Las plantas pueden sobrevivir con el agua y el sol. Cuando las cuidamos y les damos abono resplandecen e irradian su fenomenal potencial. De la misma forma nosotros podemos sobrevivir con el agua y la comida. Cuando alimentamos y sustentamos nuestra mente, cuerpo y espíritu con nutrientes resplandecemos e irradiamos nuestro fenomenal potencial.
Nuestra mente, cuerpo y espíritu requiere poco para subsistir en el día a día. El desafío no es perdurar sino prosperar y emplear lo que hace falta para disfrutar plenamente de este viaje mágico que llamamos vida. El regalo más valioso que tenemos todos es este instante y depende de nosotros el saborear cada momento que vivimos.
Podemos aprender mucho de la analogía del abono y de las plantas. El abono como sustancia puede ser muy desagradable, apesta y su apariencia puede ser repugnante. Sin embargo, los efectos del abono son muy beneficiosos. De la misma manera, suministrar abono a nuestra mente, cuerpo y espíritu puede ser desagradable y a corto plazo pueden haber opciones más placenteras. Aún así, surtir abono a nuestra mente, cuerpo y espíritu indudablemente trae consigo frutos extraordinarios.
Leer y aprender alimenta nuestra mente y fortalece nuestra capacidad de resolver situaciones de desafío. Ejercitar nuestro cuerpo cansa al principio y luego nos energiza dándonos vigor y vitalidad. Hallar tiempo para descubrir nuestro propósito en este mundo crea paz e iluminación interna para manejar hasta las situaciones más difíciles que podamos encontrar.
Si nos sentimos bien donde estamos y como estamos en este instante, es probable que ya hayamos abastecido el abono que tanto nos hace falta en nuestras vidas y si esto es el caso, estamos bien encaminados. Al contrario, si estamos, sin energía y sin ánimo para seguir adelante, la mejor opción es tomar acción hoy para crear cambios positivos mañana.
No son los cambios monumentales que son la fuente de una vida más vibrante y apasionante, sino las cosas pequeñas que hacen una gran diferencia. Proporcionar abono a nuestra mente, cuerpo y espíritu es la diferencia entre caer en un círculo vicioso de una pesadilla y entrar en un ciclo virtuoso de nuestros sueños alcanzando nuestro fenomenal potencial.
¡ Es el Rebote lo que nos Lleva al Tope !
∞ Rob McBride ∞
LL I 44