Lunar Letter / Hazlo Mal

Nos enseñan desde pequeños a “hacerlo bien.” ¿Qué tal si de vez en cuando lo “hacemos mal”?

Por más incongruente que suene, muchas veces es la mejor opción. Si lo puedes hacer bien, ¡hazlo bien! Si no, es preferible “hacerlo mal.”

Todo es difícil antes de que sea fácil. El valor de realizar una actividad no siempre viene en hacerla bien. Pensemos por un momento en cualquier actividad que hagamos bien. Puede ser nuestro trabajo, un deporte o un juego. Lo más seguro es que antes de “hacerlo bien” primero tuvimos que “haberlo hecho mal.”

En frente de un nuevo desafío, las dudas, las incertidumbres y los miedos están a millón.

¿Cómo lo hago?

¿Qué tal si no lo hago bien?

¿Qué tal si me hago el ridículo en el intento?

Éstos y otros pensamientos impregnan nuestra mente. Hay solamente dos alternativas. Levantarnos y tomar acción o quedarnos paralizados sin hacer nada.

No siempre es prudente realizar todo lo que se nos viene por la mente, porque también esto puede ser peligroso. Aun así, cuando se trata de una actividad que podría darnos un impulso importante hacia nuestros objetivos, ¡es preferible tomar acción y hacerlo mal, a no hacer nada!

Tomemos el ejemplo de un bebé que está comenzando a caminar. Lo hacen mal al principio. No esperamos que el bebé comience a caminar perfectamente bien antes de caerse varias veces. Como suele ser el caso, lo más importante no es caerse sino levantarse nuevamente porque ¡el rebote nos lleva al tope en muchas áreas de la vida!

En todo lo que emprendemos hay una curva de aprendizaje. Es posible aplanar esta curva familiarizándonos con lo que queremos lograr, aprendiendo de los errores de los que ya han logrado hacerlo bien para alcanzar lo que más deseamos. Podemos utilizar esta información para optimizar nuestros esfuerzos. Sin embargo, normalmente hacemos las cosas “mal” antes de hacerlas “bien.”

Hay muchos factores que influyen sobre nuestro deseo de iniciar una actividad. Las dudas sobre nuestra capacidad de hacerla bien, las incertidumbres sobre la forma correcta de realizarla y los miedos de lo que puedan decir los demás. Si bien estas emociones son parte de nuestra realidad y eventualmente nos pueden ayudar a sobrevivir un peligro, nos inhiben al momento de estirar un poco más allá de nuestro alcance.

“La intención de un hombre debería exceder a su alcance, ¿si no para qué existe el cielo… El objetivo, bien sea alcanzado o no, ¡hace grande la vida!”

~ Robert Browing ~

Cuando llegamos al final de este viaje maravilloso que llamamos vida, lo más triste es caer en una serie de preguntas que comiencen con la frase:

“¿Qué tal si hubiese…?”

Al tomar acción y hacer las cosas “mal” cuando no las podemos hacer “bien,” aprendemos de nuestros errores y mejoramos hasta hacerlas “bien.” Así que la próxima vez que te enfrentes con la decisión de hacer algo mal o no hacerlo, hazlo mal.

∞ Rob McBride ∞
LL II 23

Lunar Letter / Do it Wrong

All our lives we are taught to “Do it right.” What if, on the other hand, from time to time we, “Do it wrong?”

As strange as it may sound, this is often the best option. If you can do it right, then by all means, do it right. If not, it is frequently better to do it wrong.

Everything is difficult before it is easy. The value of an activity doesn’t always come from doing it “right.” Think for a moment about any activity which you now do well. It could be your work, a certain sport or a game. Before doing it “right” you probably did it “wrong.”

Our fears, uncertainties and doubts run rampant when we start something new.

I’m afraid to do it!

I’m unsure I can do it right!

What if I do it wrong?

These and other thoughts plague our mind. There are only two options. Get up and take action or stay down in the dumps and do nothing.

It is not always wise to do everything which comes to mind, as this also can be dangerous. Nevertheless, when it comes to doing something which can drive us toward our goals and objectives, it is preferable to take action “doing it wrong,” instead of doing nothing at all.

Let’s look at the example of a baby just learning to walk. They do it “wrong” at first. We don’t expect the child to get up and start running around without first falling down a few times. Nor do we chastise the child for doing it “wrong” and falling. As is usually the case, it is not falling down, rather getting up which is most important. It’s the bounce that counts in so many things in life.

In all we do there is a learning curve. We can shorten this curve by first familiarizing ourselves with what we want to achieve, by learning as much as possible from the mistakes of others who have eventually done “right” what we most desire. We can then use this information to optimize our efforts. Nevertheless, we normally do things “wrong” before we do them “right.”

There are many factors influencing our desire to begin an activity. We commonly have fears about what others may say, uncertainties about exactly how to do it, and doubts regarding our ability to do it well. While these emotions are part of our reality and can help us face danger, they inhibit our ability to reach beyond our grasp.

“Ah, but a man’s reach should exceed his grasp or what’s a heaven for….The aim, if reached or not, makes great the life!”

– Robert Browning.

When we get to the end of this marvelous journey we call life, the saddest thing is to fall into a series of questions which begin with the phrase:

“If only I had done such and such, when I was younger…”

By getting up and taking action to do it “wrong” when we cannot do it “right,” we will learn from our errors and improve until we can do it right. The next time you face a major decision between doing it wrong and doing nothing at all, do it wrong.

∞ Rob McBride ∞
LL II 23

 

Be simple in words, manners, and gestures…

Words to live by…
 
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Be sincere. Be simple in words, manners, and gestures. Amuse as well as instruct. If you can make a man laugh, you can make him think and make him like and believe you.
 
~ Alfred E. Smith

Piedritas…

En cierta ocasión, un hombre caminaba por la playa en una noche de luna llena. Iba pensando de esta forma: Si tuviera un carro nuevo, sería feliz. Si tuviera una casa grande, sería feliz. Si tuviera un excelente trabajo, sería feliz. Si tuviera una pareja perfecta, sería feliz, cuando tropezó con una bolsita llena de piedras.

Comenzó a arrojar las piedritas una por una al mar cada vez que decía: Sería feliz si tuviera… Así lo hizo hasta que solamente quedó una piedrita en la bolsita, que decidió guardar. Al llegar a su casa percibió que aquella piedrita era en realidad un diamante muy valioso.

¿Te imaginas cuántos diamantes arrojó al mar sin detenerse a pensar?

Así son las personas – arrojan sus preciosos tesoros por estar esperando lo que creen perfecto o soñando y deseando lo que no tienen, sin darle valor a lo que tienen cerca de ellas. Si mirasen alrededor, deteniéndose a observar, percibirían lo afortunadas que son. Muy cerca de si está su felicidad. Cada piedrita debe ser observada -puede ser un diamante valioso.

Cada uno de nuestros días puede ser considerado un diamante precioso, valioso e insustituible. Depende de cada uno aprovecharlo o lanzarlo al mar del olvido para jamás recuperarlo.

Y tú como estás lanzando tus piedritas? que pueden ser novios, amigos, trabajo, e inclusive tus mismos sueños…

“El mundo está en las manos de aquellos que tienen el valor de soñar y correr el riesgo de vivir sus sueños.”

~ Paulo Coelho

In the end…

In the end everything will be alright…
 
And if it’s not, it’s not the end!
 
~ Author unknown

Al final…

Al final todo estará bien… 
 
Si no lo es, ¡no es el final!
 
~ Autor desconocido

Acción…

La vida apremia aquellos que se levantan y toman acción, mientras que opaca aquellos que se quedan y no hacen nada…
 
~ Rob