. De la misma manera que el año tiene estaciones y éstas van y vienen, así también ocurre con las tempestades de la vida; tienen un comienzo y un fin.
Tal como le ocurre a uno de esos días bellos y soleados, que de repente llegan a estar completamente nublados, a nosotros también nos puede ocurrir. Puedes pasar de sentirte en la cima del mundo, mirando todo desde arriba, y en un momento determinado producto de una palabra, una mirada o un silencio sentirte derrumbado y terriblemente mal. Es entonces cuando debes recordar lo que dice un proverbio chino: “Caerse siete veces, levantarse ocho.”
- Pregúntate, ¿qué hay de bueno en esta situación? No importando cuál sea el desafío, haz este ejercicio. Por muy mala que pueda ser la noticia, y aunque parezca imposible, puedes encontrar algo bueno en ella. Unas de estas noticias pudieran ser consideradas como “malas”, pero que en el fondo podrían ser la fuente de algo bueno. Imagina que tu pareja te dice: —¡Estoy harto! y quiero hacer mi vida en otro lado y con otra persona—. Mientras que parece muy duro a primera vista y opines que el mejor escenario sería que jamás te tocara pasar por esto, igualmente esa noticia, puede abrirte la oportunidad de conocer a otras personas que dado el momento pudieran ser mucho más compatibles contigo como pareja.
- Piensa qué hay otras personas que han pasado por lo mismo. Otra manera de doblarnos y no salir rotos en el intento es pensar en todas aquellas personas que han enfrentado situaciones parecidas, o aún más complicadas, de las que te tocan sufrir ahora. ¿Acaso crees que eres la única persona que tiene problemas? ¿Piensas que en todo el mundo eres el único que ha perdido a alguien cercano, o quien se ha equivocado en algo importante? ¡Pues déjame recordarte que no! Actualmente, hay casi ocho mil millones de personas sobre esta tierra y puedo asegurarte qué entre ellos muchos han pasado por problemas o situaciones semejantes a los tuyos, algunos hasta peores. Lo más interesante es que esas mismas dificultades han sido superadas de alguna manera u otra por muchos de ellos.
- Date cuenta que la muerte es inevitable. Aunque no suele ser muy agradable pensarlo, sin importar nuestra edad, estado económico o nivel social, perder a alguien cercano siempre resulta difícil. No hay manera de pintarlo como algo positivo. Sin embargo, es un evento natural y que además ocurre con cierta frecuencia. La idea no es asumir una filosofía mórbida, ni negativa sobre la muerte, sino más bien ser realista. En tu experiencia: —¿Qué ocurre en el mundo después de que se muere alguien? En la mía, la vida sigue, y lo más seguro es que así también será cuando tú y yo, llegada la hora, partamos de este plano al “otro lado”.
En fin, no es que sea fácil doblarnos sin rompernos, pero tampoco es imposible. Por supuesto, se que no existe una varita mágica con la cual eliminar todos los problemas de tu vida, sin embargo, sí es posible disminuir la magnitud del efecto que la adversidad puede generar en ti. Cuando pones tus dificultades en perspectiva, generalmente ves que no es el fin del mundo, sino una lección a ser aprendida y eso puede permitirte doblar y no romper.
∞ Rob McBride ∞
LL IV 42