Como una planta que requiere cariño para crecer y florecer, nosotros también necesitamos un cariño de vez en cuando. Un árbol que tiene ramas y hojas muertas tiene que ser podado para canalizar la energía que lo sustenta. De la misma forma, nosotros también podemos Podar Excesos en nuestras vidas para optimizar nuestros recursos.
¡Es importante destacar que no siempre hace falta podar! De hecho, podar una planta saludable puede matarla. Si estamos recibiendo todo lo que deseamos y en la cantidad que queremos, ¡No hace falta hacer absolutamente nada! Aún así, en la gran mayoría de los casos, existen excesos que podemos podar para alcanzar la vida que más deseamos.
¿Cuáles son los excesos que se pueden podar en tu vida?
La respuesta de cada quien será distinta y todos somos diferentes. Nuestros hábitos pueden generar o restar poder y energía. Quitar una hoja muerta de una planta es como Podar Excesos de nuestra vida. En ambos casos creamos espacio para progresar y prosperar.
Una de mis más importantes lecciones de vida vino de mi madre. Me decía, “Robbie, la gran mayoría de las cosas en la vida no son ni buenas ni malas. La manera en que las manejamos es lo que les da sentido. La moderación ante todo nos permite disfrutar más de cada momento.”
Mientras que puede haber una cantidad ilimitada de excesos, para algunos uno de estos “Excesos” podría ser el trabajo. Si bien todos tenemos que trabajar, esto no nos debe de tomar el 100% de nuestro tiempo. La actividad económica que nos sustenta nos permite disfrutar de nuestro entorno. Aún así, demasiado trabajo podría convertirse en un hábito que resta importancia de otras partes vitales de nuestra vida.
Sin embargo, para otros un “Exceso” podría ser demasiado descanso. Si estamos siempre descansando vendrá un momento cuando no tendríamos tiempo siquiera para descansar un poco. De todas maneras relajarse y recargar las pilas es tan importante como trabajar y producir.
¿Cómo utilizas cada momento de tu día?
Un ejercicio valioso consiste en evaluar exactamente lo que hacemos en cada instante durante varios días. Anotar las actividades que realizamos y el tiempo requerido para cada uno ¡suele ser revelador! Una de las quejas más frecuentes es, “¡No tengo tiempo para nada!” Mientras que esto parece ser el caso, el tiempo es igual para todos y no existe nadie que tiene más tiempo en un día que otro.
Cada día tenemos el regalo de 1.440 minutos. Como cualquier otro regalo, depende de nosotros lo que hagamos con ese “presente.” Lo podemos colocar en una gaveta y desperdiciarlo o sacarlo y utilizarlo. Aunque es común pensar que no tenemos tiempo, siempre podemos tomar 5, 10 o 20 minutos para realizar ejercicio, llamar a un amigo o efectuar cualquier otra actividad que provee energía y dirección a nuestro destino durante el día.
No es el “tiempo” en sí lo que nos falta sino los “Excesos” que frecuentemente ocupan nuestros días, semanas y meses. Podar Excesos crea espacio para lograr lo que más queremos en nuestra vida. El tiempo marcha en su camino constante. Determinar lo que más deseamos y luego enfocarnos en las actividades que nos dirigen hacia esos objetivos, asegura vivir una vida de intención y no de frustración.
∞ Rob McBride ∞
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