Es común pensar que no tenemos opciones u oportunidades. Somos seres de hábitos y llegado el momento de salir de nuestra zona de confort, es fácil encerrarnos en la “imposibilidad” de lo que no sabemos, en vez de motivarnos con la “posibilidad” de lo que puede ser.
Veamos estas dos frases:
Opportunity Is Nowhere (No hay oportunidad en ninguna parte)
Opportunity Is Now Here (La oportunidad ahora está aquí)
En inglés las letras son exactamente iguales pero dependiendo de dónde colocamos los espacios, su significado es totalmente diferente. En el primer caso, no hay oportunidad en ninguna parte; mientras que en el segundo la oportunidad está en todas partes. Totalmente excluyente una frase de la otra.
Esto me hace recordar que hay un excelente ejemplo referente al alcance del conocimiento. Imaginemos que estamos dentro de un bosque en una noche oscura, con una fogata. El fuego y la luz, representan todo aquello que sabemos y la oscuridad eso que a simple vista no podemos percibir, aún estando ahí, todo aquello que aún no hemos aprendido.
Igual pasa con la posibilidad y la oportunidad, no las vemos hasta descubrirlas. Las opciones posibles u oportunidades por aprovechar, se alojan en nuestra mente por diversos motivos, quízas porque:
Tuvimos que aprender algo por circunstancias de la vida
Tomamos una decisión para conocer más de ello
Un desafío nos hizo crecer en valor al asumirlo
La persona que sabe pescar para sobrevivir no encuentra mucha dificultad en hacerlo. Alguien más, en diferente situación, quizás pensaría que es algo muy difícil, no porque lo sea, sino por una falta de conocimiento o por no tener la necesidad. Como bien dice el refrán: “No le des el pescado, sino enséñale a pescar”. Con lo primero le resuelves un problema puntual, con lo segundo le garantizas oportunidad de alimentarse toda la vida.
Perder un trabajo o pasar por una dificultad económica pueden parecer el fin del mundo, pero no tiene que ser así ya que son coyunturas propias de la vida que pueden ser solventadas. Es muy importante saber que en cualquier momento podemos “aprender a pescar”, mientras haya vida. La posibilidad está a la vuelta de la esquina esperando ser descubierta, para convertirla en una oportunidad.
Generar recursos materiales en nuestra vida, no requiere necesariamente de un alto coeficiente intelectual, de hecho, hay muchos que logran hacerlo sin poseer mucha educación. Pero el reto más grande, el tesoro al final del arcoiris, es poder generar lo que necesitamos para vivir, por medio de hacer aquello que nos encanta, eso que da real sentido a nuestra vida.
¿Qué harías si perdieras el trabajo o te quedaras sin dinero?
¿Te echarías a morir o sería mejor buscar otra alternativa?
Por supuesto, todos somos diferentes y por tanto tendremos disímiles maneras de abordar estas situaciones. Aunque parezca insólito, hay quienes prefieren rendirse y tirar la toalla ante la dificultad, sin descubrir ninguna otra posibilidad. Los obstáculos más grandes a vencer en nuestra vida suelen ser los que están en nuestro interior, en nuestra mente y no en el entorno.
En vez de sentirte mal por la pérdida de un trabajo o alguna dificultad económica, descubre la posibilidad y aprovecha la oportunidad entendiendo que ambas existen cuando estás dispuesto a utilizar al mente, llevando el pensamiento a la acción con inteligencia. Descubre lo que más te gusta hacer y en ello encuentra la posibilidad de ganarte la vida y así construir y disfrutar la vida que siempre has soñado. Entiende la posibilidad, aprovecha la oportunidad.
∞ Rob McBride ∞
LL IV 29