Si hay una certeza en la vida es que tendremos incertidumbre.
Cuando crecemos, no estamos seguros si conseguiremos encajar en la sociedad. Cuando estudiamos, es incierto si lograremos culminar y graduarnos. Cuando trabajamos, es frecuente preguntarnos hasta cuando estaremos en ese puesto. Cuando estamos casados, podemos dudar si estamos con la persona correcta o no. En Venezuela, donde vivo, nos preguntamos si tendremos luz y agua de un momento a otro. En pocas palabras, la incertidumbre es una fiel compañera en cada una de nuestras etapas.
Generalmente la incertidumbre, trae dos resultados: el primero es que nos puede congelar hasta mantenernos inmóviles y el segundo es que nos impulse hacia la acción. Mientras que todas las circunstancias son diferentes, así como también su grado de incertidumbre, hay algo que todos tienen en común:
La incertidumbre se supera tomando acción.
Indiferente de la situación, o grado de la duda, podemos movilizar nuestra creatividad interna para determinar qué tipo de acción podemos tomar, por ejemplo:
Si la incertidumbre tiene que ver con nosotros mismos y nuestra falta seguridad, quizás podemos tomar algún curso de artes marciales, auto-ayuda, o simplemente darnos cuenta de lo increíble que somos; y es muy probable que la inseguridad merme hasta que pueda ser manejada.
Si es por el lado escolar donde se manifiesta la incertidumbre al no estar seguros si conseguiremos graduarnos o no, podemos prestar más atención en las clases, desarrollar un interés sincero en los temas que estudiamos y al estar preparados para los exámenes, la probabilidad de aprobar y culminar la carrera, aumentará.
Si donde se presenta la inestabilidad es en nuestro trabajo, podemos prepararnos cada vez más en lo que hacemos y en caso de que ocurra algo con la compañía en la cual estamos, podemos ir a otra sin problema, o tal vez comenzar algo propio.
Si la duda corresponde a nuestra pareja, con respecto a si estamos o no con la persona correcta, tenemos la posibilidad de hablar con ella; expresar lo que sentimos y llegar entender lo que también está sintiendo. No todos estamos destinados a estar juntos “hasta que la muerte nos separe.” En algunos casos es posible resolver nuestras diferencias, en otros un cambio drástico es le mejor decisión.
Con incertidumbres que van más allá de nuestro área de influencia, como es el caso de la falla en los servicios básicos como la luz y el agua, manejarlos no siempre es tan fácil, particularmente porque en algunos casos es una cuestión de vida y muerte. Sin embargo, cuando esto ocurra y nos quedemos secos o en la oscuridad; podemos enfocarnos en aquellas cosas que sí podemos hacer a pesar de lo límites, en vez de lamentarnos por todo lo que no podemos hacer.
La incertidumbre es agotadora; ya que debilita nuestra energía y nuestras ganas. En vez de caer en su trampa, que nos lleva a nada, podemos plantearnos la siguiente pregunta:
¿Qué puedo hacer para entender mejor esa duda?
Podemos ser proactivos, informándonos más sobre eso que nos preocupa, en consecuencia, nuestra perspectiva se ensancha y obtenemos mejores resultados, que si nos hubiéramos quedado esperando que algo pasara sin hacer nada. Regálate unos minutos, o quizás hasta algunas horas para contemplar tu próximo paso cuando estás cara a cara con la incertidumbre. Luego, con mucha confianza toma acción para dominarla.
∞ Rob McBride ∞
LL IV 46