Todos tenemos un tiempo definido en este mundo, tal como lo conocemos, y ese lapso vivido para cada uno dependerá de muchos factores. Algunos vivirán hasta ser muy viejos, otros terminarán la carrera mucho más temprano. Lo cierto es que si estás leyendo este mensaje ahora, aún estás vivo, y eso significa que puede ser que apenas esté comenzando todo lo que está por venir.
¿Cual ha sido tu punto de partida y hasta dónde has dejado tus huellas hasta ahora?
¿Te sientes a gusto con el trayecto recorrido o preferirías borrarlo y comenzar uno nuevo?
Independiente de cual sea tu respuesta, comenzando en éste instante tienes el poder de dirigir las próximas huellas, esas que te llevarán hacia una mejor mañana. Tantas veces nos quedamos en el pasado añorando lo que una vez fue y otras nos llenamos de ansiedad por lo que mañana podría ser, olvidando lo más importante; y es que, no existe la posibilidad de vivir otro momento que no sea este.
¿Has pensado en las huellas que dejas diariamente?
¿Las personas con quienes te cruzas a diario te saludan cordialmente o más bien huyen de ti, buscando refugio?
Solemos complicar la vida y la verdad es que no tiene que ser tan difícil.
Me preguntarás, “¿Cómo es eso?”
Es muy sencillo, pero no siempre tan fácil, sólo toma en cuenta lo siguiente:
- Ten cuidado en donde pisas, porque donde lo hagas, dejarás huellas
- Procura que tus huellas sirvan para embellecer el lugar donde estés
- Saber a donde vas a diario es esencial para ser más productivo
- Ten cuidado a quien pisas mientras avanzas en tu camino
- Elige el destino a donde quiere llegar cada día
- Ve una buena compañía en tu trayecto
Deja huellas en tu camino que sean dignas de ser seguidas, estudiadas y recordadas. Que la expresión de aquellos que las sigan sea de alegría y eso se refleje por una gran sonrisa en sus rostros y sobre todo, que sus expresiones estén cargadas de un inmenso cariño en sus almas al experimentar el efecto maravilloso que tus huellas han dejado en ellos.
∞ Rob McBride ∞
LL IV 10