Si puedes cambiar algo que no te gusta, hazlo. ¿Qué esperas?
Si no, quédate quieto.
∞ Rob McBride ∞
SE VIII viii 29
Lighthouse of ✌️ 🙏 ❤️ / Faro de ✌️ 🙏 ❤️
Si puedes cambiar algo que no te gusta, hazlo. ¿Qué esperas?
Si no, quédate quieto.
∞ Rob McBride ∞
SE VIII viii 29
If you can change what you do not like, just do it. What are you waiting for?
If not, sit, stay.
∞ Rob McBride ∞
SS VIII viii 29
Conocimiento del mundo ayuda a ganarnos la vida; conocimiento de nosotros mismos a realmente vivirla.
∞ Rob McBride ∞
SE VIII viii 28
Knowledge of the world helps us to make a living; knowledge of ourselves to really enjoy it.
∞ Rob McBride ∞
SS VIII viii 28
La vida viene y se va en un momento. Aquellos que dejamos pasar por pensarlo dos veces, son los que nos dan arrepentimiento. Aprovecha al máximo cada instante.
∞ Rob McBride ∞
SE VIII viii 27
Life comes and goes in a moment. Those we let go for a second thought, are those we lament the most. Take full advantage of each instant.
∞ Rob McBride ∞
SS VIII viii 27
We can look at life as if it were a series of hourglasses. The only difference is that instead of having the tops sealed, they are open to allow adding more sand. When the grains pass from the top to the bottom, the sand creates small mountains which can be thought of as the history our life in 3-D. While we could look at many different examples, let’s look at three.
The most obvious of these hourglasses is the one of time. It determines how long we will live and when the last grain of sand passes through the opening linking the top to the bottom is when we pass from this reality we know, to another yet unknown. Some say the quantity of sand is predetermined, while others say it is a function of what we do and how we live. Of no doubt is that our time as we are now is limited.
Our physical hourglass depends basically on two elements, the calories we consume and those we burn. If we take in more than we eliminate, we gain weight; otherwise, we lose weight, it’s that simple. If you want to eat a lot (and you have the means to do so), there’s no problem as long as you are willing to exercise a lot to burn it off. If we don’t assimilate enough calories, in no time will we not only lose weight, but also the energy we need to face each day. It’s a delicate balance we must strike to be physically fit.
At the same time, our economic hourglass is filled with the money we make, whether it be as an employee, or through any other source of income we might have. It’s diminished by our daily expenses. If we put in more than we take out, year after year, the hour glass will fill and be available if we need it for entertainment or necessity some day. On the contrary, if we take out more than we put in, our hourglass will constantly be empty and we will need to depend on family, friends, a bank, or a loan shark to survive.
Managing our hourglasses isn’t easy, but when we achieve it we can live more satisfied with our place in the world.
How can we do it?
Realizing life has a beginning and an end isn’t cause for anguish or desperation, rather of joy and reflection. If you are reading this now, it means you are alive. Perhaps yesterday wasn’t so swell and tomorrow may be unsure, but today is a reality. Besides, this moment goes with us wherever we go, so you might as well enjoy it as much as possible.
To optimize the physical hourglass, eat well and do some form of exercise everyday. It isn’t always easy and it takes determination and dedication, especially if we are struggling with one of the hourglasses in our life, but it’s essential we maintain our bodies in optimal condition. We have become lazy. Walk up the stairs every now and again to feel how the effort strengthens your legs and your increases respiratory capacity. Walk around the block in the afternoon, or if there is a river, lake, mountain or beach nearby, go there, but do something to keep moving.
To keep the hourglass of economics healthy, every time you receive money, regardless of the source, take fixed percentage and save it in a separate account. Begin to pay yourself first and live with what’s left over. You will see that economic resources will abound in your economic hourglass, growing little by little and giving you a sound economic base.
As the famous saying in computation goes, “garbage in, garbage out.” The grains of sand you add to your hourglasses of life are what you will later use and give to others. If you take advantage of each moment, are careful with your eating and exercise, save some money from everything you earn, and put in the very best ingredients into each of your hourglasses of life, you will be wiser, healthier, and happier.
∞ Rob McBride ∞
LL IV 38
Podemos ver la vida como si fuera un conjunto de relojes de arena. La única diferencia sería que en vez de ser selladas arriba, están abiertos permitiendo el ingreso de más arena. Al pasar los granos de la parte superior hasta la parte inferior, la arena crea pequeñas montañas que pueden ser vistas como una historia en relieve de la vida. Mientras que podríamos ver muchos ejemplos, consideremos tres de ellos.
El reloj de arena más obvio corresponde tiempo. Determina cuanto durará nuestra vida, con certeza de cuando pasa el último grano de arena hacia abajo, entonces pasaremos de esta realidad que conocemos a una desconocida. Algunos dicen que la cantidad de arena en este reloj es predeterminada y otros argumentan que viene en función de lo que hacemos y como vivimos. Lo que no cabe duda es que nuestro tiempo así como estamos es limitado.
El reloj de arena físico depende esencialmente de las calorías que consumimos y quemamos. Si ingerimos más calorías de lo que eliminamos, aumentaremos de peso, y en caso contrario lo perderemos, es así de sencillo. Si quieres comer mucho (y tienes cómo hacerlo) no hay problema, con tal de que estés dispuesto a hacer mucho ejercicio para quemar las calorías. En el otro extremo, si no ingresamos calorías suficientes, en poco tiempo, no sólo perderemos peso, sino también la energía necesaria para asumir cada día. Es un balance delicado que debemos mantener para estar bien físicamente.
Al mismo tiempo, el reloj de arena que rige nuestra economía se alimenta con el dinero que ganamos, derivado ya sea del sueldo como empleado o cualquier otro negocio que podemos hacer. Es consumido a través de nuestros gastos diarios. Si adicionamos más de lo que sacamos año tras año, la arena en la parte superior se acumulará y estará disponible en caso de querer utilizarlo para divertirnos o atender cualquier emergencia. Por otra parte, si pretendemos extraer más de lo que hemos agregado, mes tras mes, nuestro reloj del arena estará vacío constantemente y tendremos que depender de algún familiar, amigo, banco o prestamista para sobrevivir.
Manejar nuestros relojes de arena no es nada fácil, pero al hacerlo, podemos vivir más contentos con nuestro lugar en el mundo.
¿Cómo hacerlo?
Darnos cuenta que la vida tiene un comienzo y un fin no tiene que ser causa de angustia o desesperación, sino de regocijo y reflexión. Si estás leyendo esto ahora significa que estás vivo. Quizás ayer no fue de lo mejor y mañana es incierto, pero hoy es una realidad. Además este momento va con nosotros a donde vayamos, así que mucho mejor que lo aproveches al máximo.
Para optimizar el reloj de arena físico, come bien y haz algún tipo de ejercicio todos los días. No siempre es fácil hacerlo y toma dedicación, sobretodo si estamos fallando en uno de los otros relojes de arena, pero es esencial que mantengamos el cuerpo en óptimas condiciones. Nos hemos acostumbrado a ser flojos. Sube las escaleras de vez en cuando para sentir como el esfuerzo fortalece tus piernas y aumenta tu capacidad respiratoria. Camina por la cuadra en la tarde, o si tienes un río, lago, montaña o playa cerca, ve hacia allá, pero haz algo para estar en movimiento.
Para sanar el reloj de arena económico, cada vez que recibas un dinero, independientemente de cual sea la fuente, toma un porcentaje de él y guárdalo en una cuenta separada. Comienza a pagarte a ti mismo primero y vive con el dinero que queda. Pronto verás que los recursos en tu reloj de arena de la economía crecerán, dándote una buena base financiera.
Como argumenta el gran dicho de la computación “basura dentro, basura fuera”. Los granos de arena que agregues en tu reloj de vida son los que luego podrás usar y dar a los demás. Si aprovechas a cada momento, eres cuidadoso con tu alimentación y el ejercicio, ahorras algo de dinero con cada pago, y colocas los mejores ingredientes en cada uno de los tus relojes de vida, serás más sabio, saludable y feliz.
∞ Rob McBride ∞
LL IV 38