Muchos los anhelamos y no todos llegamos a disfrutarlos…
¿Qué son los años dorados y cómo podemos llegar a ellos sin tener que esperar tanto?
El pensamiento tradicional contempla trabajar por un lapso de 40 a 50 años en una empresa para poder tener una jubilación que nos permita vivir los últimos años de nuestra vida en paz y tranquilidad. Sin embargo, en la historia de la humanidad este concepto es relativamente nuevo, guardando similitud al cuento del tesoro que se encuentra al final del arco iris. Durante nuestra vida laboral muchos deseamos llegar a ese lugar deseado, en el que vamos a estar bien sin necesidad de trabajar, pero entre más avanzamos en años, más lejos parece estar, y cuando pensamos que al fin llegamos, frecuentemente se va.
Aunque podría sonar poco probable y difícil de hacer, ¿qué tal jubilarse desde ya? La palabra “jubilación” viene del verbo en latín “jubilare” que significa “gritar de alegría”. Propongo que comencemos a expresar nuestra alegría desde ahora mismo, en vez de esperar tantos años para hacerlo.
Tradicionalmente, las personas trabajaban hasta que la salud les permitía hacerlo. Cuando ya no podían más, por alguna enfermedad o limitación física, sus familiares o amigos les ayudaban a subsistir. No fue hasta el siglo XVIII cuando surge la idea de dar un estipendio mensual a las personas que ya contaban con cierta edad. En el siglo XIX varias compañías comenzaron a dar una pensión a sus empleados después de haber cumplido con un número determinado de años de servicio.
En el año 1883, el canciller de Alemania, Otto Von Bismarck anunció el pago de una pensión a sus ciudadanos cuando llegasen a la edad de 65 años. Fue una respuesta populista en respuesta directa contra los Marxistas, quienes en aquél momento estaban ganando poder y popularidad en su país. Y así fue que Alemania se convierte en el país pionero en ofrecer un pago que permitiera a las personas vivir bien en sus años dorados.
¿Acaso es necesario esperar a los 65 años para expresar nuestra alegría y disfrutar el resto de la vida?
¿Qué podemos a hacer para que nuestras expresiones sean gritos alegría antes de llegar a esa edad, que para muchos es cuando sus años se vuelven dorados?
Lo principal es disfrutar lo que uno está haciendo ahora, y eso no es poca cosa. Durante 17 años, como asesor financiero, ayudé a muchas personas planificar sus años dorados partiendo de una buena base económica. En todo ese tiempo, me pareció curioso que la felicidad de mis clientes no se determinaba por su profesión, trabajo y ni siquiera de la cantidad de dinero que ganaban, sino por su actitud hacia lo que hacían. Conocí personas con muchos títulos, profesionales muy codiciados y que ganaban mucho dinero, pero que de la misma manera eran miserables. También conocí personas sin títulos universitarios, con trabajos humildes y ganando poco dinero que eran de los seres más felices que he conocido.
¿Cuál es entonces la respuesta?
Nuestros “Años Dorados” pueden comenzar desde ya con una buena actitud hacia nuestro trabajo, nuestros colegas, nosotros mismos y nuestro entorno. Nuestra actitud hacia lo que hacemos es fundamental. Si no te gusta lo que estás haciendo o dónde estás ahora, comienza a planificar para hacer algo diferente. Me parece que Facundo Cabral resume este concepto:
“Haz solo lo que amas y serás feliz. El que hace lo que ama está benditamente condenado al éxito, que llegará cuando deba llegar, porque lo que debe ser, será y llegará naturalmente.”
Disfrutar cada momento puede convertirte en una persona llena de júbilo constantemente. Eso te permitirá llegar a “jubilarte” y podrás darle el brillo a tus años, convirtiéndolos en dorados, sin necesidad de esperar tanto tiempo.
∞ Rob McBride ∞
LL IV 32