Rules to success…
Lunar Letter / Doing the “Pacheco”
We all have a special gift which can lead to more productivity and happiness. Finding this gift is not always easy. For many, finding this gift can take an entire lifetime. Nevertheless, it is worthwhile to move toward this end because when we find it, we will be happier and become more useful to ourselves and to others.
My book A Special Gift examines this phenomenon and through the eyes of its main character proposes a path to find our own special gift. One of the characters in the book is named “Pacheco.” He is a security guard who loses his job and, as a result, evaluates what he does and how he does it. This analysis leads him to find his own special gift.
When I was about to publish the book, I was talking to the security guard in my building and asked him, “What is your name?” He answered with a smile, “Pacheco, like the security guard on the television show here in Venezuela!” We both laughed. As a result of this conversation, we became friends and I changed the name of one of my characters in A Special Gift from Pedro to Pacheco.
While the Pacheco in my book had to change his profession to find his special gift, this isn’t always the case! In fact, the Pacheco I know does his job extraordinarily well and if he hasn’t found his special gift, he is well on his way. It is precisely this path which is most important. As Facundo Cabral says, “The path tends to be more exciting than the destination, if indeed it is possible to get anywhere at all.” My friend Pacheco shows by his actions and his attitude this is the case. The other day I asked him, “What’s up? What are you doing?” He answered with a smile, “I’m doing the ‘Pacheco,’ ” again referencing the television character here in Venezuela. He is always aware of what is going on without passing the limit which invades privacy.
How many people in the world do their jobs just to get a monthly paycheck? There are millions! The worst part of this sad truth is that the negative attitude many project is evident in everything they do.
We all know people who love life and do their jobs spectacularly, as well as others who are sick of life and are terrible in what they do. So, what’s the difference? What can we do to be one in a million rather than just another in the masses?
We can look for something which drives us with passion, something which lights a fire in our belly and gives us a reason to get up every day with the energy and enthusiasm we need to face difficulties, which no doubt will come. Life is not a problem to be resolved, rather a challenge to be faced.
When we think about the events bringing pride and joy to our lives, they are generally those which initially seemed to be obstacles with no solution. When we overcome these hurdles with tenacity and perseverance, they become the roots which form the foundation of our existence.
Most important isn’t what we do, rather how we do it. To find our special gift it isn’t necessary to change our work or start anew. The best we can do is find a way to implement our special gift in what we are presently doing. All organizations need people who are valuable and productive to aid them in achieving their objectives. Often one of the most important questions we can ask ourselves is, “Will I be part of the problem or part of the solution?”
We can look at the world with the curiosity of a child and find our own special gift. This enables us to fully enjoy this incredible journey we call life and live with more intensity. This passion leads us to boldly take hold of each moment because each is gone in an instant and there is no better time to “Do the Pacheco” than right now.
∞ Rob McBride ∞
LL II 10
Lunar Letter / Pachequeando por Ahí
Todos tenemos un don especial que nos permite ser más productivos y felices. Encontrar este don no siempre es fácil y para muchos podría tomar toda la vida. Aún así, vale la pena encaminarnos hacia este don porque cuando lo encontramos, logramos ser más útiles para los demás y para nosotros mismos.
Mi libro Un Don Especial examina este fenómeno y a través de los ojos de su protagonista plantea una manera de enfocar y encontrar nuestro propio don especial. Uno de los personajes del libro se llama “Pacheco.” El cuento de Pacheco se trata de un vigilante que pierde su trabajo y como resultado se ve obligado evaluar lo que hace y cómo lo hace. Esta revisión lo dirige a su propio don especial.
Cuando estaba casi listo para publicar el libro hablaba con el vigilante de mi edificio. Le pregunté, “¿Cómo se llama usted?” Me contestó con una sonrisa, “¡Pacheco, como el vigilante de la televisión!” Los dos nos reímos y como resultado del encuentro, hemos formado una amistad y cambié el nombre de personaje en el libro de Pedro a Pacheco.
Aunque el Pacheco de mi libro tiene que cambiar su oficio para encontrar su don especial, ¡no siempre es así! De hecho el Pacheco que yo conozco hace su trabajo extraordinariamente bien y percibo que si no ha encontrado su propio don especial, ya está en el camino. Además es el camino hacia nuestro destino lo más importante. Como dice Facundo Cabral, “El trayecto suele ser más emocionante que la llegada si es que se puede llegar a una parte.” Pacheco revela a través de sus acciones y su actitud que es así. El otro día le pregunté, “¿Cómo le va, que está haciendo?” Me contestó, “¡Pachequeando por ahí!”
Él siempre está pendiente de lo que acontece, sin pasar el límite de invadir la privacidad de las personas. ¿Cuántas personas hay en el mundo que hace su trabajo simplemente para cobrar el quince y el último? ¡Son millones de personas! Lo peor es que la actitud negativa de estas personas hacia su trabajo y los demás es evidente.
Todos conocemos personas que aman la vida y que hacen su trabajo bien, como también otras que se obstinan con la vida y hacen su trabajo bien mal. Entonces, ¿Cuál es la diferencia? ¿Qué podemos hacer para ser alguien especial en un millón, en vez de otro del montón?
Podemos buscar este algo que nos apasiona. Este algo que prende un fuego en nuestro interior y que nos da impulso para levantarnos todos los días con energía para enfrentar las dificultades que sin duda vendrán. La vida no es un problema a ser resuelto sino un desafío a ser enfrentado.
Cuando reflexionamos, los acontecimientos sobre los cuales tenemos más orgullo son aquellos que al principio parecieron ser obstáculos sin solución. Cuando logramos superarlos a través de la tenacidad y la perseverancia los convertimos en los cuentos de la vida que representan la base de nuestra existencia.
No es lo que hacemos sino cómo lo hacemos lo más importante. Para encontrar nuestro propio don especial, no es necesario cambiar de trabajo o hacer algo completamente nuevo. Lo mejor es encontrar la manera de implementar nuestro propio don especial en lo que estamos haciendo actualmente. Es imprescindible para cualquier organización contar con personas valiosas y productivas para lograr sus objetivos. Depende de nosotros si escogemos ser parte del problema o parte de la solución.
Veamos el mundo con la curiosidad de un niño y busquemos nuestro propio don especial. Esto nos permitirá disfrutar plenamente de este viaje maravilloso que llamamos vida. Así lograremos vivir una vida intensa que nos dirige a disfrutar cada momento porque al final se va en un instante.
∞ Rob McBride ∞
LL II 10
Making ends meet…
La muerte…
para allá vamos todos…”