Tomar acción es esencial para lograr nuestras metas y nuestros objetivos. Sin acción las oportunidades de la vida se quedan botadas y abandonadas en el camino.
Intenciones e ideas sobran. Como seres humanos nuestra mente nunca para de pensar, imaginar y crear. Constantemente estamos en la búsqueda de algo mejor. La diferencia entre los actores y los espectadores en el teatro de la vida es la acción.
El camino hacia cualquier objetivo comienza con el primer paso. Antes de arriesgarnos con cualquier idea, analizamos y consideramos las diferentes alternativas y consecuencias. Es un ejercicio lógico y deberíamos ser prudentes en lo que hacemos. Aún así, demasiado análisis produce parálisis.
Tomar control de nuestro futuro implica tomar acción y erradicar el mal hábito de dejar lo que podemos hacer hoy para mañana. Lo que dejamos para mañana también podrá ser postergado para otro día. Cada día que pasa sin tomar acción sobre lo que más deseamos nos aleja de nuestros objetivos como si fuera un velero sin destino. El mejor momento de efectuar cualquier cambio positivo hacia nuestro futuro es este instante.
El momento más intenso de nuestra vida es este instante. Lo que pasó ayer y lo que vendrá mañana nunca se puede comparar en intensidad con este instante. Mañana es un sueño y ayer un acontecimiento. Lo único que tenemos seguro es este instante. Lo que dejamos de hacer en este instante podrá quedar incompleto para siempre.
Es fácil darse cuenta de lo que debemos hacer. En muchos casos sabemos exactamente lo que tenemos que hacer y los pasos a tomar. Lo difícil es tomar acción y hacerlo.
Por naturaleza tenemos miedo al fracaso. La posibilidad de fracasar es uno de los factores que nos frena al instante de tomar la acción. El fracaso en sí, es relativo. Las personas que han tenido más éxito en la vida son personas que han enfrentado muchos fracasos. El fracaso y el éxito están relacionados. Aquellos que se arriesgan fracasar son los que tienen más posibilidades de lograr altos niveles de éxito.
Los errores que cometemos nos permiten ajustar nuestro camino para asegurar que lleguemos a nuestros objetivos. Hay muchas vías por las cuales se llega al éxito pero no hay una que sea igual para todos. Es importante que todos busquemos nuestra propia dirección. Lo que funciona para uno podría ser un desastre para otro. Lo esencial es emprender un camino. Mañana vendrá con cualquier trayecto aunque no necesariamente al lugar donde deseamos estar.
La vida es una caminata incierta determinada por acontecimientos peculiares que crean nuestra dirección y nuestro destino. Cultivar el hábito de acción fortalece nuestro carácter, aumenta nuestra confianza y nos permite escoger nuestra dirección y nuestro destino.
Nuestra habilidad de crear y crecer se concreta con la acción que tomemos hoy. No es lo que sabemos, sino lo que hacemos con lo que sabemos lo más importante.
@RobMcBride
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