El Círculo de la Vida – Nace mi primer nieto

Massimiliano @ una semana

Un nuevo día viene con el amanecer del sol tempranero
Luego se desaparece furtivamente con el atardecer

Una semilla se germina con la humedad y el calor de la tierra
Dando comienzo al mundo un nuevo brote fabuloso

Una flor estira sus pétalos delicados hacia el cielo
Luego se caen al azar cuando se maduran

Un nuevo bebé nace del vientre de su madre
Comenzando el conteo en su paseo incesante

El círculo de la vida nunca termina

Convierte lo que parece ser temporal
En algo maravilloso, mágico y eterno

∞ Rob McBride ∞
22 Sep 2019

The Circle of Life – My first grandson is born

Massimiliano at one week old

A new day comes with the dawn of the early morning sun
Then it disappears silently as dusk sneaks upon us

A seed germinates in the moisture and the warmth of the earth
Bringing forth into the world a fabulous new sprout

A flower spreads its delicate petals towards the sky
Then sheds them randomly as they mature

A new babe is born from the womb of his mother
Starting the clock on his non-stop trek

The circle of life is never-ending

It converts what seems to be temporary
Into a wondrous magical eternity

∞ Rob McBride ∞
22 Sep 2019

Lunar Letter / Borderline to Perfect

While some things merit striving for perfection, others don’t warrant such aggravation. Mathematics, science, and engineering tend to be areas benefiting from getting as close to perfection as possible.

This ring which my good friend Mark Skotchdopole gave me is “Borderline to Perfect”

Nevertheless, stressing too much to try and achieve “perfection” can be counter-productive. Perfectionism can become a controlling obsession. Let’s look at several everyday areas where “borderline to perfect” may actually be preferable.

Cleaning: Have you ever noticed how housework seems to be never-ending? Dust, dirty clothes, and “stuff” in general seems to reproduce exponentially. Does it really make sense to make sure everything in our home is immaculate before continuing with our day? If we were to do so, we might not achieve anything else, not only for a particular day, but perhaps for weeks, or even months, depending on our previous diligence with regards to cleanliness.

Rather than striving to have everything perfect, we can make our bed, clean areas which are most visible, and clean the dishes. It’s amazing how a few critical tasks can make our environment look nice, even when it’s not spotless. A time will come when a deep cleaning will likely be necessary, but from day to day we can do simple maintenance to keep our home clear of clutter, even if there happens to be some dirt in the corners. Then we can get out into the world and live life, or just take a nice long nap, instead of striving to eliminate every speck of dust and dirt from our surroundings.

Sales: Make no doubt about it, selling is an art and to perfect it, can take a lifetime. I have seen certain people who spend so much time perfecting their sales pitch that they never actually get out to talk to potential customers. It’s important and necessary to know our product, it’s benefits, and how we can best serve our clients; but in my experience the salesperson who talks to more people in a day, even with an “imperfect” approach, normally sells circles around the one who stays in the office because they don’t have their sales pitch quite “perfect.”

Personal Relationships: We are emotional beings inside imperfect bodies. While the human body is pretty amazing, we are constantly reminded it is not perfect when we get sick, don’t feel well, or are otherwise hampered by our emotions. Rather than trying to please all of the people all of the time; we can give our greatest effort gratifying those who are most important to us.

We can be kind and courteous to the rest, but is it really worth the extra time and effort to strive to make everyone happy with what we do? Even when do our best to please those we love, we are likely to come up short from time to time. This doesn’t make us “bad” people, it simply confirms our human condition.

Learning to let go of perfectionism can positively impact our lives, as well as that of those around us. When we realize the universality of the concept of yin and yang —where there is a little bit of bad in all that is good and a little good in all that is bad—, we can embrace the fact that being borderline to perfect is often as good as it gets, and indeed a great place to be, regardless of where we happen to be.

∞ Rob McBride ∞
LL IV 50

Lunar Letter / Al Borde de la Perfección

Mientras que merece la pena esforzarnos en llegar a la perfección de algunas cosas, otras no justifican dicho agravante. La matemática, la ciencia y la ingeniería son áreas que se benefician al acercarse lo más posible al estándar perfecto de cada una de sus ramas.

Este anillo que me dió mi gran amigo Mark Skotchdopole es “Al Borde de la Perfección”

Sin embargo, muchas veces nos estresamos demasiado intentando alcanzar “la perfección” pudiendo esto llegar a ser hasta contraproducente. El perfeccionismo puede convertirse en una obsesión que nos domine. Veamos varias ejemplos de las cosas cotidianas en los que estar al “borde de la perfección” puede ser la mejor opción.

La Limpieza: ¿Te has dado cuenta que las labores de la casa parecen nunca terminar? El polvo, la ropa sucia y las cosas en general suelen reproducirse exponencialmente. ¿Tiene sentido asegurarnos que nuestro hogar esté inmaculado antes de hacer cualquier otra cosa? De ser así, posiblemente no lograríamos más nada no solo para ese día, sino quizás por semanas o tal vez meses, dependiendo de cuan diligentes o no, hemos sido anteriormente con la limpieza.

En vez de tratar de tener todo perfecto, podemos tender la cama, limpiar por donde “pasa la reina” y fregar los platos. Es increíble como unas pocas tareas bien hechas pueden transformar el ambiente y hacerlo presentable, aun cuando no sea del todo perfecto. Llega el momento, sin duda, cuando hace falta limpiar a fondo, pero en el día a día podemos realizar tareas sencillas de mantenimiento permitiendo que nuestro hogar se vea bien; aunque haya algo de polvo en las esquinas. Luego podemos aprovechar el tiempo que nos queda para salir y hacer lo que tenemos pendiente, o bien tomar una buena siesta, en vez de pretender exterminar todo el polvo del planeta.

Las Ventas: No hay duda de que vender bien es un arte, y perfeccionar las estrategias para llevarlo a cabo podría tomarnos toda la vida. He visto algunos vendedores que pasan tanto tiempo perfeccionando su táctica que jamás llegan a salir y hablar con un cliente potencial. Es importante y necesario conocer bien lo que se vende, sus beneficios y la mejor manera de presentarlo; sin embargo, en mi experiencia el vendedor que habla con más personas en un día a pesar de que su presentación esté algo “imperfecta” tiene mayor probabilidad de cerrar alguna venta, que quien se queda en la oficina asegurándose de ser “perfecto” para luego salir a vender.

Las Relaciones Personales: Somos seres emocionales dentro de un cuerpo imperfecto. Mientras que el ser humano es increíble, se nos recuerda con frecuencia nuestra imperfección al enfermarnos y no sentirnos bien, o de alguna manera ser limitados por nuestras propias emociones. En vez de tratar de complacer a todas las personas, todo el tiempo; propongo que invirtamos nuestro mayor esfuerzo en las personas que realmente son importantes para nosotros.

Podemos relacionarnos amablemente con los demás, pero ¿realmente vale la pena el tiempo y el esfuerzo adicional invertido en esmerarnos para que todos estén contentos con lo que hacemos? Aun cuando hagamos todo cuanto podamos por complacer a los que amamos, es muy posible que alguna vez nos quedemos cortos. Eso no significa que somos malas personas, sino que confirma nuestra condición humana.

Aprender a dejar el perfeccionismo puede impactar de manera positiva tanto nuestra propia existencia como la de aquellos que comparten con nosotros. Cuando nos damos cuenta de la aplicación universal del concepto de Ying y Yang —que existe algo malo en un todo que es bueno y algo de bueno en un todo que es malo—, podemos abrazar el hecho de que estar al borde de la perfección muchas veces es de las mejores opciones que tenemos, independientemente de donde estemos.

∞ Rob McBride ∞
LL IV 50

Lunar Letter / Etapas

Mientras que hay diferentes maneras de analizar la vida, ésta se puede dividir en tres etapas que la marcan. Mi manera de verlas es la siguiente:

  • Nos Prepararnos
  • Producimos
  • Disfrutamos y Gozamos

La transición de una a otra fase, no suele ser una linea que podamos divisar con toda claridad, aunque puede llegar el caso de que así sea. Cuando nos graduamos de bachillerato y salimos del colegio; cuando egresamos de pre o post grado en la universidad, o cuando terminamos de prepararnos en alguna especialidad u oficio; frecuentemente damos por culminada nuestra etapa de Prepararnos.

Así comienza luego, la etapa Productiva de nuestra vida, donde empezamos a realizar aquello para lo cual nos preparamos, aunque hay casos en que se estudia una cosa y se termina ejerciendo otra. Algunos son doctores y otros bailarines; unos ejercen como abogados y otros como ingenieros; existe una gran cantidad de individuos que son obreros, hay casos con un sueldo fijo, otros con trabajo a destajo; hay personas que barren las calles, y alguien tiene que botar la basura. Por otro lado, deben existir personas que gobiernen, y resguardan la seguridad. Todos hacemos algo en la vida.

En algún momento, quizás sin darnos cuenta, llega la etapa de Disfrutar y Gozar de todo lo que hemos hecho en las primeras dos etapas. Esto necesariamente, no tiene que ver con la jubilación, sino más bien con una nueva perspectiva de ver el trabajo, dándole otra luz. Cuando disfrutamos lo que hacemos más que del dinero que proviene de dicha actividad, damos paso a la tercera etapa de la vida. A este periodo muchos le denominan los Años de Oro, porque pueden ser llenos de mucha riqueza, tanto económica como emocional.

Si seguimos pensando en estas fases, encontramos lo siguiente:

Irónicamente cuando somos más jóvenes, en la etapa de Prepararnos, con frecuencia queremos salir de la escuela al mundo con mucha prisa. Años más tarde, nos damos cuenta que es ese el tiempo de nuestra vida en que solemos ser más libres ya que normalmente no tenemos grandes responsabilidades. Quizás no debemos estar ansiosos por “botar a nuestros hijos de la casa” tan rápido, sino darles herramientas para que se defiendan bien. Tal vez sería mejor asegurarse de que escojan hacer en la vida algo que sea de su agrado y que además tenga la posibilidad de proveerles los recursos que les hagan falta.

Obviamente, algunos hacen exactamente esto y me parece bien, porque en muchos casos, nuestro bienestar podría bien depender de nuestros hijos, aunque no siempre es el caso. Hagamos lo mejor para que estén bien preparados para la vida antes de que se embarquen en la etapa Productiva.

En esta segunda etapa Productiva, hay muchas personas actuando como simples robots para llegar a la fase final. En muchos lugares del mundo esto significa trabajar desde que terminar nuestros estudios, hasta tener 60 o 70 años, y así jubilarnos con la esperanza de quizás recibir dicho ingreso. En otros lugares del mundo se jubilan con más antelación, aunque sus desafíos suelen ser parecidos.

¿Por qué debemos esperar tanto tiempo para pasar a la última etapa de Disfrutar y Gozar lo que hemos hecho en las otras?

Cuando amamos lo que hacemos y eso nos apasiona, ¡podemos comenzar a Disfrutar y Gozar poco después de haber entrado en la segunda etapa!

Claro que es mucho más fácil entrar en esta última fase si ya no poseemos deudas y tantas obligaciones, pero no es imprescindible. Cuando nos levantamos por la mañana y estamos a gusto con lo que nos toca hacer, ya sea saliendo a trabajar o quedándonos en casa, podemos ya estar bien encaminados, acelerando el proceso.

No hace falta permanecer 40 o 50 años en un trabajo sin salida que odiamos, solo para jubilarnos y luego de todo eso, al fin, tener unos “buenos años”. Es preferible, que desde nuestra juventud busquemos hasta encontrar aquella actividad que estaríamos dispuestos a realizar, aun sin paga; y luego encontrar a quien nos pague bien por hacerlo.

La tercera fase de la vida para Disfrutar y Gozar no se trata de jubilarnos y quedarnos inertes viendo la televisión, o meciéndonos en una hamaca sin hacer nada todo el día; sino en levantarnos cada día y dar lo mejor que podamos en la etapa que estemos, sin supeditar esto a una edad determinada. Al final y al acabo, la edad es un simple número, no un estado emocional.

∞ Rob McBride ∞
LL IV 49