Lo que no se hace en este momento puede quedarse en el olvido para siempre. Este instante es el mejor momento para realizar proyectos que sean fundamentales para nuestro progreso y nuestro desarrollo.
Listas de tareas pueden ser una herramienta poderosa para incrementar nuestra efectividad. Aún así, frecuentemente se convierten en una excelente forma de llevar a cabo lo que debe ser hecho en este instante sin dejarlo para un futuro que posiblemente nunca llegue.
Ideas comunes abundan; mientras que las ideas realmente extraordinarias posiblemente llegan una sola vez. Podemos utilizar técnicas específicas para potenciar la energía del momento y así permitir que una idea florezca hasta convertirse en una propuesta espectacular. El día a día genera un sinfín de rutinas que obstaculizan momentos mágicos de la profunda inspiración.
Una idea espléndida desarrollada con inteligencia puede traer éxito extraordinario. Para obtener una idea estupenda es deseable generar muchas ideas, una de las cuales puede tener un impacto importante y positivo sobre nuestras vidas.
Una buena forma de concentrarse en lo más importante es utilizar el método propuesto por Ivy Lee a Charles Schwab, el dueño de Bethlehem Steel al principio del siglo XX. Schwab luego atribuyó el éxito fenomenal de su organización a esta idea. El interés de Schwab por incrementar su productividad lo llevó a trabajar con Ivy Lee, quién le propuso la siguiente técnica.
Lee le pidió a Schwab que anotara sus objetivos más importantes en un papel. Después de terminar el listado, Lee le indicó que ordenara cada tarea según su prioridad colocando un #1 al lado del más importante, un #2 al lado del segundo más importante y así sucesivamente hasta establecer la prioridad de cada uno.
Lee le dijo que colocara el listado en su bolsillo y que al día siguiente que comenzara con el objetivo #1. Le sugirió que trabajara solamente en éste hasta terminarlo, a menos que algo impidiera su cumplimiento. Lee enfatizó la importancia de centrarse en lo más importante. Explicó que ésta era la mejor forma de ser efectivo. Le comentó que un día productivo no consiste en realizar una multitud de tareas sino cumplir con los más significativos.
Después de apreciar los frutos de esta idea, según va el cuento Schwab le pagó a Lee $25.000 dólares, que al comienzo del siglo XX, ¡era una suma extraordinaria!
Lo más importante no es el número de tareas que realizamos en un día sino la importancia de ellas. Utilizar el método de Lee diariamente nos asegura cumplir con lo más importante en este instante.
¡ Es el Rebote lo que nos Lleva al Tope !
∞ Rob McBride ∞
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