Momentos…

La vida está compuesta de momentos…

Momentos mágicos que nos hacen vibrar con emoción y que forman una parte integral de nuestra experiencia.  Momentos que se convierten en las películas de nuestra mente y que están disponibles las 24 horas al día para anclarnos en aquellos instantes que confirman lo que es el placer de estar en este trayecto maravilloso que llamamos vida.

Momentos cotidianos que son una parte integral de nuestro día al día y forman una gran cantidad de nuestros minutos, horas y días.  Momentos que pueden pasar por desapercibidos si no estamos prestando atención a lo increíble que es cada instante; el vuelo de un pájaro, el color intenso de una flor o la respiración que nos mantiene vivos.

Momentos increíbles que nos sacan el aire con su incredulidad y la sorpresa de lo perfecto que es la vida en su misma imperfección.  Momentos cuando una tormenta arrasa con todo lo que está en su camino y la subsecuente regeneración de vida y abundancia en el mismo lugar donde antes no quedaba absolutamente nada. 

Momentos de desafío que parecen que nunca van a terminar y la agonía que vivimos mientras estamos buscando una solución.  Momentos que en el instante parecen ser el fin del mundo como lo conocemos y luego que parecen ser solo sueños cuando logramos superarlos viendo que al final siempre dejan una lección importante.

Momentos de éxtasis cuando se para el mundo para nosotros y entramos en un estado donde nada nos puede tocar o tumbar.  Momentos que vienen cuando menos los esperamos y que luego quedan como un remanente de un sueno sensacional que anhelamos repetir con todo nuestro cuerpo y ser.

Momentos de angustia que forman una parte de nuestra vida y que nos inhibe hacer lo que en otras circunstancias viene naturalmente.  Momentos que de una forma peculiar e inesperado forman la base de nuestro ser y que luego dan pautas que nos dirigen dándonos la dirección que marca nuestro destino.

Momentos maravillosos que nos hacen sonreír ampliamente y reír tan fuerte que nos duele el estómago.  Momentos que dejan su huella en nuestra experiencia fortaleciendo lazos con las personas con quienes tenemos el gusto de compartirlos y creando relaciones que pueden perdurar toda la vida.

Momentos ordinarios que constituyen una gran parte de nuestra existencia y que a su vez siempre dejan un espacio para reflexionar.  Momentos que de otra manera simplemente vienen y van sin que les demos mayor importancia aunque cuando los analicemos tienen el poder de afirmar lo extraordinario que es cada instante. 

Momentos de inspiración que nos permiten volar con las águilas y durante los cuales pareciera que todo lo que hacemos sale bien.  Momentos cuando estamos conectados con el universo y fluimos naturalmente con todos los cambios normales e imprevistos que constituyen la naturaleza de la vida.

Momentos de torpeza que vienen inesperadamente y que nos causan vergüenza porque nada funciona como quisiéramos.  Momentos que reafirman el hecho de que no somos perfectos y que a su vez crean incomodidad que frecuentemente es imprescindible para aprender y seguir.

Momentos de alegría que alimentan el alma y que verifican que la felicidad debe ser la regla en vez de la excepción.  Momentos que nos transportan a otro lugar emocionalmente y que abren las puertas a ser felices con lo que tenemos y donde estamos en cada instante aun así sabiendo que siempre podemos mejorar.

Momentos de tristeza que forman una parte natural del ciclo de la vida y que por más que quisiéramos que no vinieran, vendrán.  Momentos para reflexionar sobre lo que ha sido hasta este momento para luego seguir adelante modificando nuestro comportamiento por errores cometidos y así luego crear nuestra propia realidad.

Momentos para arriesgarnos con valentía con el fin de lograr lo que más deseamos y pintar un cuadro grandioso que representa lo que somos.  Momentos para dar un brinco al vacío con energía sabiendo que en el camino podemos realizar ajustes con lo que no sale exactamente como quisiéramos. 

Momentos para aguantarnos manteniéndonos firmes con nuestras propias decisiones sabiendo que nuestro criterio tiene el mismo valor que cualquier otra persona.  Momentos para quedarnos tranquilos en el conocimiento que no siempre es necesario realizar cambios violentos para conseguir lo que queremos.

Momentos de energía cuando actuamos con entusiasmo para lograr nuestros sueños y creamos nuevos caminos al destino que más deseamos.  Momentos para seguir adelante con ánimo sabiendo que las personas que son más ocupadas y tienen más que hacer son las que suelen dar resultados en vez de negados.

Momentos de descanso cuando retomamos nuestras fuerzas y disfrutamos plenamente del placer de simplemente ser sin sentirnos obligados a siempre estar ocupados.   Momentos para saborear el sol sintiendo su calor reflexionando sobre el trabajo arduo que paradójicamente nos permite disfrutar de cada instante. 

Momentos para dialogar con elocuencia exponiendo nuestro punto de vista con confianza y convicción compartiendo nuestros conocimientos.  Momentos para destacarnos de los demás haciendo todo lo que está dentro de nuestro poder para ser algo más que simplemente uno más en la masa de la humanidad.

Momentos para escuchar con el fin de primero entender la posición y perspectiva de los demás antes de ofrecer nuestra opinión.  Momentos para ser empático adentrándonos en las emociones y pensamientos del otro para entender lo que realmente les interesa, haciéndolos sentir comprendidos.

Momentos para imaginar todo lo que es posible cuando utilizamos nuestro poder creativo para generar nuevas soluciones y alternativas a desafíos comunes.  Momentos para ingeniar nuevas maneras de conseguir algo mejor con otros caminos que nos dirigen a nuevos destinos.

Momentos para cristalizar lo que ya sabemos con todo lo que hemos aprendido deleitándonos en los desafíos que hemos superado.  Momentos para ponderar nuestra existencia y lo que significa la vida sabiendo que aun con las mejores conjeturas que no hay nadie que tiene la respuesta absoluta.

Momentos para pensar en lo maravilloso que es cada segundo, minuto y hora que va pasando como arena por nuestros dedos mientras que el mundo va dando vueltas.  Momentos para ser agradecidos por el privilegio de estar vivos sabiendo con certeza que ¡este momento es el más intenso de nuestra vida y se va en un instante!

~ Rob