Mientras que hay diferentes maneras de analizar la vida, ésta se puede dividir en tres etapas que la marcan. Mi manera de verlas es la siguiente:
- Nos Prepararnos
- Producimos
- Disfrutamos y Gozamos
La transición de una a otra fase, no suele ser una linea que podamos divisar con toda claridad, aunque puede llegar el caso de que así sea. Cuando nos graduamos de bachillerato y salimos del colegio; cuando egresamos de pre o post grado en la universidad, o cuando terminamos de prepararnos en alguna especialidad u oficio; frecuentemente damos por culminada nuestra etapa de Prepararnos.
Así comienza luego, la etapa Productiva de nuestra vida, donde empezamos a realizar aquello para lo cual nos preparamos, aunque hay casos en que se estudia una cosa y se termina ejerciendo otra. Algunos son doctores y otros bailarines; unos ejercen como abogados y otros como ingenieros; existe una gran cantidad de individuos que son obreros, hay casos con un sueldo fijo, otros con trabajo a destajo; hay personas que barren las calles, y alguien tiene que botar la basura. Por otro lado, deben existir personas que gobiernen, y resguardan la seguridad. Todos hacemos algo en la vida.
En algún momento, quizás sin darnos cuenta, llega la etapa de Disfrutar y Gozar de todo lo que hemos hecho en las primeras dos etapas. Esto necesariamente, no tiene que ver con la jubilación, sino más bien con una nueva perspectiva de ver el trabajo, dándole otra luz. Cuando disfrutamos lo que hacemos más que del dinero que proviene de dicha actividad, damos paso a la tercera etapa de la vida. A este periodo muchos le denominan los Años de Oro, porque pueden ser llenos de mucha riqueza, tanto económica como emocional.
Si seguimos pensando en estas fases, encontramos lo siguiente:
Irónicamente cuando somos más jóvenes, en la etapa de Prepararnos, con frecuencia queremos salir de la escuela al mundo con mucha prisa. Años más tarde, nos damos cuenta que es ese el tiempo de nuestra vida en que solemos ser más libres ya que normalmente no tenemos grandes responsabilidades. Quizás no debemos estar ansiosos por “botar a nuestros hijos de la casa” tan rápido, sino darles herramientas para que se defiendan bien. Tal vez sería mejor asegurarse de que escojan hacer en la vida algo que sea de su agrado y que además tenga la posibilidad de proveerles los recursos que les hagan falta.
Obviamente, algunos hacen exactamente esto y me parece bien, porque en muchos casos, nuestro bienestar podría bien depender de nuestros hijos, aunque no siempre es el caso. Hagamos lo mejor para que estén bien preparados para la vida antes de que se embarquen en la etapa Productiva.
En esta segunda etapa Productiva, hay muchas personas actuando como simples robots para llegar a la fase final. En muchos lugares del mundo esto significa trabajar desde que terminar nuestros estudios, hasta tener 60 o 70 años, y así jubilarnos con la esperanza de quizás recibir dicho ingreso. En otros lugares del mundo se jubilan con más antelación, aunque sus desafíos suelen ser parecidos.
¿Por qué debemos esperar tanto tiempo para pasar a la última etapa de Disfrutar y Gozar lo que hemos hecho en las otras?
Cuando amamos lo que hacemos y eso nos apasiona, ¡podemos comenzar a Disfrutar y Gozar poco después de haber entrado en la segunda etapa!
Claro que es mucho más fácil entrar en esta última fase si ya no poseemos deudas y tantas obligaciones, pero no es imprescindible. Cuando nos levantamos por la mañana y estamos a gusto con lo que nos toca hacer, ya sea saliendo a trabajar o quedándonos en casa, podemos ya estar bien encaminados, acelerando el proceso.
No hace falta permanecer 40 o 50 años en un trabajo sin salida que odiamos, solo para jubilarnos y luego de todo eso, al fin, tener unos “buenos años”. Es preferible, que desde nuestra juventud busquemos hasta encontrar aquella actividad que estaríamos dispuestos a realizar, aun sin paga; y luego encontrar a quien nos pague bien por hacerlo.
La tercera fase de la vida para Disfrutar y Gozar no se trata de jubilarnos y quedarnos inertes viendo la televisión, o meciéndonos en una hamaca sin hacer nada todo el día; sino en levantarnos cada día y dar lo mejor que podamos en la etapa que estemos, sin supeditar esto a una edad determinada. Al final y al acabo, la edad es un simple número, no un estado emocional.
∞ Rob McBride ∞
LL IV 49