Nuestra capacidad de “Rebotar” y seguir adelante es un factor que nos brinda confianza y seguridad ante las situaciones más desafiantes en la vida. Una excelente analogía es la de la pelota que rebota después de la caída. Otra es la de la esponja que vuelve a su estado original después de haber sido manipulada y maltratada. Las características de la pelota que rebota y la esponja que se repone son distintas. A la vez, hay similitudes notables.
La esponja después de haber sido doblada y estrujada vuelve a su estado original. Mientras haya un límite del abuso que puede resistir, ella retomará su forma inicial. Podemos aprender mucho de la esponja tanto en su estado natural en el mar como también en su forma comercial.
La esponja en el mar se regenera cuando es cortada para ser utilizada comercialmente. La esponja que compramos es impresionante en su capacidad de almacenar agua y de volver a su estado inicial. De la misma manera nosotros los seres humanos somos capaces de aprender, almacenar información y luego rebotar después de una situación difícil. Cuando vemos nuestros desafíos y retos como si fuéramos esponjas, encontramos otro significado en los momentos más desafiantes de la vida.
En español la palabra que manifiesta la esencia de la esponja es, “Elasticidad.” El diccionario Larousse define la elasticidad como:
“Propiedad que poseen determinados cuerpos de recuperar su forma, cuando la fuerza que los deformaba deja de actuar.”
La capacidad de volver a nuestro estado original después de haber sido “deformado” es un reto loable y la habilidad de mejorar con el aprendizaje de estos acontecimientos es óptima.
Las personas que logran los éxitos más impresionantes en la vida son aquellas que tienen la capacidad de ver un problema como un desafío sin temer el fracaso. El fracaso en sí no es ni bueno ni malo, simplemente es. Algunos de los descubrimientos más increíbles han sucedido después de los fracasos más fuertes y las críticas más apasionados.
Una actitud positiva, el enfoque, la flexibilidad, la organización y la iniciativa son habilidades que nos permite tener la elasticidad de una esponja.
· Una actitud positiva nos dirige a ver los problemas como desafíos
· Un excelente enfoque nos mantiene en el camino correcto
· La flexibilidad nos permite ver alternativas atractivas
· La organización nos ayuda a dirigir nuestro destino
· La iniciativa nos encamina en la dirección deseada
El éxito no es un accidente, es el resultado de las decisiones que tomamos todos los días. Cuando nos damos cuenta de nuestra forma de ver el mundo y específicamente de la manera de analizar los desafíos y retos de la vida, iniciamos un camino que ilumina la belleza de cada paso en esta aventura increíble que llamamos vida.
∞ Rob McBride ∞
LL I 20