Generalmente sabemos “qué” queremos. Lo que no es tan evidente es “cómo” lograrlo. En esta época del año solemos revisar lo que nos ha funcionado bien y proponernos hacer mejor en el futuro. Es natural querer “más” aunque este “más” varía para todos. A continuación unos ejemplos de lo que podemos querer:
MÁS amor
MÁS dinero
MÁS prestigio
MÁS tranquilidad
Un MEJOR trabajo
MEJORES relaciones
Un MEJOR transporte
Lo “que” queremos viene fácilmente. El “cómo” lograrlo es más elusivo y requiere un poco más de reflexión. Aun así, siempre podemos desmantelar cualquier objetivo en pedacitos para acertar el cómo lograrlo.
Por ejemplo, muchos quisiéramos tener más dinero, la respuesta suele ser sencilla, mas no necesariamente fácil de lograr. Lo único que tenemos que hacer es “vender” más de lo que ofrecemos al mundo.
Puedes estar pensando, “Yo no vendo nada.” Aunque a primera vista podría parecer así, todos vendemos algo. Vendemos nuestra forma de ser todos los días. Vendemos nuestra capacidad de ser un buen empleado. Vendemos nuestra habilidad de ser un buen amigo. Vendemos el hecho de que somos un buen compañero. Vendemos nuestra facultad de ser buenos padres. En fin, estamos vendiendo todo el tiempo. Si queremos más, ¡sólo hay que “vender” más!
Veamos otro ejemplo. Supongamos que queremos tener una mejor relación comercial con nuestros clientes para aumentar la rentabilidad que tengamos con cada uno de ellos. Mientras que hay muchas maneras de lograr esto, podemos comenzar con la siguiente pregunta. ¿Qué es lo que realmente quiere nuestro cliente? Algunas respuestas podrían ser:
Mejor atención
Mejores condiciones de pago
Apoyo a nivel técnico para optimizar el uso del producto
Un producto o servicio que mejor satisfaga sus necesidades
Con estas respuestas podemos comenzar a elaborar nuevas estrategias para darles mejor atención, proveerles mejores condiciones de pago, suministrarles apoyo técnico y asegurar que nuestros productos sean los más adecuados para ellos. Mientras que es posible que no podemos directamente influir y/o proveer cada una de estos elementos, nos permite enfocar nuestra atención en “cómo” lograr lo que ellos más quieren y así lograr lo que nosotros más deseamos.
El “cómo” lograr cualquier objetivo depende de cada quien y no hay una respuesta mágica que funcionará para todos. Una de las cosas más bellas de la vida es que todos somos diferentes y hay muchos caminos para lograr nuestros objetivos. Cuando aclaramos lo “qué” queremos, podemos determinar “cómo” lograrlo e implementar un plan a diario para dar dirección a nuestro destino.
∞ Rob McBride ∞
LL II 44