La verdad es una sola y todo lo que varía de ella, es sencillamente una interpretación particular del individuo que la aborda. Por tanto, ella es absoluta, pero la percepción del ser humano frecuentemente la relativiza.
Es por eso que dos personas pueden ser testigos de un mismo evento y al momento de dar testimonio, expresar cosas distintas en cuanto a lo sucedido. Para evitar que hechos subjetivos determinen la verdad en un juicio, hoy en día se hace uso de la información que nos revelan las cámaras para discernir en un instante la veracidad de un testimonio, determinar quien es el culpable y posteriormente ponerlo tras las rejas.
Sin embargo, “torcer la verdad” es algo que solemos hacer más por conveniencia que por un asunto de vida o muerte. Alteramos, cambiamos o torcemos la verdad para impresionar a alguien, quizás para cubrir un error, o tal vez simplemente porque estamos en aprietos y asumir la verdad nos pondría en mayor desventaja.
Aún así, la verdad se mantiene, no cambia.
En función de ello, vamos a considerar cómo somos capaces de manejar la verdad, tanto en nuestra relación con los demás , así como también en lo personal.
Quizás más importante que las “verdades” que otros nos dicen sobre ellos, son aquellas que nos decimos de nosotros mismos.
- ¿Como es la conversación que tenemos con nosotros mismos a diario?
- ¿Somos honestos y hablamos la verdad cuando nos vemos al espejo y evaluamos nuestro trayecto de vida?
- ¿Vamos tan bien como pensamos en el colegio, el trabajo, y en nuestras relaciones personales?
- Mirándonos a nosotros mismos, ¿cuáles son esas verdades difíciles que nos atrevemos a decirnos para sacudirnos y mejorarnos? Y por otro lado, ¿cuáles son las mentiras que nos decimos para auto engañarnos?
Todos tenemos áreas débiles, errores sin fecha de caducidad y puntos ciegos que a veces lo nublan todo. Vamos a darnos la oportunidad de creer más en nosotros mismos, diciéndonos la verdad sobre las flaquezas que debemos mejorar, así como también las fortalezas que podemos potenciar.
Cuando alguien nos diga que hizo algo, podemos tomarlo con calma, entendiendo que puede ser cierto, o no. Más importante de lo que otros nos dicen de ellos, es lo que nos decimos a nosotros mismos cuando revisamos nuestro progreso, dando una apreciación acertada de la verdad, en vez de una interpretación vaga de ella.
∞ Rob McBride ∞
LL IV 48